Según determina el trabajo de investigación, esta práctica permite salvar las extremidades en el 86% de los casos a los seis meses de la intervención, en el 76% de los pacientes afectados tras un año, y del 55% de los casos a los tres años de la intervención. Asimismo, las conclusiones han señalado que al año de la intervención, el porcentaje de supervivencia de los pacientes era del 100%, y del 85% a los tres años.
Al año de la operación, el 100% de los pacientes habían sobrevivido. Tras tres años, la cifra era del 85%.
Para poder optar a este tipo de intervención, los pacientes deben estar diagnosticados de isquemia crítica de miembros inferiores y haber agotado previamente todas las posibilidades de tratamiento convencional, es decir, la realización de un bypass mediante vía quirúrgica abierta, los cateterismos o la realización de angioplastia e implante de stent.Tras encontrarse el paciente en esta situación, según ha publicado la Consejería de Salud en un comunicado, se activa una petición de segmentos de arterias a la Coordinación Regional de Trasplantes con el fin de realizar el implante en el menor tiempo posible. Esta petición se corresponde con la extracción de arterias criopreservadas de donantes fallecidos o en situación de muerte cerebral de procedencia nacional.
Los profesionales del Hospital de Valme encargados de realizar el implante de segmentos de arterias y de realizar un seguimiento evolutivo exitoso son Andrés García, director de la Unidad de Gestión Clínica de Angiología y Cirugía Vascular y coordinador de la investigación, y cinco facultativos especializados en cirugía arterial: José Vicente González, Guillermo Núñez de Arenas, Francisco Diéguez y Javier Moreno.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es