El ejercicio físico, clave en el abordaje del cáncer de próstata: “Reduce la mortalidad en un 33 %”

El ejercicio físico puede reducir la mortalidad específica por cáncer en casi un 20 % y disminuir el riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el de próstata, hasta en un 30 %, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica

Expertos apuntan que el ejercicio físico es clave en el abordaje del cáncer de próstata para reducir el cáncer de próstata (Fuente: SEOM)
Expertos apuntan que el ejercicio físico es clave en el abordaje del cáncer de próstata para reducir el cáncer de próstata (Fuente: SEOM)
Diego Domingo
8 enero 2025 | 11:00 h
Archivado en:

El ejercicio físico ha demostrado ser una herramienta esencial en la prevención y abordaje de diversos tipos de cáncer, incluido el de próstata. Según recoge el colegio americano de medicina del deporte, el ejercicio físico se asocia con hasta un 33 % menos de riesgo de fallecer por cáncer en pacientes afectados por un tumor de próstata. Además, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), reduce la mortalidad específica por enfermedad oncológica en casi un 20 % y tiene el potencial de disminuir el riesgo de varios tipos de tumores, incluido el de próstata, hasta en un 30 %.

Con el objetivo de visibilizar este impacto positivo del deporte en la recuperación de las personas con cáncer de próstata, la SEOM, la Asociación de Cáncer de Próstata (ANCAP) y Bayer han impulsado la campaña ‘Moviéndonos por la vida’. "La práctica del ejercicio físico reduce la incidencia y aparición de tumores como el de mama, colon, endometrio y esófago, y en el caso del cáncer de próstata, disminuye el riesgo incluso en pacientes con predisposición genética o con variantes más agresivas de la enfermedad", señala en una entrevista concedida a ConSalud.es el Dr. Víctor Sacristán, del Grupo SEOM de Ejercicio y Cáncer y oncólogo médico en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña. 

EL DEPORTE EN LA PREVENCIÓN Y EL ABORDAJE

El Dr. Sacristán diferencia entre actividad física general, como caminar hacia el trabajo, y ejercicio físico estructurado, que incluye “actividades planificadas y repetitivas con un objetivo definido”. En este contexto, recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda “realizar entre 150 y 300 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana, o bien menos minutos si es de alta intensidad, además de incorporar dos días de ejercicios de fuerza". 

Según datos de estudios preliminares, 225 minutos de actividad moderada semanal podría reducir el PSA y la proliferación tumoral en pacientes de cáncer de próstata. Además, desde una perspectiva preclínica, se ha observado que el músculo actúa como un emisor de señales, liberando mioquinas que potencian el sistema inmunológico y benefician la composición corporal.  

"El mayor desafío no es tanto el conseguir que se comience a realizar ejercicio físico, sino mantener el hábito a largo plazo"

De hecho en pacientes que ya cursan la enfermedad y se encuentran en tratamiento, el ejercicio tiene múltiples beneficios, tanto físicos como psicológicos. "Mejora la calidad de vida percibida por los pacientes, reduce la fatiga oncológica y ayuda a mitigar la pérdida de densidad mineral ósea causada por tratamientos hormonales, además de reducir la ansiedad", explica el Dr. Sacristán. 

A pesar de sus beneficios, lograr que los pacientes incorporen el ejercicio a sus rutinas de manera sostenida es un reto. "El mayor desafío no es tanto el inicio, sino mantener el hábito a largo plazo", destaca Sacristán. La investigación en esta área sigue siendo prioritaria. Desde la SEOM se está analizando el grado de adherencia de los pacientes al ejercicio. "El futuro pasa por combinar la actividad física con terapias farmacológicas para potenciar sus beneficios", asegura el Dr. Sacristán.  

El experto enfatiza la importancia de que los oncólogos pierdan el miedo a recomendar ejercicio y deriven a los pacientes a profesionales capacitados, como fisioterapeutas o educadores físico-deportivos, para que les marquen las pautas a seguir. El especialista destaca a su vez el valor de las campañas de concienciación, como la reciente iniciativa celebrada en Madrid, en la que pacientes y figuras públicas, incluidos deportistas olímpicos y Toni Nadal, han ayudado a visibilizar los beneficios del ejercicio en el manejo del cáncer. "Tener ejemplos claros y visibles inspira y refuerza el mensaje tanto para pacientes como para la población general", incide.  

"El futuro pasa por combinar la actividad física con terapias farmacológicas para potenciar sus beneficios"

Como señala César Comuñas, vicepresidente de la Asociación Nacional de Cáncer de Próstata (ANCAP), en declaraciones a ConSalud.es, la iniciativa ‘Moviéndonos por la vida’ “ha fortalecido la promoción del ejercicio físico dentro de la asociación”, algo que recuerda, ya venían impulsando de forma regular. El ejercicio no solo es clave para la prevención, sino también durante y después de los tratamientos, insiste. “Es fundamental practicar ejercicio aeróbico, pero también es necesario incluir ejercicios de fuerza”, subraya. 

DESAFÍOS EN CÁNCER DE PRÓSTATA

Además de una mayor visibilización del deporte y de su impacto en la evolución de la enfermedad, el vicepresidente de ANCAP recuerda que todavía existen muchos desafíos para mejorar el abordaje de esta patología, como el cribado poblacional para el cáncer de próstata, que desde la Comisión Europea recomiendan implantar antes de 2025. “Desde nuestro nacimiento en 2018, hemos trabajado para que el diagnóstico precoz sea una realidad, al igual que ya ocurre con el cáncer de colon, mama o cérvix”, indica Comuñas. Además de estas estrategias, la asociación organiza dos campañas anuales que buscan concienciar sobre la necesidad de adelantarse a la enfermedad. 

Aunque los avances médicos han sido notables, otro desafío sigue siendo reducir la agresividad de los tratamientos y sus efectos secundarios. “La cirugía robótica y los nuevos protocolos de radioterapia han mejorado considerablemente, permitiendo tratamientos más rápidos y eficaces”, destaca Comuñas. Sin embargo, insiste en que el diagnóstico temprano es crucial para garantizar terapias menos invasivas y resultados más favorables. ANCAP también trabaja para mejorar la calidad de vida de los pacientes que enfrentan secuelas como la incontinencia urinaria o la disfunción eréctil. “Aunque no siempre es posible volver al 100 %, existen tratamientos que ayudan a recuperar la funcionalidad y mitigar estas afectaciones”, recuerda.

Además del ejercicio físico, indica el portavoz de ANCAP, “existen otros factores que también ayudan a mejorar la calidad de vida, como son la alimentación o el abandono del tabaquismo, así como la reducción o incluso la eliminación del consumo de alcohol”. Comuñas concluye: “El cáncer de próstata a menudo parece ‘la enfermedad silente’, por eso hay que ponerla sobre la mesa porque hablar de ella es la mejor forma de atacarla”. 

Con la colaboración de Bayer

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído