Este jueves 25 de marzo la Fundación QUAES, impulsada por Ascires Grupo Biomédico, ha organizado el webinar “Hablamos de Muerte Súbita Internacional”. Un punto de encuentro en el que se ha analizado la evolución a lo largo de las últimas décadas del conocimiento que tenemos sobre esta y en el que se han analizado los retos que plantea.
La jornada ha dado comienzo con la ponencia ofrecida por el doctor Luis Alberto Ochoa, cardiólogo y presidente del Grupo de Investigación de Muerte Súbita de Cuba. “Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo”, ha señalado compartiendo que, en 2019, provocaron 17 millones de muertes de acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud.
Ha destacado que cada año se producen entre cuatro y cinco millones de muertes súbitas. De estas, entre un 10-30% son mortalidad natural, el 25% responden a síndromes coronarios agudos y el 50% se producen por mortalidad coronaria. Estos datos nos dejan una preocupante estadística: se producen 14.650 episodios al día, 10 episodios cada minuto.
El testigo ha sido recogido por la doctora Amelia Carro, especialista en Cardiología y coordinadora del Grupo de Trabajo Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología. Su ponencia se ha centrado en la educación como el mejor aliado en materia de prevención ante la muerte súbita. Considera la identificación precoz de las condiciones de riesgo como fundamentales, especialmente en la prevención específica en deportistas. “La muerte súbita está ahí y hay que explicar que se produce. Esta ocurre más frecuente en poblaciones sedentarias que en deportistas por lo que el deporte es una de las vías de prevención y no podemos ofrecer la imagen contraria”.
“La muerte súbita está ahí y hay que explicar que se produce. Esta ocurre más frecuente en poblaciones sedentarias que en deportistas por lo que el deporte es una de las vías de prevención y no podemos ofrecer la imagen contraria”
En este sentido la doctora Carro ha puesto énfasis en la sensibilización y la educación para eliminar elementos de riesgo como la diabetes o el colesterol. Ha recalcado la necesidad de atender a cualquier síntoma tanto en personas deportistas como en aquellos que se inician sin experiencia. “Ante cualquier síntoma como dolor en el pecho, mareos, palpitaciones o dificultad respiratoria lo mejor es parar. Hay que escuchar a nuestro cuerpo”, ha aseverado. Motivo por el que ha enfatizado la importancia de conocer las maniobras de RCP y saber cómo funcionan los desfibriladores que cada vez están más extendidos en nuestras sociedades.
“La actividad física debe realizarse tanto en ambiente de patología como en ambiente de salud. Incluso los deportistas de élites tienen que estar en manos de profesionales. No podemos entrenarnos nosotros mismos”, ha recalcado.
El doctor Alejandro Fernández, pediatra de Ascires y especialista en cardiología pediátrica se ha centrado en los aspectos destacados de las miocardiopatías más frecuentes en la infancia. “Las miocradiopatías se heredan y es un concepto que todos debemos tener claro ya que un evento de muerte súbita no acaba ahí y algunos familiares pueden beneficiarse del correcto diagnóstico”. Entre las más frecuentes en pediatría destacan la hipetrófica (más frecuente en adultos) y dilatada (más frecuente en niños).
Las miocardiopatías tienen una base genética, pero “el desarrollo de la enfermedad va a depender de múltiples factores”, como la alimentación y el estilo de vida. “Tenemos que estar preparados para un evento de muerte súbita. La familia tiene que ser conocedora de las maniobras de reanimación y del uso del desfibrilador”. El experto ha recalcado la importancia de las pruebas de genética ya que, aunque seamos portadores de un gen dañado, “no quiere decir que vayamos a desarrollar la enfermedad”.
El programa del webinar se ha cerrado con la participación del doctor Josep Brugada, catedrático de Cardiología y consultor sénior de Cardiología del Hospital Clínic y Hospital Pediátrico Sant Joan de Déu de Barcelona. Tras realizar un análisis de la evolución que se ha producido en las últimas décadas ha destacado el papel de la genética como herramienta de diagnóstico precoz.
“Los estudios genéticos han permitido identificar una nueva categoría de enfermedades responsables de muerte súbita en pacientes sin cardiopatía estructural demostrable: las canalopatías”, ha afirmado concluyendo su exposición recalcando que “el electrocardiograma permite identificar a la mayoría de pacientes en riesgo”.