Los cribados de cáncer de mama son clave para detectar casos precozmente y mejorar la calidad de vida y supervivencia de las pacientes. En la actualidad, la mayoría de estos programas están dirigidos a mujeres mayores de 50 años, si bien las últimas evidencias constatan un aumento de la incidencia del cáncer de mama en mujeres de entre 40 y 50 años, lo que confirma la necesidad de bajar la edad del cribado de este tipo de cáncer a los 40 años. La recomendación de Seram coincide con el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, que se celebra mañana 19 de octubre.
Este cáncer es el más común entre las mujeres españolas y tiene una tasa de supervivencia muy elevada cuando se detecta en edades tempranas, de ahí la importancia de los cribados. En este escenario, la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram) y su sección Sociedad Española de Imagen Mamaria (Sedim) informa de los beneficios de bajar la edad del cribado de cáncer de mama, entre ellos una reducción de la mortalidad a 10 años según datos de organizaciones con una larga trayectoria como el National Institute of Health and Care Research (NIHR), la Red Integral del Cáncer o el Cribado Poblacional de Toledo, en España.
A estas nuevas pautas, informa Seram, se añaden los avances tecnológicos como la inteligencia artificial, que "sumados a la mamografía con tomosíntesis e imagen sintetizada, permite reducir la dosis de radiación aumentando la sensibilidad y especificidad del diagnóstico", como recientemente ha publicado el Hospital Reina Sofía de Córdoba. La directora de la Unidad de Radiodiagnóstico y Cáncer de Mama en este centro, la Dra. Marina Álvarez, explica que prueba de la eficacia de la IA en el cribado del cáncer de mama es que la tasa de detección de la enfermedad ha aumentado notablemente a raíz de la incorporación de esta tecnología.
Así, ha pasado de alrededor de 5,7 por cada 1.000 pacientes, a 9 por cada 1.000. “Es un paso muy importante aumentar la tasa de detección en el cribado porque esa es precisamente la función de los programas de cribado: detectar el mayor número de lesiones y que sean lo más pequeñas posibles”, aseguraba la experta a este medio.
Seram y Sedim recomiendan que se rebaje la edad del cribado del cáncer de mama a los 40 años, con mamografía bianual como recomienda la comunidad europea
Por su parte, la miembro de Seram y vocal de cribados de la Sedim, la Dra. Cristina Romero, apunta que "la mamografía con contraste o la resonancia magnética para las pacientes de alto riesgo están generando resultados muy prometedores que nos orientan a personalizar los cribados, según los perfiles de riesgo usando la mejor tecnología".
"La tendencia actual es la personalización de los cribados, entendiendo como tal distinta técnica y periodicidad según factores de riesgo confirmados, tales como los antecedentes familiares y personales, así como la densidad mamaria. No olvidemos que la mayoría de las mujeres jóvenes tienen densidades mamarias altas, y esto hasta ahora era un argumento para no bajar la edad de cribado, ya que la mamografía disminuía su sensibilidad y especificidad. Sin embargo, los avances tecnológicos (como la tomosíntesis y la Inteligencia artificial) así como la utilización de mamografía de contraste para las mujeres en el circuito de rellamadas de las campañas poblacionales de cribado han abierto una nueva perspectiva", recoge Seram.
Por todo lo expuesto y obedeciendo a las nuevas pautas tanto en Europa como en Estados Unidos, Seram y Sedim recomiendan que se rebaje la edad del cribado del cáncer de mama a los 40 años, con mamografía bianual como recomienda la comunidad europea. Existen evidencias científicas de aumento de la incidencia en edades más tempranas y detectar el cáncer de mama en el cribado mejora notablemente el pronóstico y supervivencia de las pacientes.
Tal y como defendía recientemente en ConSalud.es la directora de la unidad de Radiodiagnóstico y Cáncer de Mama en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, la Dra. Marina Álvarez Benito, ojalá "todos los cánceres que se diagnostican, sean a través de los programas de cribado, porque eso quiere decir que son cánceres muy pequeños y con buen pronóstico". "Por eso animamos a que las mujeres participen en el cribado", concluye la experta.