Hasta hace poco, el diagnóstico de certeza en la inflamación de la pared arterial (vasculitis) de vasos grandes, como la arteritis de células gigantes, se basaba en la biopsia de arteria temporal. Sin embargo, “actualmente en las unidades de Reumatología que dominan la ecografía, la biopsia solo se realiza en casos dudosos marginales”, señala el Dr. Eugenio De Miguel, coordinador del II Curso de Ecografía Vascular y Pulmonar de la SER, que cuenta con la colaboración de Bristol Myers Squibb y General Electric, y también reumatólogo en el Hospital Universitario La Paz (Madrid).
El Dr. De Miguel señala que el uso de la ecografía supone grandes ventajas, ya que, “implica menos molestias para el paciente y el coste pasa de unos 300 euros a unos 55 euros, con resultado inmediato y disminución de visitas para quitar puntos y recoger resultado de anatomía patológica de 5 a 15 días después”. Asimismo, este especialista de Reumatología apunta que cuando se empezó a utilizar esta técnica “el control se hacía previamente a la ecografía con la entrevista del paciente y análisis de laboratorio, sin embrago, hoy en día disponemos de todo eso, pero además podemos ver si ha disminuido o desaparecido el engrosamiento de la pared vascular con lo que la precisión aumenta y la incertidumbre en caso de duda desaparece”. Además, a estas ventajas habría que añadir que, en el caso de inflamación de vasos grandes, como las arterias axilares, subclavias o carótidas, “la biopsia no es posible salvo en caso de cirugía por complicaciones, mientras que la ecografía permite la visualización con precisión de estas paredes arteriales en minutos y permite hacer un seguimiento, aunque la evolución aquí es lenta y todavía estamos en procesos de validación”, comenta el Dr. De Miguel.
Emplear la ecografía en lugar de técnicas como la biopsia para el diagnóstico de las vasculitis supone un ahorro superior al 80%
En el caso de la afectación pulmonar el diagnóstico habitual es el TAC pulmonar de alta resolución: TACAR. “Esta sigue siendo la prueba hoy por hoy más válida, pero somete al paciente a una radiación intensa de unos 10 mSv. Sin embargo, en este caso, la ecografía es muy buena para descartar los casos negativos, ahorrando la radiación al paciente, y es muy sensible para detectar los casos positivos”, señala el especialista, quien augura que en el futuro se usará como técnica de cribado. En relación al seguimiento del paciente y al control de la enfermedad, “la ecografía está en proceso de validación de los índices de intensidad de afectación en comparación con el TACAR”, explica el Dr. De Miguel.
De acuerdo con la opinión del experto, en el caso de la patología pulmonar, las ventajas de la ecografía son que no produce radiación, por lo que se puede repetir las veces que haga falta, y el coste es sustancialmente inferior con una disponibilidad mayor en las unidades entrenadas.
COVID-19 Y SEGUIMIENTO DE PACIENTES
Como viene siendo habitual, la pandemia producida por la COVID-19 también ha afectado a este tipo de intervención en los pacientes que la requerían. “Dada la proximidad a la cara del paciente, la ecografía en estas dos exploraciones era una intervención de riesgo, sobre todo cuando carecíamos de equipos de protección.
Los pacientes que lo requieren han podido volver a beneficiarse de este tipo de técnicas, a pesar de continuar en situación excepcional
En el caso del pulmón son procesos de evolución lenta con lo que se pudieron posponer, en el caso de la arteritis de células gigantes los pacientes desaparecieron en un primer momento porque los pacientes no acudían a los servicios de urgencia ni a sus médicos y no querían pisar el hospital”, atestigua el Dr. De Miguel. Afortunadamente, el reumatólogo también señala que los pacientes que lo requieren han podido volver a beneficiarse de este tipo de técnicas, a pesar de continuar en situación excepcional debido a la pandemia por COVID-19. “En cuanto empezó a declinar la primera ola sí afloraron algunos casos que llevaban ya un tiempo de evolución y a finales de mayo primeros de junio pudimos reemprender el diagnóstico y seguimiento de los pacientes”, señala el especialista.
II CURSO DE ECOGRAFÍA VASCULAR Y PULMONAR
Para el Dr. De Miguel, la actividad formativa que ha llevado a cabo la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Bristol Myers Squibb y General Electric, “es una iniciativa fundamental para generalizar el uso de la ecografía en estas dos técnicas que están todavía limitadas a unos pocos hospitales. Sobre todo, en el caso de las vasculitis tenemos la dificultad de que los casos, aunque graves, son escasos, dado que entrarían en el concepto de enfermedades raras de baja prevalencia, con lo que no es fácil poderse entrenar adecuadamente. En este sentido este tipo de curso-taller virtual, al que han podido asistir una gran cantidad de reumatólogos es una gran oportunidad”.
En la última década, el estudio y validación de la técnica en el diagnóstico de las vasculitis de vasos grandes ha experimentado un gran progreso. En 2018, la Sociedad Europea de Reumatología (EULAR) publicó las primeras recomendaciones para el uso de la imagen en las vasculitis de vaso grande, situando a Europa como pionera en el uso y la investigación en ecografía para el diagnóstico y seguimiento de las vasculitis, ya que, en Estados Unidos estas técnicas diagnósticas todavía no están aceptadas. Por ello, el Dr. De Miguel considera fundamental la diseminación de la técnica para implantar su uso. “En cuanto al estudio del pulmón, prácticamente también se ha generado todo el conocimiento en la última década. Por ello, hay que hacer un esfuerzo para diseminar su uso y utilidad”, señala el coordinador de esta iniciativa formativa de la SER.