Las lesiones de médula espinal suponen un grave problema médico, social y económico para el que actualmente no existe cura o solución. Además, se estima que afecta a más de 27 millones de personas en todo el mundo, una cifra que no para de crecer, de modo que se esperan más de 500.000 nuevos casos en 2024.
De estos casos, el 35 % de las personas padece tetraplejia o paraplejia, con alteraciones de la sensibilidad, el intestino y la micción. Además, el 65 % restante tiene discapacidad crónica dependiendo de la localización y extensión de la lesión. En aquellas situaciones en las que la lesión medular es consecuencia de un traumatismo o isquemia, se produce una brecha detejido neural que se extiende por centímetros. En el lugar de la lesión se forman cavidades llenas de líquido extracelular y tejido cicatricial fibrótico, convirtiéndose en una barrera mecánica y molecular para la regeneración neural.
La iniciativa, financiada con 2,5 millones de euros por el Consejo Europeo de Investigación y coordinada por el Hospital de Parapléjicos, busca desarrollar un implante eléctrico que libere fármacos para ayudar a reparar el daño
Con el objetivo de unir las cavidades de los tejidos y promover su regeneración y la recuperación funcional después de una lesión de la médula espinal, se está desarrollando el proyecto europeo ‘Drug-eluting eléctrical implant to repair the Spinal cord’ (DREIMS). La iniciativa, financiada con 2,5 millones de euros por el Consejo Europeo de Investigación y coordinada por el Hospital Nacional de Parapléjicos, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, busca desarrollar un implante eléctrico que libere fármacos para ayudar a reparar el daño.
DREIMS se basa en un implante que comprende microfibras conductoras recubiertas de proteínas. Estas se ubican dentro de un hidrogel liberador de fármacos para promover el crecimiento de células neurales alineadas a lo largo de la lesión. Además, el sistema se completa con un dispositivo electroactivo implantable, que permitirá proporcionar estimulación eléctrica para potenciar la reparación del tejido y la recuperación funcional. La implantación del gel liberador de fármacos y la estimulación eléctrica pueden promover el cierre de la brecha de la médula espinal, con la regeneración del tejido neural en lesiones grandes.
El proyecto supone la evolución de otro anterior, denominado Neurofibres. En esta ocasión, se busca refinar y consolidar la tecnología desarrollada por el grupo de Reparación Neural y Biomateriales del HNP, que dirige el doctor Jorge Collazos, acercándola a su utilización en la práctica clínica para el tratamiento de la lesión medular humana.
Así, sobre la base de la prueba de concepto inicial lograda en el proyecto europeo anterior (TRL 3), DREIMS madurará la tecnología sanitaria a través de los TRL 4-5, acercándose a la aprobación para su uso en terapéutica humana y al mismo tiempo creando un plan de negocios para respaldar una mayor explotación.
Para llevar a cabo la iniciativa, la tecnología se probará en animales durante el periodo de 2023 a 2026. A lo largo de este periodo, no se llevará a cabo ningún reclutamiento de personas que padezcan lesiones de la médula espinal u otrasenfermedades neurológicas. Sin embargo, a partir del año 2027, se espera comenzar con estudios clínicos en pacientes humanos. A pesar de ello, DREIMS esperará a que la tecnología haya madurado correctamente para comenzar a aplicarla en personas, dado que se busca aumentar el equilibrio entre el riesgo y el beneficio para los pacientes antes de comenzar con los ensayos clínicos.
“En DREIMS fabricaremos un prototipo con características cercanas a las que tendrá el dispositivo final de uso médico. Dicho prototipo se evaluará en cuanto a seguridad y eficacia a largo término en un modelo relevante de la patología humana, como es el cerdo con lesión traumática de la médula espinal (realizada por contusión)”, ha explicado el neurocientífico Jorge Collazos.
Jorge Collazos: “En DREIMS fabricaremos un prototipo con características cercanas a las que tendrá el dispositivo final de uso médico y que se evaluará en cuanto a seguridad y eficacia"
Además, el doctor añade que en el desarrollo del proyecto, “se integrarán haces de microfibras electroconductoras con electrodos espinales y un generador de pulsos eléctricos aprobado para uso humano, considerando las normas españolas y europeas de dispositivos médicos”.
El Hospital Nacional de Parapléjicos ha servido de punto de encuentro para la celebración de una primera reunión presencial de los socios del proyecto. Entre ellos, los europeos son la empresa francesa NEURINNOV y el Instituto de Microsistemas de la Universidad de Friburgo en Alemania, junto con la spin-off Spinal Cord Technologies creada recientemente por Jorge Collazos y Alexandra Alves, investigadores del laboratorio de Reparación Neural y Biomateriales del centro sanitario toledano.
“Esta empresa desarrollará tecnología avanzada de neuroestimulación y aporta además el generador de pulsos eléctricos implantable”, argumenta el doctor David Andreu, cofundador de NEURINNOV. Por su parte, el doctor Thomas Stieglitz, director del Instituto de Microsistemas de la Universidad de Friburgo, ha expresado que “su organización se dedica a la investigación interdisciplinaria de alta tecnología con un fuerte enfoque en la aplicación clínica y su papel en el proyecto DREIMS consistirá en el desarrollo de electrodos de interconexión eléctrica implantables”.