La doctora Gloria Iacoboni, hematóloga del Hospital Vall d’Hebron (Barcelona) e integrante de la Unidad CAR-T, explica en una entrevista concedida a ConSalud.es los aspectos más destacados del Congreso de la Sociedad Americana de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés), los últimos avances del linfoma de células de manto (LCM) y el impacto de la terapia CAR-T brexucabtagén autoleucel para su tratamiento.
Recientemente, se ha celebrado el congreso ASH, donde la terapia celular ha sido protagonista. ¿Qué ha sido lo más destacado?
Durante este congreso se han compartido abstracts muy interesantes. Un ejemplo han sido los análisis de seguimiento a más largo plazo de estudios pivotales de terapias CAR-T ya presentados previamente, como son los estudios ZUMA-5, ELARA o ZUMA-3. Estos han confirmado los resultados positivos que ya fueron publicados.También se ha analizado el impacto que puede tener la quimioterapia linfodeplectiva, tratamiento que se administra previo a la infusión del CAR-T, en los resultados posteriores de la terapia. También se han presentado datos de vida real actualizados de diferentes países como Estados Unidos, así como países europeos o Israel, y, por supuesto, datos españoles.
El linfoma de células del manto (LCM) es una patología muy complicada donde la media de supervivencia global es de entre dos y ocho meses. En ASH, se han presentado resultados con CAR, ¿cuáles son los últimos avances de la terapia CAR-T brexucabtagén autoleucel? ¿Qué impacto puede tener en los pacientes?
Brexucabtagen autoleucel (brexu-cel) es un constructo de segunda generación aprobado por la EMA y FDA para el linfoma de células del manto en pacientes que han recibido, al menos, una línea previa con quimioterapia en inhibidores de BTK. Actualmente, este tratamiento no tiene precio y reembolso en España.
"Se ha publicado una actualización del seguimiento con una mediana de tres años que confirma que los datos siguen siendo alentadores, sin toxicidades tardías inesperadas"
Durante el congreso ASH, se han presentado datos actualizados del estudio pivotal ZUMA-2. Se ha publicado una actualización del seguimiento con una mediana de tres años que confirma que los datos siguen siendo alentadores, sin toxicidades tardías inesperadas. Se ha profundizado en el análisis de características del paciente y producto que puede tener un impacto en la duración de la respuesta al tratamiento. Sin embargo, es necesario continuar con estas actualizaciones a medida que el seguimiento es mayor para verificar que las respuestas sean realmente duraderas.
Esta opción terapéutica ha revolucionado los resultados de esos pacientes que ya habían recibido las líneas terapéuticas estándares disponibles para esta patología. Es muy interesante porque los pacientes, a pesar de tener factores de alto riesgo, están respondiendo muy bien. Hay que tener en cuenta que estos factores de alto riesgo pueden impactar a otros tratamientos. En cambio, brexu-cel logra superar estos factores de alto riesgo y permite que los pacientes respondan por igual que aquellos que no los presentan.
¿Cómo están ayudando los CAR en linfoma? ¿Qué resultados están teniendo?
Las terapias CAR-T han supuesto un antes y un después en pacientes que ya habían recibido, al menos, dos líneas previas, y tenían unas posibilidades de respuesta completa duradera muy baja con las terapias disponibles, por debajo del 10%. La terapia CAR-T proporciona una posibilidad de remisión completa entorno al 35%-40%, aproximadamente, con la posibilidad de que un porcentaje de pacientes estén potencialmente curados. Podemos afirmar que ha supuesto una mejoría sustancial en el pronóstico de estos pacientes. Además, a medida que profundizamos nuestro conocimiento sobre estas terapias, los resultados mejoran, tanto en el manejo de toxicidades como en la selección de pacientes. Estamos logrando que los pacientes reciban el tratamiento en mejores condiciones, el balance es muy positivo.
Se han presentado los datos en vida real de los CAR-T para linfoma. ¿Cuáles han sido los datos más relevantes?
Ya hay un elevado número de pacientes tratados con CAR-T. A nivel nacional, se han tratado más de 400 pacientes en los diferentes centros infusores y, ahora, gracias a la apertura de nuevos centros, este número seguirá incrementándose. Los datos de vida real que hemos obtenido son prácticamente superponibles a lo observado en los ensayos clínicos, siendo esto un aspecto muy positivo. Las terapias no pierden eficacia fuera de ensayo clínico y, a medida que pasa el tiempo,estos resultados van mejorando. Cada vez hay más pacientes tratados, más seguimiento, más experiencia en el manejo de las toxicidades y, posiblemente, estemos llegando al máximo potencial de estas terapias.
¿Cuándo van a llegar estos resultados a España? ¿En qué punto estamos?
Tenemos disponible en España tanto axicabtagen ciloleucel como tisagen lecleucel para tratar el linfoma difuso de células B grandes para pacientes que han recibido un mínimo de dos líneas previas. Hay otras terapias que están aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos, como el brexucabtagén autoleucel para linfoma de células del manto o axicabtagén ciloleucel para el linfoma folicular. Esperamos que su disponibilidad en nuestro país llegue pronto.
¿Cuáles son los próximos pasos en el campo de los CAR-T?
Hay muchas líneas de investigación abiertas. Se están explorando opciones diferentes: la posibilidad de combinar terapias CAR-T con otros fármacos para potenciar su efecto, potenciar el constructo para que reconozcan más moléculas en la superficie de la célula tumoral o para que sea más potente en su activación, se puede dar en líneas anteriores… Sin embargo, ahora debemos observar los resultados que arrojan estos estudios para conocer cuáles son positivos, con el fin encontrar un cambio sustancial respecto al tratamiento disponible actualmente.