El dolor neuropático, una epidemia silenciosa: más de 3 millones de personas lo sufren en España

Estudios realizados en Europa demuestran que este dolor crónico oscila entre el 16% y el 31% de la población y en un 25% de los casos, se trata de un dolor de origen neuropático.

Mujer con dolor neuropático en consulta médica (Foto. Freepik)
16 octubre 2024 | 11:00 h
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Mañana, 17 de octubre, se celebra el Día Mundial contra el Dolor y según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) más del 30% de la población sufre algún tipo de dolor en España, principalmente personas entre los 45 y los 54 años de edad y, en un 60% de los casos, mujeres. Pero, además, un 18% de la población española sufre algún tipo de dolor crónico, es decir, padece dolor desde hace más de 3 meses, y más de un 5% de la población lo sufre diariamente.

El Dr. Alan Luis Juárez-Belaúnde, Coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la Sociedad Española de Neurología (SEN), explica que “el dolor es un sistema alarma que nos avisa de un daño actual o potencial y, por lo tanto, es un mecanismo de defensa. Pero ninguna persona está exenta de que el dolor se convierta en una entidad patológica en sí misma, convirtiéndose en lo que se denomina dolor crónico cuando se prolonga durante más de tres meses”.

"Lesiones, infecciones, enfermedades o tratamientos médicos, pero la diabetes y el dolor lumbar son las patologías que más frecuentemente se asocian a dolor neuropático, así como las secuelas postraumáticas o postquirúrgicas" 

Muchos estudios realizados en Europa muestran que la prevalencia del dolor crónico oscila entre el 16 y el 31% de la población y que, en aproximadamente un 25% de los casos, este dolor crónico es de origen neuropático. Es decir, entre un 7% y un 8% de la población europea sufre dolor neuropático crónico, un tipo de dolor que produce un daño o lesión en el sistema nervioso central o periférico. El doctor Alan Luis,explica los factores que se encuentran detrás de este dolor, "lesiones, infecciones, enfermedades o tratamientos médicos, pero la diabetes y el dolor lumbar son las patologías que más frecuentemente se asocian a dolor neuropático, así como las secuelas postraumáticas o postquirúrgicas. Aunque algunas personas también pueden desarrollar la misma clínica de dolor neuropático sin una causa aparente, denominado como dolor crónico primario y enmarcando dentro de la fisiopatología del síndrome de sensibilización central”.

En España, y según datos de la SEN, el dolor neuropático afecta a más de 3 millones de personas y cada año se producen alrededor de 400.000 nuevos casos, siendo más frecuente en mayores de 55 años y en mujeres. Cuando este problema aparece, los pacientes lo experimentan durante tiempo prolongado, y, con los tratamientos actuales, menos del 60% de los pacientes logran un adecuado alivio.

Además, el doctor cuenta como este dolor tiene una gran intesidad, la mayoría de veces se localiza en una parte concreta del cuerpo ya sea una pierna o un brazo, por lo que afecta a la calidad de vida de las personas que lo sufren y suele estar relacionado con otras patologías, aniedad, fatiga, depresión y trastornos del sueño, todos ellos considerados hoy fundamentales para nuestra salud, son significativamente más prevalentes en pacientes con dolor neuropático comparado con otros tipos de dolor: el 60% padece trastornos del sueño, el 42% fatiga, el 34% depresión y el 25% ansiedad

"Identificar correctamente este tipo de dolor puede no resultar sencillo, ya que es muy común que coexista con otros tipos de dolor, pero es necesario mejorar el diagnóstico"

“Una evaluación correcta de cada paciente y un diagnóstico adecuado son fundamentales para intentar mejorar el manejo del dolor neuropático. Identificar correctamente este tipo de dolor puede no resultar sencillo, ya que es muy común que coexista con otros tipos de dolor, pero es necesario mejorar el diagnóstico tanto del dolor neuropático en sí, como de las comorbilidades que suelen estar presentes en los pacientes con dolor crónico para que, tratados de manera temprana e integral, se pueda mejorar la calidad de vida de los pacientes”, señala Alan Luis Juárez-Belaúnde. “Y aunque es verdad que aún se necesitan fármacos más eficaces que consigan tratar el dolor neuropático a largo plazo, es importante poder ofrecer a los pacientes acceso a equipos transdisciplinares, porque consiguen mejorar las posibilidades de tratamiento, así como facilitar que los pacientes lleven a cabo medidas no farmacológicas, que deben ser consideradas de forma individualizada para cada paciente”, concluye.

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