Las lesiones de médula espinal (LME) provocan un deterioro permanente de las funciones de los brazos y manos, así como del resto de extremidades, al interrumpir la comunicación entre las regiones del cerebro que regulan funciones neurológicas esenciales y la médula espinal. Ante esto, algunos estudios han demostrado que la estimulación eléctrica de la médula espinalrestaura funciones neurológicas deterioradas cuando se aplica sobre segmentos que contienen neuronas involucradas en el control de estas funciones.
Además, se ha observado que la aplicación a largo plazo de estimulación eléctrica a la médula espinal durante la rehabilitación condujo a mejoras neurológicas que persistieron en ausencia de estimulación. Contrario a lo que puede parecer, la estimulación de la médula puede lograrse con metodologías no invasivas, suministrando corriente eléctrica a través de electrodos de superficie.
Se ha observado que la aplicación a largo plazo de estimulación eléctrica a la médula espinal durante la rehabilitación condujo a mejoras neurológicas que persistieron en ausencia de estimulación
En este contexto, se desarrolló un dispositivo que administra dicha estimulación, conocido como ARCEX. Ahora, un grupo de investigadores ha llevado a cabo un ensayo que evalúa la seguridad y eficacia de esta terapia para mejorar las funciones del brazo y la mano en personas con LME crónica.
“Realizamos un ensayo fundamental (Up-LIFT) para evaluar la seguridad de la terapia ARCEX para modular la actividad de la médula espinal cervical y la eficacia de dicha terapia para mejorar las funciones del brazo y la mano en comparación con la rehabilitación sola”, explican los investigadores tras publicar el estudio en 'Nature'.
Los criterios de valoración principales de la investigación fueron la seguridad y la eficacia, que se midieron en función de si la mayoría de los pacientes mostraban una mejora significativa, tanto en la fuerza como en el rendimiento funcional en respuesta a la terapia ARCEX, en comparación con el final de un período equivalente de rehabilitación sola.
Así, durante el año 2021, un total de 65 participantes se sometieron a pruebas de detección y se inscribieron en el ensayo Up-LIFT. A finales de junio de 2022, 60 participantes habían completado todo el protocolo y las evaluaciones. Todos ellos fueron sometidos a, al menos, 24 sesiones cada uno, durante los períodos de rehabilitación sola y terapia ARCEX. Durante las sesiones de terapia, la estimulación se administró a 30 Hz con una superposición de frecuencia portadora de 10 kHz, que consistía en 10 pulsos con una frecuencia de 10 kHz y un ancho de pulso de 100 µs.
Al completarse el estudio, se observó que se cumplía el criterio de valoración principal de efectividad. El 72% de los participantes demostraron mejoras mayores que los criterios de diferencia mínimamente importantes, tanto para los dominios de fuerza como para los funcionales. El análisis de criterios de valoración secundarios reveló mejoras significativas en la fuerza de pellizco de la punta de los dedos, la presión y la fuerza de la mano, las capacidades motoras y sensoriales de las extremidades superiores y aumentos en la calidad de vida.
El análisis de criterios de valoración secundarios reveló mejoras significativas en la fuerza de pellizco de la punta de los dedos, la presión y la fuerza de la mano
En concreto, de los 60 pacientes que completaron el ensayo con la terapia ARCEX, 43 demostraron claras mejoras en fuerza y función. Además, los participantes del estudio declararon una reducción de la frecuencia de los espasmos musculares, mejorías en el sueño y también una mejora generalizada de la parte superior del cuerpo, incluido el sentido del tacto.
Estos resultados demuestran la seguridad y eficacia de la terapia ARCEX para mejorar las funciones de manos y brazos en personas que viven con LME cervical, así como para mejorar la calidad de vida. En este sentido, el 87% de los pacientes dijo que la terapia ARCEX había mejorado su calidad de vida en general.