No es lo mismo vivir en los madrileños barrios de Vallecas,Tetuán o Carabanchel que en Mirasierra o Chamartín. La buena alimentación tiene su gradiente socioeconómico y este depende del barrio en donde se vive. Esta es la conclusión a la que ha llegado el proyecto 'Barrios Cardiosaludables (Heart Healthy Hoods)', financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC) y coordinado por la Universidad de Alcalá de Henares (UAH).
Este trabajo de investigación pilotado desde Madrid por el profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UAH, Manuel Franco, ha estudiado como influye el nivel socioeconómico en los hábitos poco saludables de la población, y entre otras conclusiones apunta también al excesivo consumo del alcohol o el tabaco en función del entorno urbanístico.
Los escolares de barrios con rentas más bajas tienen más accesibles la compra de bollería industrial o alimentos altamente procesados
A través del estudio 'Desigualdades socioeconómicas en el entorno alimentario minorista en torno a las escuelas en un contexto del sur de Europa' publicado en la revista Nutrients enmarcado dentro de 'Heart Healthy Hoods' y realizado por la Universidad de Alcalá (UAH), la de Drexel de Filadelfia y la Universidad de la Ciudad de Nueva York (ambas en Estados Unidos), se confirman las desigualdades generadas por nivel socioeconómico en la accesibilidad a alimentos no saludables en las cercanías de los centros educativos de Madrid.
TIENDAS DE ALIMENTACIÓN Y PRODUCTOS NO SALUDABLES
El estudio ha analizado la cantidad de tiendas que venden alimentos de escaso o nulo valor nutricional en los barrios de Madrid, principalmente en su ubicación cercana a los colegios madrileños. Entre las conclusiones se extraen que el 95% de las escuelas tienen establecimientos de alimentos no saludables en un radio de 400 metros. De media, hay 17 locales ubicados a unos 90 metros de distancia del centro escolar.
Figura 1: Escuelas en la ciudad de Madrid (2017): disponibilidad de puntos de venta poco saludables alrededor de las escuelas; proximidad de los centros educativos a las fuentes de alimentos poco saludables más cercanas. Extraída de 'Desigualdades socioeconómicas en el entorno alimentario minorista en torno a las escuelas en un contexto del sur de Europa' publicado en la revista Nutrients.
Este trabajo de investigación concluye que los colegios de áreas de menor nivel socioeconómico tienen una disponibilidad más alta de comercios que venden productos no saludables. Los barrios de niveles económicos más bajos cuentan con un 62% más de este tipo de tiendas y los niveles más altos un 40% menos.
El 95% de las escuelas tienen establecimientos de alimentos no saludables en un radio de 400 metros
"Las zonas más pobres tienen la comida basura más accesible que los barrios en donde hay población con un poder adquisitivo mayor, lo que evidenciaría el ya demostrado gradiente social en la obesidad infantil", sostiene Manuel Franco.
Tal y como manifiestan los autores de este estudio Julia Díez, Alba Cebrecos, Alba Rapela, Luisa N. Borrel, Usama Bilal y Manuel Franco, de esta forma, se está facilitando el acceso a los alimentos no saludables y se está generando un ambiente proclive para la obesidad infantil dentro del medio urbano. Esto coincide con que otro estudio ligado al proyecto 'Heart Healthy Hoods' revela que los barrios más ricos tienen más instalaciones que el resto de zonas del ayuntamiento de Madrid.