La dieta mediterránea ayuda a preservar el rendimiento cognitivo en los ancianos, además de la velocidad de procesamiento o la flexibilidad cognitiva. Esta teoría la han confirmado en el estudio prospectivo del CIBEROBN y la Universidad Rovira i Virgili-IISPV, publicado en la revista Frontiers in Aging Neuroscience, que evalúa la salud cognitiva y la ingesta dietética en 6.647 participantes del proyecto PREDIMED-Plus.
La salud cognitiva se define como la capacidad de pensar, aprender y recordar con claridad, algunas de las cosas más importantes en estas edades avanzadas. Ya que muchos de ellos no pueden realizar las actividades más normales de su día a día y necesitan asistencia para seguir con sus vidas.
Para ello se realizó un estudio en el que se evaluó la salud cognitiva y la ingesta dietética en 6.647 participantes. Los investigadores examinaron el impacto de tres patrones en la dieta, dietas mediterránea, DASH y MIND, sobre los cambios en el rendimiento cognitivo a los dos años en ancianos españoles con sobrepeso u obesidad con alto riesgo de enfermedad cardiovascular.
Las personas que estaban más encasilladas en la dieta mediterránea, recibían una puntuación más alta en las pruebas relacionadas con la función cognitiva general
En referencia a la dieta mediterránea se caracteriza principalmente por el aceite de oliva como fuente de grasa, un alto consumo en productos como la fruta, la verdura, las legumbres, las carnes rojas y los alimentos altamente procesados y con azúcar.
Por el lado de la dieta DASH siglas de Dietary Approaches to Stop Hypertension (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión) fue diseñada con el objetivo de reducir o prevenir la presión arterial alta. Se basa en verduras, frutas y cereales integrales. Incluye productos lácteos sin grasa o bajos en grasa, pescado, aves de corral, legumbres y frutos secos, y limita los alimentos con alto contenido en grasas saturadas, como las carnes grasas y los productos lácteos enteros.
Por último la dieta MIND es una mezcla de las dos mencionadas anteriormente, son las siglas de intervención mediterránea-DASHpara el retraso neurodegenerativo. Esta dieta se centra en los alimentos que ayudan a la salud del cerebro y a reducir el deterioro cognitivo.
Se llevaron a cabo ocho pruebas neuropsicológicas y la evaluación general de la salud cognitiva global, para evaluar la función cognitiva. La determinación de cada persona y su dieta, se realizó a través de un cuestionario sobre los alimentos que consumían cada uno.
Los resultados mostraron que las personas que estaban más encasilladas en la dieta mediterránea, recibían una puntuación más alta en las pruebas relacionadas con la función cognitiva general. Otros análisis señalaron que los beneficios cognitivos estaban relacionados con el consumo de alimentos ricos en grasas saludables, como el aceite de oliva. La adherencia a la dieta MIND también se asoció positivamente, pero sólo en relación a la memoria de trabajo. En el caso de la dieta DASH no se relacionó con ninguna mejora.