El icuts o accidente vascular cerebral es la primera causa de mortalidad entre las mujeres y la segunda entre los hombres en España. A pesar de la gravedad de sus consecuencias la supervivencia tras un ictus a los 10 años es algo superior al 40 %.
La mayoría de las personas que sobreviven a un ictus experimentan una serie de secuelas que van desde secuelas motoras, tanto de movilidad como de la expresión del lenguaje; alteraciones sensitivas; alteraciones en la orientación o consecuencias importantes en la visión.
Restaurar estos problemas de movilidad es cada vez más fácil gracias al avance tecnológico y a la tecnología robótica
Unas de las secuelas más comunes son las que afectan al movimiento ya que el ictus paralizara una de las mitades del cuerpo. Restaurar estos problemas de movilidad es cada vez más fácil gracias al avance tecnológico y a la tecnología robótica.
En restaurar la movilidad de la mitad superior del cuerpo está trabajando un grupo de alumnos del 4º de ESO del Colegio Nuestra Señora de la Merced de Zaragoza. Han diseñado un guante robótico para ayudar en el proceso de rehabilitación de las personas que han sufrido un ictus.
Esta iniciativa, desarrollada con la ayuda de la Asociación Ictus de Aragón (AIDA), ha sido seleccionada por la Fundación Endesa para formar parte del proyecto RetoTech, que tiene por objeto promover la innovación tecnológica en el entorno educativo.
Paciente de ictus en la demostración de cómo funciona el guante robótico
Este guante robótico está diseñado para que los pacientes puedan recuperar el control de sus manos y brazos, lo que lo convierte en un complemento ideal para las personas que han sufrido un ictus. Gracias a este proyecto innovador, los pacientes pueden realizar los ejercicios de recuperación de forma autónoma, es decir, desde casa y sin la ayuda directa de un terapeuta, evitando así desplazarse todos los días al centro de rehabilitación.
El dispositivo se controla a través de una app que se puede descargar fácilmente y manera gratuita. El guante está ideado para que los pacientes lo puedan adquirir de forma sencilla y económica y lo puedan fabricar en casa.
Una aplicación para el teléfono móvil es también lo que ha desarrollado el médico español Ezequiel Hidalgo, médico rehabilitador del Hospital Universitario Ramón y Cajal e investigador del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (Irycis).
La app, a través de realidad virtual, ayuda a rehabilitar después del hospital a pacientes que han sufrido un ictus o daño cerebral. En ella, se simulan las mismas actividades que los pacientes harían en un gimnasio tradicional pero que las pueden hacer desde su propia casa.
El madrileño Hosptial de Guadarrama también está utilizando la tecnología robótica para mejorar la rehabilitación del brazo en aquellas personas que sufren limitación provocada por un ictus, una lesión medular o una fractura de húmero entre otras.
El dispositivo propone realizar ejercicios terapéuticos funcionales en un entorno de realidad virtual, mediante juegos. Las intervenciones con el ‘Armeo Spring’ se basan en el principio de neuro plasticidad, la capacidad del cerebro para formar redes nuevas o modificar las existentes de forma constante, y que se mantiene aun cuando se ha sufrido un daño cerebral. Es la base de la memoria y el aprendizaje, e implica una visión dinámica de los mecanismos cerebrales.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, señaló durante la presentación del dispositivo que su utilidad como terapia complementaria “se apoya en las teorías internacionales más recientes de control motor y aprendizaje motor, mediante un brazo ajustable que ofrece ejercicios intensivos, repetitivos y orientados a tareas concretas dentro de una amplia área de trabajo en tres dimensiones”. Este recurso permite proporcionar un desafío entre paciente y robot que lo motive y vincule a su proceso neuro rehabilitador.