Según la Fundación Española de la Tartamudez (fundación TTM), un 2% de adultos y un 5% de niños tartamudean en España, eso son alrededor de 800.000 personas. En el Día Internacional de la Tartamudez hay que recordar que la tartamudez -o disfemia-, no es una enfermedad, sino un trastorno de la comunicación, que, además, tiene mayor presencia en hombres respecto a mujeres, siendo la proporción de 4 a 1.
Un 2% de adultos y un 5% de niños tartamudean en España
Hay diferentes formas en las que se puede manifestar la tartamudez. Según la logopeda de Policlínica Gipuzkoa, Aida Herrero, del equipo de Otorrinolaringología de Altuna & Saga, la tartamudez “se presenta mediante la repetición de sonidos, sílabas o palabras, bloqueos, silencios, tensión facial o corporal, velocidad excesiva, entre otras”, explica. “Lo hace entre los 2 y 5 años y desaparece en unas semanas o pocos meses”, continúa. “Si las disfluencias se prolongan en el tiempo o van en aumento es cuando deberíamos acudir al logopeda”, apunta Herrero.
Muchos dicen que existe una tendencia familiar, pero “las investigaciones realizadas hasta el momento, no han logrado encontrar el origen, por lo que no sabemos a ciencia cierta si existe un factor genético”, comenta la profesional.
¿CÓMO PUEDE AYUDAR UN LOGOPEDA EN EL TRATAMIENTO?
Para conseguir corregirla o dar los recursos necesarios para controlarla, el tratamiento logopédico dependería de las dificultades y las necesidades de cada paciente. Generalmente “se trabajará la relajación, la respiración, el ritmo y la coordinación fonorespiratoria”, cuenta la especialista. “En adultos, lo ideal sería combinar el tratamiento logopédico con el psicológico”, concluye.