“No se trata solo de la voluntad de donar o no”. El hecho de que nuestro país sea líder a nivel mundial en donación de órganos, tiene que ver con la solidaridad y compromiso de la ciudadanía, pero no se queda solo aquí.
“Somos muy altruistas y la sociedad española es generosa, pero también lo son otras sociedades”, comenta a ConSalud.es el Coordinador de Trasplantes del Hospital 12 de Octubre de Madrid, el Dr. Amado de Andrés. Pero no es esto lo que nos ha llevado a ser líderes mundiales en donación, sino el hecho de “haber sido pioneros y establecido una forma de trabajar que conocemos como el Modelo Español”.
El Modelo Español de Coordinación y Trasplantes – explica a este medio la Dra. Beatriz Domínguez-Gil, directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) – es un modelo organizativo de un proceso de alta complejidad como es la donación. A grandes rasgos, este Modelo permite identificar todos los potenciales donantes de órganos para evitar que estos potenciales donantes se pierdan por el camino, una vez que para ser donante hay que fallecer en unas condiciones concretas que hagan posible la donación (morir en un hospital o una UCI conectado a ventilación mecánica, no tener patologías médicas contraindicadas para la donación…).
“Calculamos que solo entre el 1 y el 2% de los fallecidos en un hospital lo hacen en estas condiciones. El éxito de este proceso está en no fallar en la identificación de las oportunidades de donación”, insiste la Dra. Domínguez-Gil. Aquí radican los buenos resultados del modelo español. “En otros países ocurre que no se identifican bien los posibles donantes, entonces se les escapan el 90% de los donantes”, comenta el Dr. de Andrés.
Este Modelo no solo se ciñe a lo estrictamente técnico, como es la idoneidad de los órganos o la logística para conservarlos, sino que también se enfoca en tratar con las familias de los donantes, para que accedan a la donación si así lo consideran o así lo deseaba el paciente. “Desarrollar todo este proceso de forma impecable es lo que justifica el éxito español”, recuerda la directora de la ONT.
Aunque las donaciones descendieron en 2020 por causa de la pandemia de Covid-19, aún este año "alcanzamos tasas de actividad que no alcanza ningún país de nuestro entorno en circunstancias normales"
Los datos confirman el éxito del Modelo Español. En 2019, España alcanzó el máximo histórico de donaciones, con una tasa de 49 donantes por cada millón de habitantes. Una cifra “inimaginable para la mayor parte de los países del mundo”. A modo de comparativa, ese mismo año, Estados Unidos tuvo una tasa de 36 donantes por millón, mientras que la media de la Unión Europea estuvo alrededor de los 20 donantes por cada millón.
Y aunque las donaciones descendieron en 2020 por causa de la pandemia de Covid-19, aún este año “alcanzamos tasas de actividad que no alcanza ningún país de nuestro entorno en circunstancias normales. Es evidente la resistencia y la capacidad de adaptación de nuestro programa”, subraya la Dra. Domínguez-Gil.
Pero si bien “no se trata solo de la voluntad de donar”, también tiene que ver. España lleva una década con un porcentaje de negativas de las familias a donar por debajo del 20% y en el último año, en torno al 17%. Esta cifra que es notablemente mayor en otros países, lo cual reafirma nuestro carácter altruista.
Para haber consolidado esta “cultura de la donación” y seguir trabajando para que cada vez se registren menos 'noes', es importante que la sociedad sea consciente de la importancia de la donación. Con este objetivo, la ONT reconoce que las campañas para promover la donación tienen un coste muy elevado para el poco impacto que suponen. Por esta razón, el planteamiento siempre es “la promoción de la donación desde los medios de comunicación”.
“A la hora de llegar a la población trabajamos con los medios de comunicación porque en España son verdaderos aliados para promover la importancia de la donación y el trasplante”. Y este abordaje funciona "porque se percibe siempre un espíritu de orgullo, de éxito compartido del programa de donación y trasplantes, en el que están implicados los profesionales y la sociedad”.
“El late motiv de la donación es que el paciente necesita un trasplante para vivir, pero la donación póstuma también tiene un impacto positivo en la familia que se queda”
Además de la concienciación, la entrevista a la familia es otro aspecto clave en las donaciones. A día de hoy, aún existe una “laguna formativa en las carreras biomédicas” y no se enseña a los profesionales a dar malas noticias, ni cuidar de los pacientes y familias en momentos de duelo. “Nuestra estrategia va dirigida a mejorar la comunicación con las familias, lo cual va a influir en la calidad percibida de la asistencia sanitaria e indirectamente, también en el aumento del apoyo a la donación”.
Esta comunicación, también puede ser de ayuda para las familias en duelo, que pueden ver en el gesto altruista de la donación una forma de “sacar bueno, de lo malo”. “El late motiv de la donación es que el paciente necesita un trasplante para vivir, pero la donación póstuma también tiene un impacto positivo en la familia que se queda”, explica la Dra. Domínguez-Gil. Este beneficio es aún mayor en las familias de donantes infantiles, que pueden percibir en la donación una forma de “obtener algo positivo de una situación tan trágica” y haber podido ayudar a otras personas, pese a haber perdido a un hijo.
“Y cuando una persona fallece y es donante, también está haciendo efectivos los valores de solidaridad o compromiso social que han regido su vida y que se plasman en la segunda oportunidad de vivir de los receptores. Es una forma de trascender”, insiste la directora de la ONT.
Seguir trabajando para identificar “aún más” los potenciales donantes es el camino a seguir marcado por los expertos. Un proceso que debe ir acompañado de la adaptación a la situación del coronavirus, la colaboración con la sanidad privada y la innovación para conseguir llegar al objetivo del Plan 50x22, que persigue alcanzar este año 2022, una tasa de 50 donantes por cada millón. Un objetivo que hubiésemos conseguido, si no fuese por la pandemia, concluye la directora de la ONT.