Los niños y adolescentes son uno de los grupos poblacionales más vulnerables a los efectos que producen en la salud agentes contaminantes, el cambio climático o el estilo de vida. Según reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS) los menores de 5 años, que son el 8,5% de la población, constituyen el 36% de la carga de enfermedad por causa ambiental. “Se estima que la morbimortalidad atribuida a la emergencia climática recae hasta un 88% en menores de 5 años”, apunta el Dr. Julio Álvarez Pitti, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (CPS-AEP) e investigador en el CIBER OBN a Consalud.es.
En el Día Mundial del Niño hablar de su salud es un imperante. Tras tres años de pandemia la salud mental y la salud en general de esta población ha empeorado. Además del impacto de la contaminación comentado, los hábitos de salud están repercutiendo en su bienestar. En 2022, según el último estudio PASOS, el 21,6 % de los niños y adolescentes españoles de entre 8 y 16 años tenían sobrepeso, y el 11,8% obesidad. La tasa parece estar disminuyendo, pero, con todo, son “unos valores no aceptables”, explica el investigador y también jefe clínico de la Unidad contra la Obesidad y el Riesgo Cardiovascular del Servicio de Pediatría del Hospital General de Valencia.
El mismo estudio de la Fundación Gasol señala que el 32,2% de los niños entrevistados se sentían preocupados, tristes o infelices, el 24,1% tenía dolor y se sentían mal, el 8,5% sufría problemas al caminar; el 7,3% no hacía actividades de forma habitual y el 4,3% admitía no cuidar de sí mismo. Además, en 2022 se superó en 78 minutos al día la recomendación de uso de pantallas entre semana, y en 174 minutos al día los fines de semana.
Prevención y promoción de la salud, en estos pilares se enfoca actualmente gran parte de la atención pediátrica
Todo ello se traduce en enfermedades crónicas en la edad adulta. Las patologías cardiovasculares, renales, digestivas o neurológicas tienen su origen en factores de riesgo a los que se exponen los pacientes en sus primeras dos décadas de vida, y “podría prevenirse”. “Esta afirmación ha quedado evidenciada en un estudio publicado en The New England Journal of Medicine que revela que la prevención de la enfermedad cardiovascular tiene que comenzar ya en las edades pediátricas”, indica el Dr. Álvarez Pitti.
ESTRATEGIAS EN PEDIATRÍA
Prevención y promoción de la salud, en estos pilares se enfoca actualmente gran parte de la atención pediátrica. El objetivo es evitar factores de riesgo como el tabaquismo, la obesidad o la hipertensión en la infancia, para evitar que estos no solo produzcan problemas de salud en los niños, sino que deriven en el desarrollo de patologías como el cáncer, diabetes, patologías cardiovasculares o respiratorias con una alta carga de morbimortalidad en la edad adulta. En estos puntos los avances científicos han permitido variar y mejorar los abordajes de la salud de los niños para que sean pequeños y mayores sanos.
En los últimos años, la preocupación por esta situación ha reunido esfuerzos por parte de asociaciones, sociedades científicas y ejecutivos para poner medidas que frenen la realidad actual. En junio de 2022 se presentó el Plan Estratégico Nacional de Lucha Contra la Obesidad Infantil (2022-2030), también se han realizado a nivel autonómico planes sobre salud mental infanto-juvenil o se ha aprobado la especialidad de Psiquiatría Infantil.
Dr. Álvarez Pitti: "El reto a medio y largo plazo es que los hábitos saludables calen en la sociedad"
El Dr. Álvarez Pitti señala que son varios los puntos que han variado en el día a día de la consulta en cuanto a promoción y prevención de los problemas de salud. Los hábitos alimentarios, la actividad física y el uso de dispositivos digitales centran la atención actual de las consultas pediátricas. “Cada vez hay una evidencia más clara de que los alimentos ultraprocesados son perjudiciales para la salud y que los padres deberían de evitar que entraran en la dieta familiar”, indican. A su vez, los doctores también inciden en que la verdura a su vez debe ser un plato principal, acompañado de proteína y/o hidratos de carbono.
El ejercicio físico también es un punto en el que inciden los profesionales. “Por un lado la cantidad de Actividad física necesaria para mantener la salud: en niños y adolescentes según la OMS, 60 minutos diarios. Pero por otro lado, y casi tan importante es la intensidad a la que es adecuada realizar esta AF. Una intensidad que ha de ser como mínimo de moderada a intensa para que tenga beneficios para la salud”. Además de un ejercicio tonificación al menos tres días a la semana.
Y por último las pantallas, que “han venido para quedarse”, pero se ha de aprender “a tener una relación saludables con ellas”, señala el pediatra. “Su uso no adecuado también se ha visto relacionado con sedentarismo, incremento de la ingesta de alimentos, no saludables, mayor riesgo de obesidad, aislamiento, depresión y conductas adictivas. Por ello lo importante es tener herramientas que nos permitan formarnos en un uso adecuado, llegando a acuerdos dentro de la familia”, manifiesta.
De esta forma, los profesionales sanitarios buscan resolver los problemas de hábitos de alimentación, sedentarismo y uso de pantalla que existen actualmente en la población más joven. “El reto a medio y largo plazo es que los hábitos saludables calen en la sociedad. Para ello es necesario una acción conjunta de sociedades científicas, instituciones, y por supuesto el sistema educativo”, concluye el Dr. Julio Álvarez Pitti.