Protonterapia, una alternativa avanzada, segura y efectiva para luchar contra el cáncer

Según el doctor Miralbell, "está técnica es sin duda alguna la más avanzada en la actualidad porque permite esculpir de manera óptima la dosis en el tumor y a su alrededor respetando de manera los tejidos sanos circundantes".

Primer Centro de Protonterapia de Quirónsalud
Primer Centro de Protonterapia de Quirónsalud
Lorena García - Redactora
4 febrero 2019 | 00:00 h
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La protonterapia será una realidad en 2019 en España. Y es que Quirónsalud va a estrenar el primer Centro de Protonterapia de nuestro país, un proyecto en el que el grupo hospitalario ha invertido 40 millones de euros. La estructura (Gantry) y del ciclotrón (acelerador de partículas) de la aparatología se convertirán en las próximas fechas en una alternativa avanzadasegura y efectiva para luchar contra el cáncer. Para conocer más a fondo en qué consiste esta innovadora técnica, Consalud.es ha hablado con el doctor Raymon Miralbell, director médico del Proyecto Protonterapia de Quirónsalud.

El doctor Raymon Miralbell, director médico del Proyecto Protonterapia de Quirónsalud.

¿En qué consiste esta nueva técnica contra el cáncer?

La protonterapia es un tratamiento de radioterapia que usa un haz de protones para irradiar el tejido afectado por un tumor en lugar de los fotones que utiliza la radioterapia convencional. Los haces de protones, se producen a partir de átomos de hidrógeno, a los que se extrae el único electrón del que disponen y, mediante un ciclotrón (un potente acelerador circular en cuyo interior dan vueltas aumentando su energía hasta el punto deseado) se obtienen haces de protones que son dirigidos mediante potentes imanes hacia el tumor en cuestión para su tratamiento.

¿En qué se diferencia la protonterapia de los tratamientos convencionales de radioterapia? ¿Es más precisa y efectiva?

La diferencia fundamental es la utilización de protones en lugar de fotones. Los protones tienen una masa relativamente mayor a la de otras partículas subatómicas, lo que implica conseguir un haz que apenas se disipa, permanece enfocado al tumor y el tejido circundante recibe una dosis mínima de radiación.

"Este nuevo equipamiento nos permitirá desarrollar en un nuevo campo nuestra labor de investigación y la docencia, tanto en oncología radioterápica como en el propio proceso de la radioterapia"

En el caso de la radioterapia convencional, esta focalización es imposible. Los rayos X que se utilizan afectan a todo el tejido irradiado, como una bala que atravesara nuestro cuerpo desde la entrada hasta la salida, causando daños a lo largo de todo el recorrido. Cuando utilizamos la protonterapia, estos daños, gracias a un fenómeno que se conoce como pico de Bragg, no se producen o son mínimos ya que la energía se concentra en un punto en concreto ya que apenas los produce al entrar en el organismo y no existe una dosis de salida ya que la energía se queda en el punto donde está el tumor. El hecho de que los efectos colaterales sean mínimos permite exponer al tumor a más dosis de radiación, lo que ayuda a incrementarlas probabilidades de mejoría y/o curación del paciente.

¿Qué significa para Quirónsalud traer el primer centro de protonterapia a España?

Para Quirónsalud significa cambiar el escenario actual en nuestro país para el tratamiento oncológico, contribuyendo a la mejor asistencia y atención a los pacientes.

Los pacientes en los que está indicado pueden por fin recibir el mejor tratamiento sin necesidad de trasladarse a otro país y nuestro sistema de salud se evita tener que financiar los tratamientos en el extranjero, tanto el coste del mismo como hospedaje, traslados, etc., como ha tenido que hacer en los últimos 40 años.

También es importante destacar que este nuevo equipamiento nos permitirá desarrollar en un nuevo campo nuestra labor de investigación y la docencia, tanto en oncología radioterápica como en el propio proceso de la radioterapia.

¿Esta técnica está diseñada para todo tipo de cánceres? ¿Qué efectos secundarios tiene?

Es importante destacar que, en todos los casos oncológicos, cada uno requiere un tratamiento específico que ha de ser valorado por el equipo asistencial que los trata, indicando en cada caso cuál es el más conveniente para el tipo de cáncer que se padece.

No en todos los casos está indicada la protonterapia pero es especialmente útil en el caos de los tumores intraoculares (melanoma) necesitados de altas dosis para su curación pero rodeados de estructuras muy sensibles como son el cristalino, la coroides y la retina. También, tumores situados en la base de cráneo cerca del agujero occipital, difíciles de extirpar y resistentes a las dosis administrables con radioterapia convencional y no incrementables por la sensibilidad de los nervios ópticos, el tronco cerebral, y partes del cerebro adyacentes al blanco a irradiar.

También en el caso de los tumores pediátricos que, por su elevado nivel de curación actual (80% a 5 años), es prioritario reducir a toda costa los efectos secundarios inducidos por las radiaciones en los órganos en crecimiento, desarrollo integral y la inducción de canceres radioinducidos en la vida adulta.

Además, un sinfín de indicaciones están siendo investigadas hoy en día como, por ejemplo, los tumores cerebrales en adultos jóvenes, o la posibilidad de proteger el corazón en pacientes con cáncer en la mama izquierda en las que la radioterapia sea necesaria. Básicamente, podríamos decir que todo paciente, en la que un incremento de dosis de radiación al tumor sea necesario para aumentar la probabilidad de control de la enfermedad o, inversamente, en la que una reducción de la dosis a los órganos críticos circundantes sea prioritaria es potencialmente candidato a un tratamiento con protones.

Por último, ¿podemos decir que esta nueva técnica es la más avanzada en la actualidad?

Sin duda alguna. Esta técnica permite "esculpir" de manera óptima la dosis en el tumor y a su alrededor respetando de manera los tejidos sanos circundantes. Nunca, los haces de fotones por mucho que su poder de penetración haya aumentado desde los años 1980, pueden competir con los protones en este aspecto ya que su efecto continúa inexorablemente en los tejidos sanos más allá del blanco a irradiar.

La mínima –incluso nula- radiación en los alrededores del tumor, una menor dosis total de radiación por tratamiento, ausencia de tumores secundarios a la radiación, la notable mejora de la calidad de vida del paciente y el aumento de las probabilidades de mejora y curación del paciente suponen un avance importantísimo en el tratamiento de esta enfermedad y, para toda la comunidad médica española, un privilegio poder poner a disposición de los pacientes un recurso único que nos permite  practicar una mejor medicina al servicio de los pacientes y además lo más cerca posible de su casa.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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