Este viernes, 17 de septiembre, Día Mundial de la Seguridad del Paciente, toca analizar la situación de la asistencia sanitaria tras la pandemia, que ha supuesto retrasos, cierres de consultas y dificultades para acceder a a la Sanidad. Por eso la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) ha pedido este viernes al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas acabar conlos retrasos y las cancelaciones de consultas y terapias de los pacientes crónicos, para garantizar su seguridad, tras vivir una pandemia y una post pandemia en la que los servicios sanitarios no han “recuperado todavía su actividad anterior”.
Una situación que se ha ido agravando y está repercutiendo directametne en la salud de las personas. Así lo ha puesto de manifiesto la presidenta de la POP, Carina Escobar, que ha explicado cómo la pandemia de la COVID-19 ha complicado la situación de salud y seguridad del os pacientes crónicos debido a los retrasos, cancelaciones de consultas y terapias, así como al aumento de las listas de espera, algo a lo que se ha sumado además la falta de continuidad asistencial.
“Si antes necesitábamos un sistema mucho más flexible y adaptado a la complejidad del paciente crónico, ante esta nueva realidad esta necesidad se ha vuelto urgencia”, ha asegurado la presidenta de la POP. De este modo,piden una continuidad asistencial que esté presente en los diferentes niveles y servicios que necesite la persona con enfermedad, entre los que destacan la atención domiciliaria o los hospitales, sobre todo en los casos de larga estancia.
El 64% de los pacientes crónicos a los que se les programó una prueba diagnóstica, ésta tardó, de media, dos meses en llegar y el 43,3% recibió un nuevo diagnóstico pasados 117 días, de media, desde el inicio de empeoramiento
Según los datos recogidos por la POP en la tercera fase del 'Estudio del impacto de la Covid-19 en las personas con enfermedad crónica, el 42,8% de los pacientes crónicos manifestaron haber experimentado un empeoramiento de su salud o la aparición de síntomas nuevos desde el inicio de la pandemia.
También ha puesto sobre la mesa que, en el periodo comprendido entre el 19 de mayo y el 14 de junio de 2021, al que se refiere el estudio, el 64% de los pacientes crónicos a los que se les programó una prueba diagnóstica, ésta tardó, de media, dos meses en llegar y el 43,3% recibió un nuevo diagnóstico pasados 117 días, de media, desde el inicio de empeoramiento.
Según la POP estos datos, entre otros, son un riesgo para la seguridad de las personas con enfermedad, que están sufriendo de manera directa las carencias en los procesos y en las metodologías necesarias para minimizar el riesgo de sufrir cualquier evento adverso en el proceso de atención de su salud. “Debemos mitigar las consecuencias de estas situaciones, sobre todo en el caso de las personas más vulnerables”, ha añadido Carina Escobar. “¿Cómo vamos a garantizar la seguridad del paciente, sino le estamos tratando, sino le ofrecemos una continuidad y coordinación asistencial adecuadas? Esta es la clave”, ha reclamado la presidenta.
Desde la Plataforma de Organizaciones de Pacientes han recordado además la importancia de alcanzar un compromiso político para retomar la atención sanitaria. En relación a esto, la presidenta de la POP ha subrayado que “es necesario apostar por la co-gobernanza en el SNS para que se tenga en cuenta la participación de las organizaciones de pacientes; retomar y agilizar la atención sanitaria a las personas con enfermedad crónica o a la espera de un diagnóstico; y garantizar el acceso a los tratamientos, eliminando las trabas administrativas (caducidad de la receta, visados… ) y dotando de recursos necesarios al sistema, teniendo en cuenta las limitaciones de movilidad y el contexto social de las personas con enfermedad”. Desde la POP también creen necesario que se reorganice y se invierta en atención primaria y comunitaria, así como en asistencia para las necesidades emocionales y de salud mental de todas las personas que conviven día a día con la enfermedad en una crisis como la actual.