Hoy, 13 de julio, se celebra el Día Internacional del Sarcoma, un tipo de tumor poco frecuente que afecta, sobre todo, a niños y adolescentes. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), explica que los sarcomas óseos recogen una incidencia de alrededor de un paciente nuevo por año por cada 100.000 habitantes.
Con todo, pese a su “rareza”, el osteosarcoma se alza como la quinta causa de cáncer en adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años. Además, se observa una leve mayor frecuencia en niños, que en niñas, así como en niños afroamericanos.
¿CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS?
Los sarcomas óseos se distinguen en ocho grupos: los osteosarcomas, condrosarcoma, sarcoma de Ewing, angiosarcoma, fibrosarcoma, cordoma, adamantimoma y otros sarcomas. Los tipos de sarcomas óseos más comunes son el osteosarcoma y el sarcoma de Ewing.
Este cáncer aparece con mayor frecuencia en los extremos de los huesos largos como pueden ser los de las piernas o el húmero
El dolor, hinchazón o la aparición de un bulto en el hueso o alrededor, son algunos de los síntomas más frecuentes de un posible caso de sarcoma óseo. Por normal general, los síntomas se desarrollan durante meses y varían a lo largo del tiempo. Asimismo, la SEOM explica que es habitual que existan antecedentes de traumatismos, golpes o sobrecarga ósteo-muscular, si bien estos acostumbran a ser los precipitantes de los síntomas y no la causa de la enfermedad.
Para detectarlo, la primera técnica diagnóstica a realizar es una radiografía simple de hueso, aunque esta técnica no siempre permite el diagnóstico diferencial de los distintos sarcomas óseos. Por ello, se completa el estudio radiológico con un TAC o una resonancia magnética. El diagnóstico definitivo del tipo de sarcoma óseo se realizará mediante una biopsia de tejido tumoral. El tratamiento del sarcoma óseo localizado se basa en la cirugía y la quimioterapia.
El St. Jude Children’s Hospital Research informa que este cáncer aparece con mayor frecuencia en los extremos de los huesos largos como pueden ser los de las piernas o el húmero, si bien también pueden aparecer en huesos planos que sostienen y protegen órganos vitales. Además, entre el 15-20% de los pacientes presentan propagación a pulmones y huesos.
Las causas del osteosarcoma aún no son conocidas, si bien puede estar relacionado con el crecimiento rápido del hueso, por ejemplo, durante la pubertad
Si la enfermedad no se ha propagado, es decir, se encuentra localizada, el índice de supervivencia a largo plazo está entre el 70 y el 75%, recoge el St. Jude. Con todo, si se ha extendido a pulmones u otros huesos en el momento del diagnostico, el índice de supervivencia a largo plazo se sitúa en alrededor del 30%.
¿POR QUÉ APARECE EL OSTEOSARCOMA?
Las causas del osteosarcoma aún no son conocidas, si bien puede estar relacionado con el crecimiento rápido del hueso, por ejemplo, durante la pubertad. Esto explicaría la aparición de osteosarcomas sobre todo en adolescentes.
Asimismo, la presencia de enfermedad de Paget (una patología en la cual el tejido óseo viejo se reemplaza progresivamente por tejido óseo nuevo) o el haber recibido radioterapia sobre el hueso en el pasado, puede aumentar el riesgo de sufrir un osteosarcoma. “Muy raramente, el osteosarcoma puede ocurrir como consecuencia de una alteración genética, como en el caso del síndrome de Li-Faumeni", concluye la SEOM.