El melanoma es un tumor que se encuentra entre los 10 más frecuentes que cada año se diagnostican en España. Para 2023 se estima que se notificarán 8.049 nuevos casos de este carcinoma epidermoide. Unas cifras de nuevo mayores que las detectadas el año anterio, en 2022 se cifró este cáncer en 7.474 nuevos casos. Según estos datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la incidencia de esta cáncer de piel se ha incrementado en los últimos 20 años, un 54% en nuestro país.
Se trata de un cáncer con una importante capacidad para generar metástasis. Se estima que el 16,6% de los casos se detectan en estado avanzado, lo que reduce por mucho el pronóstico: en estadio precoz el melanoma tiene una supervivencia del 98%, en metástasis por debajo del 30%. Es por ello que todo lo que permita mejorar su diagnóstico, tratamiento y, en definitiva, su abordaje, es bien recibido en este tumor que año tras año, principalmente a causa del sol, incrementa. Y en este sentido, las nuevas tecnologías han demostrado ser un gran pilar para mejorar la atención a este tumor.
Se está investigando el uso de ondas electromagnéticas focalizadas de alta intensidad para el tratamiento de tumores benignos, e incluso, en fases muy experimentales, para el melanoma
Las nuevas tecnologías en dermatología han supuesto un cambio de paradigma en la atención de las patologías atendidas por esta especialidad. Han permitido mejorar el acceso a la atención a aquellos pacientes que viven en lugares remotos; tener cribados más precisos a través de técnicas de imagen como la ecografía cutánea, la dermatoscopia digital y la microscopía confocal, o ahondar en técnicas más novedosas.
Actualmente, por ejemplo, se está investigando el uso de ondas electromagnéticas focalizadas de alta intensidad para el tratamiento de tumores benignos, e incluso, en fases muy experimentales, para el melanoma, explica el Dr. José Luis López Estebaranz, dermatólogo, presidente del (Congreso IberoLatinoamericano de Dermatología (CILAD) y coordinador del libro recientemente publicado ‘Nuevas tecnologías en dermatología’, que recoge en nueve capítulos los avances en teledermatología, el uso de inteligencia artificial y los sistemas de luz y láser.
Novedades y nuevas herramientas que tienen también su aplicación en el melanoma, y que están permitiendo grandes avances en diagnóstico y tratamiento de esta patología, que se traducen, a su vez en un aumento de la supervivencia libre de la enfermedad.
DIAGNÓSTICO Y SEGUIMIENTO DEL MELANOMA
Es mucha la investigación que hoy en día se está realizando sobre el melanoma, trabajando en las cada vez mejores tasas de supervivencias. Diferentes equipos de científicos han conseguido desarrollar programas con las que mejorar el abordaje de este tumor. Nos encontramos con iniciativas para identificar con inteligencia artificial los patrones de comportamiento de aquellas células con potencial metastásico para prever la evolución y poder prevenirlo; o evaluar con algoritmos la gravedad del cáncer. También se han desarrollado métodos de inmunoterapia con nanotecnología o de parches que permiten mejorar la eficacia de los tratamientos. Todos ellos son avances que actualmente están en periodo de investigación. Pero algunas de esas formas de vanguardia están cada vez más cerca.
Como señala un artículo de investigadores del Hospital Clínic de Barcelona, publicadas en ‘Actas de Dermatología’, las nuevas tecnologías “revolucionarán” el diagnóstico del melanoma cutáneo. Con inteligencia artificial para el diagnóstico de lesiones cutáneas o test de expresión génica no invasivo (análisis de lesión pigmentaria) se permite descartar si se trata de un melanoma cutáneo sin necesidad de extirpar o biopsiar parte del tejido. “El diagnóstico de las lesiones melanocíticas es complejo, las nuevas herramientas tecnológicas basadas en la inteligencia artificial y en la expresión génica prometen simplificar este proceso y disminuir el número de errores diagnósticos y terapéuticos”, señalan estos autores.
En la monitorización del melanoma “se está utilizando también la ecografía cutánea para realizar seguimiento ganglionar tras la extirpación del tumor”, indica el Dr. López Estebaranz
Actualmente algunas de estas técnicas se utilizan en la práctica clínica. La microscopía confocal es una tecnología presente en el día a día del diagnóstico del melanoma. En la monitorización de este, como explica el Dr. López Estebaranz, “se está utilizando también la ecografía cutánea para realizar seguimiento ganglionar tras la extirpación del tumor”.
A eso se suman los trabajos para mejorar el tratamiento de esta patología, no solo con la investigación en ondas electromagnéticas de alta intensidad, sino también con técnicas de vehiculización de fármacos a través de láser que ya se están utilizando contra carcinomas cutáneos en el día a día. Esta técnica permite generar canales de microablación y administrar corticoides, fotosensibilizantes e inmunoterapia tópica, que actualmente se ha utilizado para cicatrices, lesiones por la luz o cáncer cutáneo no melanoma, como indica un ensayo del Hospital Universitario Ramón y Cajal. “Nosotros lo usamos en carcinoma vasocelular”, explica el Dr. José Luis López Estebaranz.
En el melanoma, en concreto, actualmente también se está avanzando mucho en fármacos que están mejorando la supervivencia de los pacientes en fase avanzada y la eficacia del tratamiento en fases más precoces. “En terapia biológica antitumoral se está avanzando de forma exponencial con nuevos fármacos que han ido apareciendo y que nos permiten tasas de supervivencia inimaginables hace años”, indica el experto. “Los diagnósticos cada vez más precoces y estos tratamientos están mejorando indudablemente el abordaje de esta patología. Pero es importante recordar la necesidad de protegerse de la luz solar y de conocer las señales para evitar el aumento de casos que año tras año se producen”, concluye.