La enfermedad celíaca (EC), también llamada enteropatía por sensibilidad al gluten, es un trastorno sistémico de base inmunológica causado por la ingesta de gluten y otras proteínas afines que afecta a individuos predispuestos genéticamente.
Se trata, además, de la hipersensibilidad alimentaria más frecuente en nuestra población, a pesar de que más del 70% de las personas permanece sin diagnosticar. Se estima que el 1 % de la población española es celiaca y que es dos veces más común en mujeres que en hombres.
Aunque la EC no tiene cura, llevando a cabo una dieta sin gluten se solucionan los problemas asociados. Además, una vez que el paciente comienza una dieta sin gluten los síntomas deberían desaparecer en una media de 4 semanas y los anticuerpos negativizarse a los 6 meses. Por ello, resulta primordial el diagnóstico precoz de la enfermedad.
Una vez que el paciente comienza una dieta sin gluten los síntomas deberían desaparecer en una media de 4 semanas
La pérdida de peso, fatiga crónica, irritabilidad, anemia ferropénica, enfermedad tiroidea autoinmune o dolor articular o musculares son según el equipo médio de Melio, síntomas asociados a la enfermedad, en la edad adulta. Además, pueden darse manifestaciones cutáneas como dermatitis, eczemas, psoriasis; ginecológicas como abortos de repetición, menopausia precoz, primera menstruación tardía, infertilidad; o neurológicas como neuropatía periférica (hasta en un 50% de los celíacos) con hormigueo, entumecimiento y ardor en las manos y piernas, ataxia (falta de control muscular o de coordinación de los movimientos voluntarios), migrañas, etc.
Por su parte, en la infancia los síntomas más comunes son los digestivos como diarrea, distensión abdominal y dolor, acidez y/o reflujo, estreñimiento o vómitos