La visión es uno de los cinco sentidos del ser humano, y aunque en algunos casos sea inevitable sufrir una patología, el 80% de los casos de ceguera son evitables con una atención oftalmológica. El Día Mundial de la Visión, celebrado el 8 de septiembre, busca crear conciencia social sobre la importancia de la salud ocular y garantizar un mejor acceso a los servicios oftalmológicos.
Las afecciones más comunes son la miopía, que dificulta ver claramente objetos distantes; la hipermetropía, que dificulta ver objetos cercanos; el astigmatismo, que provoca una visión distorsionada; el glaucoma que es una enfermedad del nervio óptico, o las cataratas. Cada vez aumentan más los problemas de visión debido al uso de pantallas. Pero además, a eso hay que añadirles las afecciones causadas por el estrés, que pueden ser muy frecuentes, principalmente en jóvenes.
El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional que puede afectar a la salud provocando dolor de cabeza, aparición de contracturas, problemas de salud mental e incluso problemas de salud visual. En momentos de crisis o estrés, como la propia pandemia que vivimos, pueden tener un efecto directo en la visión.
“Los espasmos acomodativos son bastante frecuentes”, señala Muñoz Negrete. En consulta se suele realizar un tratamiento para relajar la visión, y principalmente la visión de cerca
Una de esas patología es el espasmo acomodativo, también conocido como 'falsa miopía'. “Produce un aumento transitorio de la miopía y, por tanto, una dificultad para ver de lejos”, señala el profesor Francisco J. Muñoz Negrete, director de la revista Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) a Consalud.es. También puede provocar astenopia que es un esfuerzo ocular que se manifiesta a través de síntomas como fatiga, dolor en los ojos y en la cabeza, visión borrosa, y ocasionalmente visión doble.
“Los espasmos acomodativos son bastante frecuentes”, señala Muñoz Negrete. En consulta se suele realizar un tratamiento para relajar la visión, y principalmente la visión de cerca. De esta forma las molestias desaparecen, y es muy difícil que perdure algo en el tiempo.
Cosa distinta es la coroidopatía central serosa, que “no se suele cronificar pero si tienen situaciones estresantes de nuevo puede volver”. Esta patología consiste en la acumulación de líquido debajo de la retina en la zona de la mácula, que es la que permite tener la visión de los detalles y el movimiento. “Esto dificulta la visión de cerca, pero con fármacos o un tratamiento de láser en la zona se puede liberar la mácula del líquido y que la visión vuelva a la normalidad”, indica Muñoz Negrete.
Los pacientes que llegan a consulta con estos episodios en algunos casos vienen asustados, pero como recuerda el experto, se trata de afecciones que aunque sean comunes, no se cronifican y tienen un tratamiento eficaz y rápido.