En España el 44,9% de los hombres y el 30,6% de las mujeres tienen sobrepeso. El 16,5% de varones y el 15,5% de mujeres sufren obesidad. Estos datos recogidos en la Encuesta Europea de Salud en España de 2020 reflejan, como expone el Dr. Pablo Pérez Martínez médico internista y miembro de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que la prevalencia de la obesidad “se ha triplicado en la última década, rondando el 20% de la población mundial”.
A ello se suma también un aumento de la obesidad infantil. Según el estudio Aladino de 2019, la prevalencia de sobrepeso en la población infantil española de 6 a 9 años era del 23,3% y la de obesidad del 17,3%. De estos niños y adolescentes el 80% serán adultos con obesidad. El sedentarismo, la dieta o el uso de pantallas son factores que inciden en el crecimiento de esta patología, que ya es considerada una pandemia.
Y aunque se tiende a creer que la obesidad es solo una cuestión de apariencia, se trata de “una enfermedad crónica y multifactorial”, explica para Consalud.es María del Mar Malagón, nueva presidenta de la Sociedad Española de Estudio de la Obesidad (SEEDO). La obesidad está detrás de patologías como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, que son las principales causas de mortalidad en la actualidad. También está detrás de la dislipemia, uno de los principales factores de riesgo de cardiopatía isquémica, o de la apnea-hipopnea del sueño.
Como enfermedad no es solo cuestión de voluntad curarse, “un aspecto sobre el que hay ya muchas evidencias científicas”
Como enfermedad no es solo cuestión de voluntad curarse, “un aspecto sobre el que hay ya muchas evidencias científicas”, recuerda Malagón. Según indica en nota de prensa la Dra. Maribel Pérez Soto, miembro de SEMI, “es importante reconocer la obesidad como una enfermedad crónica y cambiar el discurso que culpabiliza y estigmatiza a la persona con obesidad y nos obliga a incluir al paciente como protagonista principal en su propio tratamiento con el convencimiento de que ellos solos no pueden solucionarlo”.
RETOS: MEJORAR LA ATENCIÓN
Para ello se precisa actualizar “la formación de los profesionales de salud, incorporar nutricionistas en los equipos asistenciales, que deberían ser multidisciplinares” y la necesidad de que el Sistema Nacional de Salud “reembolse los tratamientos farmacológicos para personas con obesidad”, señala Malagón.
Medidas que desde la SEEDO buscan que se desarrollen con ayuda de un Plan Nacional, como existe en Alemania, Italia o Reino Unido. Permitiría “ganar la batalla contra el estigma y la discriminación a las personas que viven con obesidad, ofreciéndoles una posición, asistencia y acompañamiento más adecuados para tratar una enfermedad que es crónica”, explica María del Mar Malagón. “Permitiría ampliar la aproximación en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las personas con obesidad”.