Con 520 millones de pacientes con una enfermedad cardiovascular en el mundo, sigue siendo la causa principal de fallecimiento en España, Europa y en el mundo. En nuestro país, porcentualmente, ya fallecen más mujeres que hombres por patología coronaria. Por otro lado, otra de las grandes patologías en cardiología, es la insuficiencia cardíaca, cuyos números no dejan de aumentar. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2020 se dieron 125.000 altas en nuestro país por ésta patología.
El Dr. Carlos de Diego, jefe del servicio de Cardiología del Hospital Universitario del Vinalopó, asegura que “en los últimos años estamos viendo como la tasa de infartos se está equiparando en mujeres y hombres. Esto se está produciendo porque las mujeres han cambiado sus hábitos de vida con consumo de tabaco, estrés”.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 80% de los infartos de miocardio son prevenibles
Pese a los adelantos farmacológicos y de dispositivos tecnológicos disponibles, los expertos recuerdan que no conviene bajar la guardia ya que, detrás de estas cifras se encuentra un deterioro exponencial del estilo de vida, que pivota en torno a tres parámetros fundamentales: los factores de riesgo modificables, como el tabaquismo; el ejercicio físico y la dieta.
También hay otros factores de riesgo que favorecen el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como la edad, el sexo o los antecedentes familiares que no son modificables. Sin embargo, la inmensa mayoría como la obesidad, el sedentarismo, la hipertensión arterial, la diabetes o los malos hábitos alimenticios se pueden controlar ayudando a evitar la aparición de enfermedades cardiovasculares.
“El colesterol LDL, el conocido como “malo”, es un factor de riesgo que en muchas ocasiones es hereditario a nivel familiar. Por ello es vital que los pacientes consulten con su médico de familia y cardiólogo para poder pautar una medicación y unas nuevas rutinas que reduzcan y controles los niveles altos de colesterol”, explica el Dr. De Diego. Según la Organización Mundial de la Salud, el 80% de los infartos de miocardio son prevenibles.