El 13 de mayo los niños hospitalizados son los protagonistas de esta fecha que trata de homenajear a estos pequeños valientes que están pasando por un momento difícil, a sus familias y a los profesionales sanitarios que los tratan, además de a todas aquellas personas y asociaciones que hacen más llevaderas la estancia en el hospital con actividades lúdicas y entreteniendo a niños y adolescentes.
Concretamente, hoy hablamos de los niños hospitalizados que no tienen acompañamiento. Más de 49.000 menores en España no tienen garantizado el acompañamiento en caso de ser hospitalizados. Al igual que el resto de niños, los pequeños que no tienen padres o no pueden vivir con ellos también se ponen enfermos y necesitan estar acompañados.
Mamás en acción nació en 2013 en Valencia cuando la fundadora vio un niño solo en la habitación. Ahí fue consciente de la importancia de que un niño esté acompañado en un momento como este. A raíz de esa necesidad, la mujer preguntó si podría acompañarle, a lo que los sanitarios le respondieron: “¿A qué asociación o colectivo perteneces?”. A partir de ahí, surge esta asociación que cuenta con más de 1.500 socios, cientos de niños acompañados en 10 hospital y 12 residencias infantiles en dos ciudades españolas: Madrid y Valencia.
"Se ha demostrado que los niños que estaban acompañados se recuperaban antes, porque no es lo mismo enfrentarse a pruebas si están solos a que tengan a alguien que les den la mano"
“Nosotros acompañamos a tres tipos de perfiles: niños que están declarados en desamparo porque en casa ocurre algo grave, como por ejemplo, el maltrato. El 100% de las veces que se ingresa por maltrato, hay una orden judicial que impide el acceso de los padres para que no accedan al historial médico o no contaminen las versiones de los niños. En este caso les acompañamos las 24 horas del días, porque además de tener un maltrato físico, también puede tenerlo psicológico”, cuenta Amparo Arona, coordinadora de esta sociedad.
Los otros perfiles son familias que “están al borde de la exclusión, son más vulnerables o tienen trabajos precarios o tienen más menores a su cargo en casa. En este caso, solo cubrimos su jornada laboral porque no queremos sustituir tampoco el papel de los padres. El tercer perfil son niños que están tutelados por las administraciones y viven en residencias infantiles. Aquí pactamos con el centro el tiempo de acompañamiento, pero suele ser un tercio de jornada”.
Lo importante de todo esto es “acompañarles y que no se encuentren solos, porque se ha demostrado que los niños que estaban acompañados se recuperaban antes, porque no es lo mismo enfrentarse a pruebas si están solos a que tengan a alguien que les dé la mano, les acaricie, les dé mimos y les apoye. Y eso para ellos es un placer. Para nosotros, esta evidencia científica es lo más bonito que nos han podido regalar”, sigue relatando.
Asimismo, Amparo detalla que los niños “siempre se sienten muy agradecidos”. En este caso, los más pequeños piden dibujar, jugar e incluso que les lean un cuento. En los más mayores, visualizan juntos las redes sociales, bailan o incluso “nos hablan del chico o chica que les gusta”. Al final, “hacemos lo que haría un padre cualquiera si estuviera con su hijo en el hospital y al niño le encanta. En nuestro caso siempre hay una rotación y siempre tienen a una persona que les pueda prestar toda la atención que necesite”.
Sobre todo, Amparo destaca una situación que le llama mucho la atención. En los últimos años, los ingresos en las áreas de psiquiatría de adolescentes han aumentado. Más concretamente, los casos de suicidio entre los más jóvenes han incrementado. “En ese momento, una persona que ha intentado el suicidio, encuentra a una persona que quiere estar con ella y que va a demostrarle que le importa, y por eso es importante nuestra labor como personas acompañantes”. Luego, respecto a los niños ingresados por maltrato, "aseguran que podrían desarrollar un patrón agresivo adherido al maltratado, y cuando les acompañamos, les damos amor, y lo cierto es que nosotros recibimos lo mismo por su parte desde el minuto uno. Es un placer ver que no desenvuelven ese patrón y para nosotros es un placer”.