Durante más de 50 años, millones de mujeres en todo el mundo han luchado para que hoy, el cáncer de mama sea uno de los más investigados y de mayor supervivencia. “Pacientes, investigadoras, cuidadoras, psicólogas, oncólogas, trabajadoras sociales…se han ido implicando cada vez más para romper tabúes, superar vergüenzas, dar visibilidad a esta enfermedad, perder el miedo para acudir al médico participando en pruebas de cribado, creando un movimiento social para que los avances en el afrontamiento del cáncer de mama no paren”, señalan desde la Asociación Española con el Cáncer (AECC), en declaraciones a ConSalud.es.
La supervivencia del cáncer de mama ha crecido notablemente, llegando casi al 90% gracias a las pruebas de detección precoz
Por ello, coincidiendo con el Día Internacional Contra el Cáncer de Mama, desde la asociación lanzan la campaña #SacaPecho, “hacemos un reconocimiento a todas ellas y pedimos que el movimiento no pare para que quienes hoy padecen cáncer de mama o mañana sean diagnosticadas, sepan que no están solas”.
Según el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer, en el último año se detectaron más de 33.000 casos nuevos en España. No obstante, debido a los avances médicos, la supervivencia de esta enfermedad ha crecido notablemente, llegando casi al 90% gracias a las pruebas de detección precoz. Además, la prevalencia, que es el período que se produce a los 5 años de estar sin tratamiento, ha ascendido a 132.035 mujeres.
PSICOONCOLOGÍA, PIEZA CLAVE EN EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE MAMA
Enfrentarse a esta enfermedad no es fácil. El cáncer de mama genera un impacto psicológico importante en la mujer, “partiendo de que supone una amenaza para la salud, con todas las connotaciones que eso tiene, el de mama, es un cáncer asociado a una alteración en la apariencia física, lo que conlleva a alteraciones en la imagen corporal y autoestima”, afirmaba en una entrevista a este medio Carmen Yélamos, coordinadora de psicooncología de la AECC.
La AECC cuenta con más de 270 psicólogos que prestan atención y apoyo profesional especializado en cáncer
Se calcula que cerca la mitad de las personas con cáncer sufre altos niveles de distrés emocional que, si no es atendido, puede dificultar la adherencia a los tratamientos o cronificarse después de la enfermedad. A este respecto, cobra especial importancia la figura del psicooncólogo, especialista encargado de paliar el impacto que provoca el diagnóstico de cáncer y facilitar la adaptación del paciente y los familiares a la enfermedad.
“La figura de este profesional es fundamental para ayudar a la persona con cáncer a disminuir el impacto que produce esta enfermedad, mejorando la adaptación y la calidad de vida, tanto de la persona que lo padece, como de sus familiares”, señalan desde la AECC. En concreto, en la asociación cuentan con más de 270 psicólogos que prestan atención y apoyo profesional especializado en cáncer de forma completamente gratuita para el paciente o el familiar.
CÁNCER DE MAMA EN HOMBRES
A pesar de ocurrir en muy pocos casos, la incidencia del cáncer de mama en hombres está aumentando. Actualmente, corresponde al 2 % del total de casos de cáncer de mama. Con el objetivo de hacer visible esta patología, dándolo a conocer pero también contribuyendo a su prevención y detección precoz para hacer posible un tratamiento efectivo, nació INVI, la primera asociación de este tipo de enfermedad a nivel nacional.
“Me he acostumbrado a tener que repetir algo que no me apetece decir ni la primera vez, pero tengo que repetirlo porque siempre es la misma reacción. Incluso con médicos. La respuesta es: ¿tu madre? No, mi padre. Y lo siguiente es una cara de sorpresa y un silencio, que mecánicamente rompo diciendo que es mucho más común de lo que se piensa”, cuenta el hijo de un hombre afectado por la enfermedad.
El 2 % del total de casos de cáncer de mama lo padecen hombres
Y es que, pese a tratarse de un porcentaje pequeño, la cantidad cada vez es más grande. Por ello, desde INVI inciden en la necesidad de “hacer visible, lo invisible”. Motivo por el cual, invierten todos sus esfuerzos en la recaudación de fondos para la investigación de la enfermedad del cáncer de mama masculino en estrecha colaboración con el Hospital Clínic de Barcelona a través del programa Dirigido por el Dr. Aleix Prat y su equipo “TILS” (Inmunoterapia).
La prevención resulta imprescindible frente a cualquier tipo de cáncer. En este caso, los expertos inciden en la necesidad de inspeccionarse y, ante cualquier cambio en la piel (color, tamaño o textura/temperatura), consultar a un médico para que valore la situación. Del mismo modo, insiste en la exploración, “es decir, si se toca cualquier tipo de nódulo, también hay que consultar. Ya sea en el pecho o en la axila”, explica la doctora especialista en oncología, María Vidal.
COVID-19 Y PACIENTES CON CÁNCER DE MAMA
Al igual que con el resto de pacientes de cáncer, la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 está provocando una situación de emergencia en cáncer. El coronavirus está provocando un impacto económico-laboral, sanitario, psicológico y científico en una población ya de por sí vulnerable. Esta es la alerta que lanza la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), pidiendo que el cáncer, uno de los principales problemas socio sanitarios del país, no se quede relegado a un segundo plano.
“En el plano sanitario, aún estamos trabajando los datos para saber de forma concreta hasta qué punto ha afectado, pero ya tenemos datos del resto de planos, como el social laboral, del que sabemos que hasta un 32% de la población con cáncer en edad laboral se vería afectada por la destrucción de empleo a causa de la pandemia (Según los últimos datos del segundo trimestre de 2020 de la EPA, junto con un análisis realizado por el Observatorio del cáncer de la AECC: “Diagnóstico sobre condiciones de vida de las personas afectada por cáncer antes y después de la crisis del COVID-19: Perfiles y grupos en situación de vulnerabilidad” ) y en el emocional, del que extraemos que el 34% de las personas con cáncer han tenido cuadros graves de ansiedad y depresión durante el confinamiento de la primera oleada”.