El Día Mundial de Salud, que se conmemora el 7 de abril de cada año, sirve para poner en valor la importancia que este ámbito tiene en la sociedad. Algo de lo que generalmente nos acordamos cuando sufrimos alguna dolencia o debemos acudir a una consulta médica, pero que convendría no olvidar tampoco cuando nos encontramos bien. De esta manera, circunstancias como la llegada de la pandemia de Covid-19 a nuestro país sirvieron para poner aún más en valor la necesidad de disponer de un Sistema Nacional de Salud (SNS) fuerte y universal que sirva para proteger a los ciudadanos en su derecho legitimo de una atención sanitaria oportuna en tiempo y forma.
En España la Sanidad continúa manteniéndose entre las principales preocupaciones de los ciudadanos, así lo refleja el último barómetro del CIS correspondiente al pasado mes de marzo. Del sondeo se desprende que los encuestados sitúan la Sanidad como la cuarta preocupación nacional (19,2%); por detrás de la Economía (43,7%), el paro (29,1%) y la situación política general (23%). Un significativo aumento si tenemos en cuenta que, en enero de 2020, antes de la explosión de la Covid-19 en nuestro país, la Sanidad constituía el sexto problema percibido (16,9%); por detrás del paro, la Economía, el mal comportamiento de los políticos y la corrupción.
A la hora de identificar los problemas que más les afectan en el plano personal, los españoles señalaron a la Sanidad en segundo lugar
En la misma línea, a la hora de identificar los problemas que más les afectan en el plano personal, los españoles señalaron a la Sanidad en segundo lugar (26,6%), sólo por detrás de la situación económica (45,9%),y con un significativo aumento de 3,6 puntos en relación anterior sondeo de febrero. De la misma manera, si volvemos a analizarlo en comparación con el periodo prepandemia de inicios de 2020, la Sanidad ocupaba entonces el cuarto lugar (18%) en la realidad del ciudadano; por detrás de la Economía, el paro o la calidad del empleo.
Cifras que demuestran que la pandemia ha servido para consolidar la Sanidad entre las principales inquietudes en el imaginario colectivo. Cabe señalar también que los datos actuales se mantienen todavía alejadas de las que se registraron en noviembre de 2022 (32,6%), coincidiendo con la eclosión de protestas y huelgas sanitarias a lo largo de nuestro país. La mayoría de las cuales resultaron sofocadas por las consejerías con propuestas de mejora en las condiciones laborales y asistenciales de los profesionales; quedando algunos focos activos en territorios como la Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco o Ceuta y Melilla.
La población sondeada colocó la Sanidad en primer lugar a la hora de considerar que habría que gastar "mucho más que ahora"
De hecho, en este estudio del CIS del pasado noviembre también se cuestionó acerca de la necesidad de inversión en los diferentes campos, demostrando que los españoles han adquirido conciencia de que la salud supone un pilar esencial del sistema. De esta manera, la población sondeada colocó la Sanidad en primer lugar a la hora de considerar que habría que gastar "mucho más que ahora" (54,8%), seguida de cerca por Investigación y Ciencia (53,5%) y por la Educación (43.8%). Una reivindicación de más recursos por parte de los profesionales sanitarios en los últimos meses que parece haber calado en el conjunto de la sociedad, a la vista de los datos.
Del mismo modo, los responsables políticos también han dado un paso adelante a la hora de fortalecer la asistencia sanitaria nacional. El Ministerio de Sanidad, del recientemente nombrado José Manuel Miñones, contará este 2023 con 2.746,17 millones de euros, un 7,83% más que en 2022. Las diferentes CC.AA. anunciaron también un aumento en sus presupuestos destinados a este departamento en relación con el curso anterior; muchas de ellas incluso alcanzando las mayores dotaciones de su historia (Aragón, Cantabria, Extremadura, entre otras). Clara muestra de que los gobernantes han escuchado la importante preocupación en la ciudadanía por la Salud, especialmente con vistas a las próximas elecciones autonómicas que vivirán la mayoría de las regiones el 28 de mayo.
LA SANIDAD ESPAÑOLA, UN APROBADO
De este modo, del último barómetro sanitario dado a conocer recientemente por el CIS se desprende que los encuestados valoraron que el sistema sanitario en España funciona bien o bastante bien en un 52,6%, mientras sólo el 15,9% considera que funciona mal; obteniendo una nota media en la satisfacción de 6,14 sobre 10 para Sanidad. De esta manera, los últimos tres meses de huelgas y protestasno han influido significativamente en la ponderación de este servicio público por parte de sus usuarios. De hecho, los actuales datos citados resultan ligeramente superiores a los del mismo documento de noviembre de 2022; con un 50,6% (bien o bastante bien) y 16,8% (mal), respectivamente; y una nota media de 6,04.
La valoración más alta por parte de los ciudadanos continúa recibiéndola el servicio de Urgencias 061 y 112, con un 7,33
En relación con los ámbitos asistenciales, todos aprueban a vista de los españoles. La valoración más alta por parte de los ciudadanos continúa recibiéndola el servicio de Urgencias 061 y 112, con un 7,33; seguido de los ingresos y asistencia en hospitales públicos, con un 7,08; en tercer lugar, empatan las consultas y las Urgencias de AP, con un 6,19; continúan las Urgencias en hospitales públicos, con un 6,09; y cierra el sondeo, un periodo más sin superar el suficiente, las consultas de atención especializada con un 5,95 de nota.
LA PREOCUPACIÓN POR LA COVID-19, RESIDUAL
Lo curioso de la última encuesta del CIS de marzo es también la práctica desaparición de la crisis sanitaria por Covid-19 en las inquietudes de los ciudadanos. Sólo un 0,8% de los encuestados la mencionan ya como un problema nacional -en la 38ª posición-. Lejos han quedado los datos del mismo mes de 2021 en plena efervescencia de nuevas olas del virus y con la esperanza de la progresiva vacunación; entonces la Covid-19 era el segundo problema nacional, registrado por el 41% de los cuestionados y sólo por detrás de la crisis económica (43,8%). Un desasosiego pandémico que fue decayendo en la ciudadanía y en marzo de 2022 -un año atrás- registró el 15,4% como quinto problema en España, hasta llegar a la práctica inexistencia actual.