Este 28 de julio se celebra el Día Mundial contra la Hepatitis con el fin de concienciar e intensificar la lucha internacional contra las hepatitis virales, alentar la actuación y la participación de personas, asociados y público, y hacer hincapié en la necesidad de una mayor respuesta mundial.
En mayo de 2016, la Asamblea Mundial de la Salud adoptó la primera Estrategia Mundial del Sector de la Salud contra las Hepatitis Víricas 2016-2021. En ella, las líneas rojas están alineadas con las de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, donde se destacaba el papel fundamental de la cobertura sanitaria universal.
Por su parte, en España 2015 supuso un antes y un después en el abordaje de la hepatitis C, principal causa de cirrosis, trasplante hepático y cáncer de hígado en nuestro país.
Si hasta entonces los tratamientos contra este virus tenían cantidad de efectos secundarios y curaban a menos del 20% de los pacientes, la llegada de nuevos antivirales orales, con pocos o ningún efecto secundario y con una duración de dos y tres meses originó una “revolución” en el manejo de esta enfermedad.
Después de haber curado a 150 mil pacientes desde 2015 y superar el parón causado por la pandemia, España sigue con los preparativos para librar la última batalla contra la hepatitis C: su eliminación.
Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) planteaba antes de la pandemia por la Covid-19 erradicar este tipo de infección para 2030, “España puede convertirse en el primer país grande en eliminar la hepatitis C para el año 2024”, comenta para ConSalud.es el Dr. Turnes, portavoz de la Asociación Española del estudio del Hígado (AEEH) y jefe del Servicio Digestivo de Pontevedra.
Según explica este especialista, “vamos realmente avanzados, pero en el año 2020 y 2021 debido a la pandemia del covid muchas de las estrategias que se habían puesto en marcha en las comunidades autónomas se vieron frenadas. Ahora, los esfuerzos que venimos realizando desde AEEH es intentar recuperar este tiempo “perdido” para poder alcanzar ese objetivo”, aclara el Dr. Turnes.
En este sentido, el portavoz de la AEEH asegura que es un objetivo factible porque tenemos tratamientos que curan la enfermedad desde 2015 y están financiados por el Sistema Nacional de Salud. Además, tienen una tolerancia excelente que cura a más del 99% de las personas, aunque en la práctica es casi del 100% y esto es la clave para poder hablar de la eliminación”.
"Vamos realmente avanzados, pero en el año 2020 y 2021 debido a la pandemia del covid muchas de las estrategias que se habían puesto en marcha en las comunidades autónomas se vieron frenadas"
Aun así, España debe enfrentarse a retos que resultan claves. “Quizás el más relevante es la ausencia de una estrategia central. En España no hay una estrategia como tienen otros países como Francia para la eliminación de la hepatitis C a nivel nacional”, explica el Dr. Tunes. Por el momento, Comunidades Autónomas como Cantabria tienen establecidos unos buenos planes de erradicación de la hepatitis C que están surgiendo efecto. Otras CC.AA como Andalucía o Galicia están en fase de redacción, y se espera que puedan ponerse en marcha con la mayor brevedad.
“Este es otro de los desafíos a los que nos enfrentamos. Que algunas comunidades pongan en marcha planes es algo bueno, pero que no se pongan en marcha en todas supone un problema. Es verdad que el plan no puede ser igual en todas las comunidades, pero nos gustaría que todas establecieran un proyecto y que se adaptara el entorno en el que va a despegar. Esto no es una dificultad insuperable, lo único que se requiere es la voluntad de hacerlo”.
ABORDAJE DE LA HEPATITIS C
Otro de los problemas para poder eliminar este tipo de hepatitis es que se trata de una enfermedad que no provoca síntomas hasta que se encuentra en una fase avanzada. Por eso, todas las medidas se centran en diagnosticar la mayor parte de los casos ocultos, algo que parece una medida “relativamente sencilla”, como dice el Dr. Turnes.
“Muchos de los pacientes no saben que tienen hepatitis C, pero el SNS sí lo sabe porque en algún momento se han realizado pruebas por otras causas que podrían llevar a pensar en la hepatitis C y el resultado pasa desapercibido. Esto quiere decir que el SNS no lo ha buscado proactivamente. No obstante, hay CC.AA que han desarrollado estrategias para identificar a estas personas. Sin ningún requerimiento de prueba, a través del Big Data, cada servicio regional de salud busca a las personas que han dado positivo en determinadas pruebas y, como consecuencia, al no ser diagnosticados de hepatitis C, no han recibido tratamiento”.
"Se estima que en España unas 50 mil personas tengan hepatitis C y no lo sepan y de esta horquilla de edad entran más del 75% de las personas afectadas"
Por eso, una de las fórmulas de erradicación es que se realice, al menos una vez en la vida, una prueba serológica para identificar la hepatitis C. “Desde la AEEH recomendamos que se haga una vez en la vida porque es poco probable que una persona dé negativo ahora y que se pueda contagiar en 2024. No es imposible, pero es improbable”, asegura el jefe de Digestivo del Hospital de Pontevedra.
Cantabria, una de las comunidades que siguen este camino, realiza pruebas de hepatitis C a todas las personas sanas de entre 40 y 60 años, edad en la que se centra la mayor parte de personas que tienes hepatitis C. Se estima que en España unas 50 mil personas tengan hepatitis C y no lo sepan y de esta horquilla de edad entran más del 75% de las personas afectadas.
ESPAÑA, REFERENTE EN LA ESTRATEGIA DE HEPATITIS C
“España es un referente en estrategias para la erradicación de la hepatitis C. Cada vez se nos nombra más en los foros internacionales como referentes. En España hay centros asistenciales de investigación volcados en muchos aspectos de esta estrategia como la eliminación de la hepatitis C en los centros penitenciarios y el abordaje de diagnóstico, tratamiento y curación de personas vulnerables. Siempre hay experiencias españolas que han sido publicadas y se utilizan como referentes para aplicar en otros países”, explica el portavoz de la AEEH.
Gracias al interés de las personas individuales, de sociedades científicas y de la administración pública de muchas CC.AA. se han conseguido disminuir los tiempo para su erradicación. Aun así, para terminar de perfeccionar este plan, España debe dar un paso importante: establecer una estrategia uniforme en el territorio nacional.