Este domingo 30 de enero se celebró el Día de las enfermedades tropicales desatendidas. Unas 20 patologías causadas por virus, bacterias, parásitos, hongos o toxinas, que se desarrollan principalmente en climas tropicales y que son olvidadas, tienen cura, pero no se suele intervenir en ellas. En 2020, al menos 757 millones de personas precisaron tratamiento contra estas enfermedades, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una de esas enfermedades tropicales es el Chagas.
La enfermedad de Chagas, es una patología potencialmente mortal causada por un parásito, el Trypanosoma cruzi. Se caracteriza por desarrollar una fase aguda que dura dos meses en la que apenas hay síntomas o son leves y no específicos. En la fase crónica, hasta un 30% de los pacientes sufren trastornos cardíacos y hasta un 10% presentan alteraciones digestivas (típicamente, agrandamiento del esófago o del colon), neurológicas o mixtas. Con el paso de los años, la infección puede causar muerte súbita por arritmias cardíacas o insuficiencia cardíaca progresiva como consecuencia de la destrucción del músculo cardíaco y sus inervaciones.
En España se calcula que hay entre 50 y 90 mil personas infectadas, muchas de ellas sin saberlas
El parásito causante es endémico de 21 países de América Latina, donde se transmite a los humanos por las heces y orina de pequeños insectos como las chinches. La enfermedad no es contagiosa entre humanos, solo se trasmiten de madres a hijos en el momento del embarazo, a través de transfusiones de sangre o por donación de órganos infectados. En los últimos años, la enfermedad se ha distribuido a otras zonas como Estados Unidos, Canadá, países africanos, mediterráneo oriental o países europeos como España.
ESPAÑA, SEGUNDO PAÍS NO ENDÉMICO CON MÁS CASOS
Nuestro país es uno de los que más pacientes de Chagas recogen. Al ser una enfermedad crónica y silenciosa, que tarda hasta 15 años en manifestarse, las personas viajan sin ser conscientes de que la tienen, e incluso viven sin ser tratadas, llegando a desarrollar una enfermedad con graves problema cardiacos, digestivos y neurológicos, mortales.
En España se calcula que hay entre 50 y 90 mil personas infectadas, muchas de ellas sin saberlas, lo que convierte al país en el segundo no endémico con mayor número de casos. Se cree que la principal fuente de transmisión sin controlar es el contagio de madre a hijo durante el embarazo. Y es que existe una gran desinformación sobre esta enfermedad, que provoca un infradiagnóstico y por tanto un menor tratamiento.
Esta patología se trata con benznidazol y nifurtimox, dos fármacos que matan al parásito en casi el 100% de los casos en fase aguda. Sin embargo la fase crónica es más difícil de tratar y actualmente se están investigando nuevos fármacos que puedan dar a lugar a nuevos tratamientos en un futuro próximo.
“Es una enfermedad olvidada porque resume el ciclo del olvido. Empieza en el paciente cuando consulta al médico, y cuando el médico no tiene esta enfermedad en cuenta y no la diagnostica. Al no haber diagnóstico, no se pide el tratamiento a los Gobiernos, los Gobiernos no piden tratamiento a las farmacéuticas, al no haber demanda tampoco hay investigación de nuevas fórmulas o nuevos medicamentos más eficaces. Y así se perpetúan el olvido y la desatención”, resumía en 2014 Carina Perotti, coordinadora de médica de Médicos Sin Fronteras (MSF) en México.