Cardiología es una de las especialidades que ha experimentado mayores avances tecnológicos e innovaciones sanitarias. Una de ellas es la optogenética, una técnica que combina métodos de terapia génica y ópticos para modular la función eléctrica de determinadas células.
Hace ya algunos años, explican los expertos en este campo, su aparición abrió la puerta a nuevas vías para el tratamiento de enfermedades como el párkinson y algunos tipos de ceguera, y ahora se está estudiando su aplicación al campo de las arritmias cardiacas.
"Si tenemos una célula con esta modificación genética, podríamos, a través de una fibra óptica implantada en el corazón, iluminar dicha célula mediante un destello de luz y hacer que se contraiga o que deje de contraerse"
Atiendiendo a detalles concretos, la optogenética permite introducir en las células cardiacas, es decir, en los miocardiocitos, genes exógenos (externos) capaces de codificar proteínas sensibles a la luz y que producen alteraciones en las corrientes iónicas de las células cardiacas.
"Si tenemos una célula con esta modificación genética, podríamos, a través de una fibra óptica implantada en el corazón, iluminar dicha célula mediante un destello de luz y hacer que se contraiga o que deje de contraerse", explica el doctor José María Guerra, presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Junto a la optogenética, las terapias biológicas y la radiación cardíaca no invasiva para el tratamiento de las arritmias cardiacas son otras de las innovaciones pujantes en Cardiología. Un sector en el que también tienen un papel importante las novedades en fibrilación auricular, la estimulación especifica del sistema de conducción cardiaco y los marcapasos sin cables.