“El estigma existente sobre salud mental hace la vida más difícil a los pacientes”

Campañas de concienciación e información sobre mitos y realidades en la salud mental son, para el equipo de psicólogos de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales Área 5, necesarias en la lucha contra el estigma en este tipo de enfermedades.

Persona con Trastorno Bipolar (Foto. Freepik)
Persona con Trastorno Bipolar (Foto. Freepik)
Marisol Díaz
10 octubre 2019 | 13:00 h

Según las últimas estimaciones epidemiológicas de la  Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2030 los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo. Las personas que sufren algún trastorno de este tipo, además de tener que hacer frente a la enfermedad tiene que lidiar con un problema muy importante: el estigma y la discriminación

El estigma es una marca que muestra una diferencia para quien la lleva con respecto al resto de personas, “en salud mental, sin duda, hace la vida más difícil a los pacientes”, señala el equipo de psicólogos de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales Área 5 (Afaem 5), formado por Paloma Santiago, Ignacio Puerta y Dina Fariñas, en declaraciones a ConSalud.es. “Su efecto más básico es que hace una distinción de unos y otros y a continuación un rechazo. La vincularidad con los otros siempre es complicada, pero si  ese otro viene ya nombrado con estereotipos negativos, lo que se genera es una división y una distancia entre un “nosotros” y “ellos”, donde esos otros van a perder estatus social y ser objeto de discriminación o exclusión”, aseguran.

Las atribuciones que reciben estas personas calan en sí mismo generando el autoestigma

Los efectos para estas personas son tanto de carácter social como subjetivos, “con frecuencia se encuentran con restricciones en el ejercicio de sus derechos políticos y civiles, dificultándoseles su capacidad de participar en asuntos públicos. También hay incidencia directa a nivel subjetivo. Calificativos degradados, como son no-normales, peligrosos, objetos de vergüenza, débiles…”. Todas estas atribuciones calan en la imagen que tienen de sí mismos, generando lo que llaman autoestigma, “al pensar que no pueden o no deben hacer cosas como trabajar, vivir su sexualidad, vivir en un domicilio de modo independiente, tomar decisiones sobre su vida y su proceso de recuperación, se producen efectos de autodiscriminación, aislamiento, culpabilización e inseguridad en sus capacidades”, alegan los expertos.

COMBATIR EL ESTIGMA

El desconocimiento social y la falta de información suponen un riesgo en la proliferación de este tipo de creencias, “informar y educar a la sociedad en su conjunto sobre qué es y no es, es una de las diversas medidas existentes para combatir el estigma”, señalan. “Esto puede hacerse mediante campañas de información sobre mitos y realidades, campañas de concienciación en medios de comunicación o diversas instituciones”.

Asimismo, para el equipo de Afaem 5, es necesario “invertir en investigación con el mismo énfasis, recursos y difusión hacia los aspectos psicológicos y sociales de la salud mental que los que se prestan a los biológicos”. La creación de equipos multidisciplinares y la inclusión de los afectados en todos los ámbitos que les atañen (toma de decisiones sobre su proceso de recuperación, elaboración de políticas y planes de salud mental, acompañamiento a otras personas, etc.), supondrá, al mismo tiempo, una mejora de la situación actual.

No obstante, para los psicólogos, lo más efectivo es el contacto directo con personas afectadas, “esto ofrece un conocimiento directo, no mediatizado por ningún medio, de cómo son y cómo actúan las personas con un trastorno mental”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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