El 37,4% de los españoles con hipertensión arterial está sin diagnosticar

Es un factor de riesgo determinante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Ante la ausencia de síntomas, los expertos recomiendan la toma regular de tensión arterial.

La hipertensión aumenta en los países de renta media o baja y disminuye en los ricos (Foto freepik)
17 mayo 2018 | 10:01 h

Un total de 12.153 personas murieron en España en 2016 a causa de enfermedades hipertensivas, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre las causas de muerte en nuestro país. De esas, 8.245 eran mujeres y 3.908, hombres; lo que pone de manifiesto que ellas mueren el doble que ellos por esta causa.

Sin embargo, los datos del estudio Diabet.es, publicado en Revista Española de Cardiología (REC), ponen de manifiesto que los hombres (49,9%) sufren más hipertensión que las mujeres (37,1%). “Las mujeres suelen tener la tensión arterial más baja que los hombres durante edades más tempranas, pero después de la menopausia suelen tener tensiones más elevadas que ellos y con peor control, por lo que aumenta la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares relacionadas con la hipertensión en éstas”, explica la doctora Petra Sanz, miembro del Consejo de Expertos de la Fundación Española del Corazón (FEC).

FACTOR DE RIESGO CARDIOVASCULAR

La FEC recuerda que la hipertensión es un factor de riesgo determinante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y la importancia de tener controlados los niveles de tensión arterial. En España, el 42,6% de la población adulta tiene hipertensión y el 37,4% de los hipertensos está sin diagnosticar, según el estudio Diabet.es.

“El síntoma más frecuente de la hipertensión es ‘ninguno’; es decir, la hipertensión arterial no provoca síntomas en la mayoría de las personas que la padecen"

“El síntoma más frecuente de la hipertensión es ‘ninguno’; es decir, la hipertensión arterial no provoca síntomas en la mayoría de las personas que la padecen, por lo que no hay que esperar a tener ningún síntoma para llegar al diagnóstico”, indica la doctora Sanz, quien recalca que “la única forma de hacer un diagnóstico de hipertensión arterial es tomando la tensión arterial”.

EL RIESGO DE LA CONTAMINACIÓN EN EMBARAZADAS

Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, que se celebra este jueves, la Fundación Española del Corazón (FEC) se ha hecho eco de un estudio reciente publicado en la revista Hypertension, de la American Heart Association, que concluye que los niños que estuvieron expuestos a niveles altos de contaminación durante el tercer trimestre del embarazo de sus madres tienen mayor riesgo de tener presión arterial elevada en la infancia. En concreto, un 61% más de probabilidades de tener elevada la presión arterial sistólica (la alta).

Los investigadores examinaron a un total de 1.293 madres y a sus hijos, quienes fueron sometidos a mediciones de presión arterial desde los 3 hasta los 9 años. El estudio tuvo en cuenta la existencia de factores que influyen en la presión arterial infantil, como son el bajo peso al nacer y el tabaquismo en las madres.

Hasta ahora, se sabía que una mayor exposición a la contaminación del aire en el tercer trimestre del embarazo, periodo en que el aumento del peso del feto es más rápido, influía en el (bajo) peso del recién nacido; pero este estudio asocia, además, los altos niveles de contaminación con la presión arterial elevada independientemente del peso del bebé al nacer. Según la investigación, la exposición de la mujer a partículas finas antes del embarazo no se asocia con presión arterial en su descendencia, lo que proporciona evidencia del impacto significativo de la exposición intrauterina.

Las partículas finas son una forma de contaminación del aire producida por vehículos motorizados y la quema de petróleo, carbón o biomasa que, se ha demostrado, ingresan en el sistema circulatorio afectando negativamente a la salud. Por eso, los autores del estudio aseguran que “los resultados obtenidos refuerzan la importancia de reducir las emisiones de PM2.5 (partículas en suspensión de menos de 2,5 micras) en el medio ambiente”. Y destacan: “La exposición no sólo aumenta el riesgo de enfermedad y muerte en las personas directamente expuestas, sino que también puede cruzar la barrera placentaria durante el embarazo, afectando al crecimiento fetal y aumentando su riesgo de presión arterial elevada”.

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