Los casos de cáncer en España no cesan. En 2022 se diagnosticaron 290.294 casos, con mayor prevalencia de la enfermedad en hombres que en mujeres, más de 4.000 nuevos pacientes oncológicos que el año anterior, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). De estas cifras, según los datos publicados en ‘Las cifras del cáncer en España 2022’ de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), 1.590 casos pertenecen a pacientes con linfoma de Hodgkin.
Cada 15 de septiembre se celebra el Día Mundial del Linfoma. Esta enfermedad “relativamente infrecuente supone el 20% de todos los linfomas”, señala AECC. Además, la prevalencia de casos es mayor en hombres que en mujeres, según el estudio de la SEOM. En total, el informe predijo 881 nuevos casos para 2022 en hombres, frente a los 709 en mujeres. Pese a ser una estimación, las cifras continúan creciendo, aunque el pronóstico de la enfermedad continúa siendo favorable y las investigaciones resultan prometedoras.
“Afortunadamente estamos empezando a tener disponibles nuevos tratamientos más allá de la quimioterapia con resultados bastante prometedores”, explica la Dra. Pilar Gómez, del Servicio de Hematología del Hospital de La Paz. “Estas nuevas opciones incluyen desde cuerpos monoclonales dirigidos a proteína a terapias que son capaces de estimular el sistema inmune para actuar en contra de ellas”, añade.
Sin embargo, algunos pacientes como Lydia de Frutos, miembro de la Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL), reconocen haber tenido una buena respuesta al tratamiento de la quimioterapia. La historia de Lydia empezó con un análisis donde “estaban alterados los glóbulos blancos”, subraya en entrevista a ConSalud. “Yo llevaba bastante tiempo arrastrando síntomas de algo que no sabía que tenía”, añade.
“Cada cierto tiempo tenía sarpullidos que me picaban y me provocaban heridas”
La paciente “aparentemente” no tenía síntomas de ninguna enfermedad, hasta que aparecieron los síntomas en la piel. “Cada cierto tiempo tenía sarpullidos que me picaban y me provocaban heridas”, explica Lydia de Frutos. “Pero pensaban que podía ser algo de dermatología”, señala.
Tras varias consultas con dermatología, la paciente atravesó por diferentes tratamientos, como corticoides, hasta que los doctores identificaron una inflamación en los ganglios del cuello. “La segunda vez que fui al médico me derivó al otorrino y, tras las pruebas, me dijeron que podría ser algo malo”, apunta la paciente.
En octubre de 2019, tras una biopsia y una punción de médula ósea, Lydia recibió el diagnóstico deLinfoma de Hodgkin. El tratamiento de la paciente fueron doce ciclos de quimioterapia cada quince días. De Frutos reconoce que, su tratamiento fue eficaz y la atención médica eficiente, pero afirma el gran desconocimiento de la enfermedad.
La paciente reconoce que el apoyo psicológico de las asociaciones fue fundamental
“Tenemos mucho desconocimiento hasta que no te toca”, afirma Lydia. “Yo tuve muchos problemas a nivel digestivo, ginecológico y de nutrición”, señala y reivindica “más apoyo”, porque reconoce haberse sentido “muy pérdida” durante la enfermedad.
La paciente reconoce que el apoyo psicológico de las asociaciones fue fundamental. “Desde la asociación me brindaron ayuda psicológica y, sobre todo, de la psicooncóloga”, pone de relieve Lydia. “Lo agradeceré eternamente porque lo necesitaba y me ha venido muy bien”, asegura.
A pesar de los nuevos avances en tratamientos del linfoma, los pacientes demandan más soluciones. La paciente de AEAL asegura que “necesitamos más investigación e inversión, porque dependemos de ellos”, resalta.
AVANCES EN LOS TRATAMIENTOS Y EL DIAGNÓSTICO
“En los últimos años, las terapias con células CAR-T ha supuesto una revolución en el tratamiento de muchos tipos de linfoma”, señala Gómez. “Ha demostrado resultados prometedores en pacientes que no han respondido a tratamientos previos cuando antes no disponíamos apenas de opciones”, afirma la doctora.
El diagnóstico de la enfermedad sigue siendo un reto ante enfermedades como el linfoma. En algunos casos, como cuenta Lydia, se confunde con otras patologías y la detección se retrasa. Este hecho condiciona la curación de algunos pacientes.
“Disponemos de nuevos tratamientos que han ofrecido nuevas opciones terapéuticas para los pacientes que no van bien, que es verdad que la mayoría sí que responden bien al tratamiento, pero todavía tenemos un porcentaje de pacientes que o bien no responden adecuadamente o recaen en la enfermedad”, destaca la doctora.
En palabras de Gómez, el diagnóstico de esta patología sigue siendo un reto, especialmente en pacientes que recaen tras el tratamiento. “Esperar la combinación más idónea de las diferentes terapias en función de las características biológicas del linfoma, nos podrá ayudar a mejorar los resultados”, concluye.