En 2015 Cristina Sandin perdió a su amiga, Olga, y a su mejor amiga, Carmen, por el cáncer de páncreas. Una en enero, otra en mayo, las dos jóvenes. “Las había puesto en contacto para que se ayudaran y apoyaran la una a la otra. Yo les decía que iba a ir todo bien, pero ellas habían visto la información que por entonces solo había en inglés y sabían que no”. En noviembre de 2014 Carmen les propuso crear la Asociación Cáncer de Páncreas (Acanpan), la primera asociación española del país. A los seis meses se la dejó en herencia a Cristina Sandrin, que desde entonces es la presidenta.
El cáncer de páncreas fue el onceavo cáncer más diagnosticado en el mundo en 2020, 495.773 nuevos casos. Ese mismo año fallecieron a nivel global 466.003 pacientes por ese tumor, según datos recogidos por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Si nos dirigimos a nuestro país, en 2020 se diagnosticaron 8.338 casos, lo que le convirtió en el octavo tumor en frecuencia en nuestro país, y fallecieron 7.427 pacientes, siendo tercera causa de muerte por cáncer. “El cáncer de páncreas es el tumor sólido con peor pronóstico y con menor supervivencia que hay”, explica el oncólogo Dr. Alfredo Carrato a Consalud.es.
“Solo el 15% de los cánceres que se diagnostican tienen opción de operarse. Dos tercios de los que lo hacen recaen"
Este cáncer es cinco veces menos frecuente que el de mama pero mata más. Según datos de la Acanpan, la supervivencia general a cinco años de este cáncer es de un 8%. La Sociedad Americana del Cáncer la aumenta al 9%, siendo un 34% en estadio inicial o localizado, un 12% en regional y un 3% en distante o metastásico. “Solo el 15% de los cánceres que se diagnostican tienen opción de operarse. Dos tercios de los que lo hacen recaen, lo que significa que en ese momento era una enfermedad metastásica de forma microscópica indetectable con las pruebas actuales”, indica el Dr. Carrato.
En los últimos años se ha vivido un incremento de casos de este tipo de cáncer. Según la Sociedad Americana de Oncología Clínica, cada año desde 2000 se ha vivido un incremento de la tasa de incidencia del 1% a nivel mundial. En España hemos pasado de unos 6.500 casos en 2014 a 9.000 en 2022. El envejecimiento poblacional, el aumento en prevalencia de la obesidad y a otros factores de riesgo como el tabaco, la pancreatitis crónica o la diabetes mellitus tipo 2, entre otros, son los factores que pueden explicar este incremento, recoge la SEOM.
Un aumento que es especialmente prevalente en pacientes jóvenes. Cada vez más jóvenes diagnosticados se pasan por Acanpan , “tenemos pacientes de 40 años. Antes las estadísticas decían que era un cáncer que se diagnosticaba en pacientes mayores, pero cada vez tenemos a más jóvenes”, señala Cristina Sandin. Y todo ello mientras el diagnóstico sigue siendo tardío debido a unos síntomas inespecíficos, sin tratamientos efectivos y con un pronóstico malo, muy malo.
LAS COMPLICACIONES EN EL ABORDAJE
No es que los avances en este caso no existan, lo hacen pero son pocos. Recientemente, un estudio ha identificado una firma genética de 27 microorganismos en heces que define la población de alto riesgo del adenocarcinoma pancreático ductal, el cáncer de páncreas más frecuente, y podría servir para la detección temprana de la enfermedad. En la investigación publicada en la revista ‘Gut’ y en la que participó un equipo español, se ponen las bases para desarrollar un kit diagnóstico “rápido, no invasivo y barato”, explicaban los autores. “Tenemos que conseguir fondos y mucho apoyo por parte de las instituciones para financiar la investigación, para poder avanzar rápido sobre este tema”, manifiesta el Dr. Alfredo Carrasco, participante en el estudio.
Conseguir un diagnóstico temprano no servirá de nada si no existe un tratamiento eficaz. Como explicaba la Dra. Eva Carrasco, oncóloga médica y directora general y científica del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) en una Comisión del Congreso de los Diputados sobre el cáncer de mama metastásico: “Si tenemos un buen diagnóstico y un buen tratamiento es medicina precisión. Si hay un buen tratamiento pero no un buen diagnóstico hablamos de no prevención. Si tenemos buen diagnóstico pero no tratamiento se trata de frustración. Y cuando no hay ni lo uno ni lo otro no es medicina”. Ahora hablamos del cáncer de páncreas, pero es una afirmación que vale para todas las enfermedades.
Hoy en día, según señala la SEOM, un mayor porcentaje de pacientes logran ser intervenidos y se ha reducido el porcentaje de cortos supervivientes de un 63,5% a un 50,6%
Como explica el Dr. Carrasco, el cáncer de páncreas es un tumor especialmente agresivo que metastatiza muy rápidamente “y para el que tenemos muy pocos medicamentos”. Actualmente solo existen dos tratamientos: la cirugía para los cánceres en estadio inicial y la quimioterapia para los avanzados. “Estamos hablando de un tratamiento de cáncer como si estuviéramos en 1970 o en 1980, cuando no había fármacos dirigidos contra dianas específicas”. Las células de cáncer de páncreas se sitúan sobre un suelo tan denso que impide la entrada de las células inmunitarias. “La inmunoterapia no funciona, no puede actuar sobre las células del cáncer de páncreas y las células de ese suelo, el tejido estromal, que estimulan la metastatización”.
Las actuales investigaciones buscan conocer la biología de este cáncer, su estructura y sus puntos débiles para poder tratarlo. También se ha avanzado en técnicas radioterápicas para la enfermedad localmente avanzada o tratamientos adyuvante con folfirnox que han conseguido que más de un 60% de pacientes con cáncer de páncreas resecado estuviese vivo a los tres años, aunque no todos los pacientes pueden recibir este tratamiento. En las últimas décadas se ha avanzado tanto en la enfermedad localizada como en la avanzada. Hoy en día, según señala la SEOM, un mayor porcentaje de pacientes logran ser intervenidos, se ha reducido el porcentaje de cortos supervivientes de un 63,5% a un 50,6% y, sobre todo, ha aumentado el porcentaje de largos supervivientes de un 4,9% a un 12,7%. Estos pequeños avances están produciendo un beneficio significativo en la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes. “La verdad es que estamos muy expectantes”, indica Cristina Sandin.
Pero falta camino. Se requieren recursos y financiación, también centros de referencia para que los pacientes tengan las mismas garantías y facilitar el acceso a los avances, que poco a poco, se van alcanzando. “Es un cáncer que mata más que el colon, que será el que dentro de unos años tenga más mortalidad solo por detrás del de pulmón. Es un problema muy importante del que la gente no es consciente y sobre el que no se invierte tanto como ocurre con otros tumores”, reivindica el Dr. Carrato, que recuerda que el 90-95% de los pacientes que tienen cáncer de páncreas mueren. “Es muy triste que estemos en el siglo XXI hablando de inteligencia artificial, de la microbiota, de ir a vivir a Marte… y que tengamos un cáncer, el de páncreas, que se lleva por delante a la gente y de la que no conocemos todavía su biología ni cómo atajarlo”, concluye.