Este 19 de octubre se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, el más frecuente en las mujeres españolas, ya que se estima que afecta a una de cada ocho mujeres. Este tipo de cáncer constituye un importante problema de salud en España, tanto por su elevada incidencia y mortalidad como por sus repercusiones físicas, psicológicas y económicas en la población.
A lo largo de este año, se han contabilizado 34.750 nuevos casos, lo que supone un incremento en más de 1.000 casos respecto al año pasado cuando se diagnosticaron 33.375 casos, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan). Pese a las altas cifras de mujeres con cáncer de mama, la mortalidad fue muy inferior respecto a años anteriores, por lo que su prevalencia a los 5 años fue de 144.233 en 2020. Por tanto, se puede decir que la supervivencia del cáncer de mama en España es del 86%, aunque el estadio en el que se ha diagnosticado el cáncer influye en la supervivencia.
Concretamente, la supervivencia en el estadio I es de más del 98% y en cambio en el estadio IV desciende al 24%. Esto quiere decir que los avances en Medicina, la investigación, los programas de cribado y la mejora de los tratamientos han conseguido mejorar notablemente la supervivencia de este cáncer en los últimos años, pese a que sigue siendo la primera causa de muerte en mujeres españolas. Asimismo, las últimas cifras (de 2020) confirman que 6.651 personas fallecieron por esta causa.
A lo largo de este año, se han contabilizado 34.750 nuevos casos, lo que supone un incremento en más de 1.000 casos respecto al año pasado
Sin embargo, desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) explican que en 2020 muy probablemente las cifras no se correspondieron con la realidad. Por ejemplo, a causa de la pandemia de la Covid-19 los programas de cribado de cáncer se vieron afectados en mayor o menor grado por lo que, con toda probabilidad, el número de cánceres de mama finalmente diagnosticados en 2020 fue menor al esperado. Del mismo modo, no está claro cómo todo esto afectó al número de diagnósticos de cáncer del año 2021 y cómo afectará al 2022.
En cuanto al cáncer de mama en el varón, suponen alrededor de un 1% de todos los nuevos diagnósticos de esta enfermedad y en un 15-20% de los casos existen antecedentes familiares que permiten un diagnóstico de cáncer hereditario. Es más, de los fallecimientos confirmados en 2020, solo 79 eran en hombres.
PRONÓSTICO
Aún queda un camino por recorrer y es que “los estudios también indican que el 30% de las mujeres diagnosticadas en un estadio precoz de la enfermedad experimentará una recaída de la misma con metástasis a distancia, lo que incidirá en una disminución de la supervivencia”, tal y como aseguran desde la Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam). Asimismo, la mediana de supervivencia global de la mujeres que han recaído posteriormente es de 2,3 años, y de 2,8 años para las diagnosticadas con metástasis de inicio.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que, en los últimos años, se está detectando un aumento en la incidencia del cáncer de mama entre las mujeres menores de 45 años. Los investigadores achacan este dato al hecho de que las mujeres retrasan la edad a la que deciden tener su primer hijo. Esto, "sumado al descenso del número de hijos por mujer y a la disminución de la edad de la menarquía, parece la explicación más plausible para el continuo incremento en la incidencia de cáncer de mama en las mujeres más jóvenes".
Por todo lo expuesto, puede afirmarse que, en la actualidad, es posible hacer frente al cáncer de mama con mejores resultados que hace unos años. “Pero no es suficiente. Es esencial mejorar la calidad de vida de las mujeres que consiguen superar la enfermedad. Hemos logrado alargar su vida pero necesitamos mejorar la calidad de la misma”.
LOS CRIBADOS, CLAVES PARA PREVENIR
A pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos, su pronóstico sigue dependiendo principalmente de la extensión de la enfermedad en el momento de la detección. De ahí que el conseguir un diagnóstico precoz siga siendo la mejor vía para mejorar sus posibilidades de curación.
La mamografía se ha acreditado como la prueba de cribado más efectiva y que actualmente todas las Comunidades Autónomas españolas poseen programas de cribado poblacional de cáncer de mama. En España se iniciaron en el año 1990, y es un programa dedicado a todas las mujeres con edades comprendidas entre los 50 y 69 años con un intervalo de exploraciones de 2 años.
"Las últimas evidencias constatan un aumento de la incidencia del cáncer de mama en mujeres de entre 40 y 50 años"
Sin embargo, tal y como defiende la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram) y su sección Sociedad Española de Imagen Mamaria (Sedim) informa de los beneficios de bajar la edad del cribado de cáncer de mama, entre ellos una reducción de la mortalidad a 10 años según datos de organizaciones con una larga trayectoria como el National Institute of Health and Care Research (NIHR), la Red Integral del Cáncer o el Cribado Poblacional de Toledo, en España, “si bien las últimas evidencias constatan un aumento de la incidencia del cáncer de mama en mujeres de entre 40 y 50 años, lo que confirma la necesidad de bajar la edad del cribado de este tipo de cáncer a los 40 años”.
Tal y como defendía recientemente en ConSalud.es la directora de la unidad de Radiodiagnóstico y Cáncer de Mama en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, la Dra. Marina Álvarez Benito, ojalá "todos los cánceres que se diagnostican, sean a través de los programas de cribado, porque eso quiere decir que son cánceres muy pequeños y con buen pronóstico".