Con motivo del Día Mundial del Farmacéutico que se celebra este sábado, 25 de septiembre, Vicente J. Baixauli, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), atiende a ConSalud.es para analizar el papel de los farmacéuticos comunitarios en áreas como la pandemia de COVID-19, la España vaciada o las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Hasta el momento, ¿qué rol ha desempeñado el farmacéutico comunitario frente a la pandemia de la COVID-19?
Ha desempeñado un papel fundamental, pues, aunque no ha sido incorporado de manera suficiente a las estrategias establecidas por la mayoría de las autoridades, el servicio farmacéutico ha funcionado en todo momento, estando en primera línea y cubriendo, incluso, la atención de personas vulnerables allí donde otros profesionales no podían por el colapso de centros de salud y hospitales. El farmacéutico comunitario ha ejercido un rol asistencial muy importante atendiendo sobre todo a pacientes vulnerables, crónicos y polimedicados que han visto relegada su atención sanitaria como consecuencia de la prioridad que se le ha dado a los enfermos de COVID.
Las pruebas de autodiagnóstico han sido las principales protagonistas de las ventas de las oficinas de farmacia durante los últimos meses. ¿Qué papel ha jugado el farmacéutico en todo este proceso?
Los farmacéuticos comunitarios hemos venido reclamando desde hace muchos meses pasar de ser meros espectadores de las medidas adoptadas por las administraciones públicas a poder participar en programas de detección rápida de la COVID-19 mediante el uso de test, primero de anticuerpos, después de antígenos y ahora, con los autotest, hemos vuelto a pedir que no solo se quede en la dispensación del producto, sino que los farmacéuticos puedan participar activamente en la realización de las pruebas a aquellos pacientes que lo requieran y en la comunicación y certificación de los resultados obtenidos.
"Aunque el Ministerio ha reconocido ahora que la dispensación sin receta de los autotest ha sido una buena medida, esta ha llegado demasiado tarde si tenemos en cuenta las veces que lo ha pedido el sector y que en otros países europeos ya llevaba tiempo haciéndose"
En nuestra opinión, y aunque el Ministerio ha reconocido ahora que la dispensación sin receta de los autotest ha sido una buena medida, esta ha llegado demasiado tarde si tenemos en cuenta las veces que lo ha pedido el sector y que en otros países europeos ya llevaba tiempo haciéndose, por no hablar de que una gran parte de la población no ha entendido por qué las farmacias no podían hacer estas pruebas.
Resulta evidente que el impacto de la COVID-19 no se ha limitado al escenario sanitario, haciendo extensible su virulencia a la perspectiva social o económica. ¿Cómo contribuye la red de oficinas de farmacia al bienestar económico del país y la creación de empleo?
La red de farmacias es la mayor red de centros sanitarios de España, con 22.000 establecimientos y 55.000 profesionales altamente cualificados. El farmacéutico comunitario es, además, el único profesional sanitario presente en muchos pueblos y barrios, el más cercano y el más accesible. Por lo tanto, creo que las farmacias, tal y como están concebidas en España, tiene un valor enorme como elementos de vertebración de bienestar social en el conjunto del país, porque garantizan un fácil acceso a los tratamientos farmacológicos y a la salud, y esto repercute también en el bienestar económico.
Además, el sector farmacéutico en la actualidad es un generador de empleo, pues tiene una alta ocupación, con profesionales titulados universitarios y, además, con un porcentaje elevado de mujeres, que son uno de los colectivos donde más mella hace el desempleo. Por tanto, también contribuye como generador de empleo estable y cualificado.
¿Las tecnologías de la información y la comunicación han irrumpido en las oficinas de farmacia?
Sin duda. Las farmacias no son ajenas a los cambios tecnológicos que se están produciendo. De hecho, las farmacias, a lo largo de su historia, han demostrado una alta capacidad de adaptación a los cambios logísticos y tecnológicos; un buen ejemplo de esto fue la adaptación a la receta electrónica, a los sistemas de trazabilidad y verificación de medicamentos, la robotización de almacenes, etc. Cierto es que este desarrollo, en algunos ámbitos, no es igual en todas las farmacias, pero en general es un sector con una alta capacidad para adaptarse.
Ahora estamos enfrentando un reto aún mayor, que es el de adaptar la prestación de servicios profesionales farmacéuticos asistenciales al plano digital, para compatibilizar la atención presencial, que es esencial en la atención sanitaria, con la atención telemática de aquellos pacientes que, por distintas circunstancias, no pueden recibir esa atención en persona. Precisamente, este está siendo uno de los temas principales que estamos abordando en nuestras jornadas SEFAC de este año y será también protagonista de nuestro congreso nacional de 2022.
¿Qué pasos deben seguir las farmacias en el contexto rural de la España vaciada?
Mejorar la situación de la España vaciada creo que es un reto de país. Precisamente, de los pocos profesionales que no han abandonado a los habitantes de la España vaciada son los farmacéuticos comunitarios. Y ahí vamos a seguir, mientras podamos, a pesar de los sacrificios vitales que eso conlleva, pues supone en muchos casos estar 24 horas de guardia continuamente, al ser el único sanitario accesible para la población.
Debemos apoyar esta labor y facilitar herramientas para que los farmacéuticos comunitarios puedan prestar esos servicios también en los domicilios de los pacientes que así lo necesiten mediante una atención farmacéutica domiciliaria que esté regularizada y que esté coordinada con el resto de profesionales de la salud.
"Es preocupante la discriminación sanitaria que está sufriendo nuestra profesión en nuestro país comparada con lo que ocurre en otros países donde los farmacéuticos comunitarios están siendo cada vez más utilizados y desarrollando más competencias sanitarias"
El desarrollo de servicios telemáticos, como también decía antes, es otro elemento que puede ser de gran importancia para mejorar la cobertura sanitaria de las zonas rurales poco habitadas.
¿Hacia dónde se encamina, a medio y largo plazo, la profesión del farmacéutico comunitario?
El futuro está en nuestras manos. Los farmacéuticos comunitarios no debemos olvidar que somos profesionales sanitarios, somos clínicos y somos asistenciales. Esto es lo que de verdad nos aporta valor como profesionales y lo que debemos potenciar a corto, medio y largo plazo a través de la prestación de servicios profesionales farmacéuticos asistenciales, especialmente en los campos vinculados al medicamento y a la salud pública, como la adherencia terapéutica, la polimedicación, la atención a enfermos crónicos, la educación sanitaria, la prevención de enfermedades, etc.
Si olvidamos esto, perderemos nuestra esencia y quedaremos relegados a meros espectadores de la escena sanitaria y fuera de los foros de decisión. Sin embargo, es preocupante la discriminación sanitaria que está sufriendo nuestra profesión en nuestro país comparada con lo que ocurre en otros países donde los farmacéuticos comunitarios están siendo cada vez más utilizados y desarrollando más competencias sanitarias.