Para alcanzar la sostenibilidad del sistema sanitario, en jaque por el envejecimiento de la población, la falta de recursos económicos y humanos y una gestión que precisa de cambios, el autocuidado está demostrando ser un importante aliado para conseguir esta meta. La concepción de la Sanidad está virando desde tratar y curar la enfermedad hacia prevenirla y fomentar la salud. Gestores, profesionales sanitarios de todas las especialidades, instituciones y organismo han convertido la participación de las propias personas en su salud en un pilar.
El futuro próximo del sistema sanitario es cuanto menos poco halagüeño. Se estima que en 2040 las cifras del cáncer se multiplican por diez a nivel mundial, de 18,1 millones de casos mundiales en 2020 a 28 millones dos décadas después, según datos de la International Agency for Research on Cancer. Los casos crecerán de forma exponencial, pero no lo hará con el mismo ritmo la mortalidad, de hecho, las estimaciones son que en el mismo periodo de tiempo aumentan de 10 millones a 14 millones. La mayoría de los pacientes oncológicos serán crónicos y otros muchos superarán la enfermedad, y todos ellos seguirán necesitando atención sanitaria.
Si actualmente, solo en España, el 28% de las personas de entre 15 y 64 años y el 88,2% de los mayores de 65 tienen una patología crónica, según recoge la Encuesta Europea de Salud, en los próximos años se estima que esta cifra crecerá. También aumentarán las infecciones por patógenos resistentes a los antimicrobianos, los problemas derivados del cambio climático, y debutarán los problemas de los adultos que hoy en día son niños expuestos a diversas patologías: un tercio de la población infantil española tiene un peso por encima de lo normal para su talla y edad, según datos de la Asociación Española de Pediatría (AEP), son también las principales víctimas de la contamianción y de otros factores de riesgo con los que conviven actualmente.
Desde la plataforma de Cronicidad: Horizonte 2025 destacan la importancia de promover campañas de concienciación y sensibilización “aprovechando, entre otros recursos sanitarios, la capilaridad de la red de farmacias"
Durante años el sistema sanitario se ha centrado en atender a los pacientes agudos, es decir, los que enfermaban y se curaban. Sin embargo, cada vez más la Sanidad vira hacia estos pacientes que de forma continuada requerirán de atenciones. Y para que esto no acabe hundiendo un sistema agotado, se están invirtiendo cada vez más recursos en educar a los pacientes para que sean activos en su salud, en campañas para sensibilizar y concienciar a la sociedad sobre la importancia de adquirir hábitos saludables y prevenir factores de riesgo para el desarrollo o el empeoramiento de patologías, y en medidas que faciliten este autocuidado.
TODOS LOS RECURSOS HACIA EL AUTOCUIDADO
Ya en 1997 especialistas en Medicina Familias y Comunitarios del Instituto Catalán de Salud reflexionaron sobre este concepto que entonces era poco conocido y estaba poco trabajado. En el ensayo que publicaron en la revista Atención Primaria reflejaron la importancia de este conjunto que permite asumir a las personas “una mayor responsabilidad en su propia salud, basada en la comprensión global de su significado, en su fomento y en las medidas que hay que adoptar cuando se pierde”. Un comportamiento que al mismo tiempo beneficia al propio sistema sanitario, pues el paciente reconoce “sus límites y cuándo es necesario recurrir a los servicios profesionales apropiados”.
Alcanzar personas que practiquen el autocuidado precisa de formación y educación desde los servicios sanitarios y educativos más cercanos a la sociedad. En el primer caso, la Atención Primaria, las Farmacias y las unidades especializadas tienen un importante peso en este objetivo. Desde la plataforma de Cronicidad: Horizonte 2025 destacan la importancia de promover campañas de concienciación y sensibilización “aprovechando, entre otros recursos sanitarios, la capilaridad de la red de farmacias, que según los últimos datos del Consejo General de Colegios Oficial de Farmacéuticosestá constituida por 22.220 establecimientos.
Además, desde la plataforma de cronicidad señalan la necesidad de crear una escuela digital para pacientes, enfocada a colectivos especialmente relevantes como los pacientes con patologías crónicas. Personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son uno de los ejemplos en los que se refleja el valor de la educación y fomentación del autocuidado, al permitir que mejore su calidad de vida, se reduzcan las descompensaciones y se retrase el progreso de la enfermedad.
Según la Asociación Europea del Autocuidado (Aesgp) esta práctica, que todavía no está completamente implantada, proporciona un ahorro de 34.000 millones de euros en el gasto sanitario europeo
En el mundo digital, las redes sociales están también tomando peso como una plataforma desde la que llegar a toda la población, pues, como destacan desde la Asociación Española para el Autocuidado de la Salud (anepf) los hábitos saludables se han de adoptar de manera lo más temprana posible. Según datos de la asociación, el 47% de las empresas de autocuidado tienen seis o más perfiles activos en redes sociales, el 26% cuenta con entre tres y seis perfiles, y el 90% de las empresas del sector realizó acciones de comunicación con influencers en 2021.
El autocuidado se ha convertido en una práctica cada vez más valorada de la actual sociedad, como se recuerda cada 24 de julio. Los sistemas sanitarios y los profesionales están más concienciados sobre la necesidad de educar en salud y fomentar el autocuidado. Los pacientes, a su vez, reclaman un mayor protagonismo en el sistema sanitario con el que poder formar parte de las decisiones sobre su salud. En palabras de Jaume Pey, director general de anepf: “Cada vez son más las personas que quieren tomar una mayor responsabilidad sobre su salud y tener una actitud más proactiva respecto a su bienestar, sobre todo en relación con la prevención y los hábitos de alimentación sana, el ejercicio, la sostenibilidad, la diversidad, etc.”.
Se estima que la consecución de estos objetivos, asimismo, mejorará la sostenibilidad del sistema sanitario. Actualmente, según datos de la Asociación Europea del Autocuidado (Aesgp) esta práctica, que todavía no está completamente implantada, proporciona un ahorro de 34.000 millones de euros en el gasto sanitario europeo.