El Dr. José Antonio García Donaire revisaba en su consulta del Hospital Clínico San Carlos una analítica de un joven de 15 años. Pero los resultados parecían los de un hombre de 50 años. Para asegurarse de que la analítica correspondía con el paciente, buscó la confirmación en una enfermera, a lo que ella le respondió que los valores pertenecían al adolescente.
“Ese chico estaba envejecido a nivel vascular porque llevaba toda su vida en un ambiente al que nosotros llamamos de resistencia a la insulina. El joven era obeso, sedentario y no sabía cuidarse. Esto es lo que hizo que el paciente fuera hipertenso, tenía niveles altos de ácido úrico y el riñón había empezado a deteriorarse”, cuenta el médico.
La hipertensión es una enfermedad silenciosa, que afecta a millones de personas en todo el mundo y puede ser mortal si no se trata adecuadamente. Además, está detrás de alrededor del 26% de los fallecimientos en España en 2021, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
"No hay ningún otro factor de riesgo que puedas imaginar que tenga tanta relación con la mortalidad cardiovascular"
Se estima que en España afecta entre el 33 y el 43% de la población adulta española mayor de 18 años, lo que equivaldría a unos 16,5 millones de españoles. Aunque se asocia a la edad, es más frecuente en edades avanzadas de la vida, se está empezando a observar un incremento de casos en niños, en los que se asocia a obesidad, malos hábitos alimenticios y sedentarismo.
El también presidente de la Sociedad Española de Hipertensión explica que “según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión es el principal factor de riesgo de mortalidad en nuestro país y a nivel global. No hay ningún otro factor de riesgo que puedas imaginar que tenga tanta relación con la mortalidad cardiovascular o de cualquier origen”.
Pero, más concretamente, los sanitarios atienden cada vez más casos como los del joven de 15 años. La Sociedad Española de Hipertensión realiza todos los años un congreso nacional y en él se está viendo que se diagnostican más casos precozmente. “La población hipertensa va creciendo por los factores de riesgo y porque se hacen más medidas de tensión que antes no se hacían”.
"No tener una vida sedentaria, seguir una buena nutrición, tener un buen control de las emociones y hacer ejercicio, para mí es tan importante como tomar un fármaco"
Para profundizar más en este tema, el profesional asegura que en el caso de los jóvenes, “si en el desarrollo embrionario fetal, o en el parto, el bebé ha tenido algún problema relacionado con la propia gestación o el posparto, ese niño hay que hacerle un seguimiento durante su desarrollo para evaluar su sistema cardiovascular en general”.
Asimismo, “esa hipertensión también puede desarrollarse dependiendo de la situación psicológica del niño debido a causas como, por ejemplo, el estrés, o de la obesidad. Más concretamente, los desencadenantes más importantes son la mala dieta, el sedentarismo, el sobrepeso y la obesidad, que es donde tenemos tasas muy elevadas”, sigue explicando.
PREVENCIÓN
Para acabar con la hipertensión en los más jóvenes lo importante es la prevención. “Tenemos muchísimo que hacer para formar a la población general, a los pediatras y a los médicos en general. La importancia de la prevención consiste en explicar con qué cartas te juegas la vida. Luego, tú tienes unos desencadenantes o unos interruptores que tú mismo tienes la opción de encenderlo”, afirma el Dr.García.
Por eso, desde la sociedad han puesto en marcha un plan preventivo para los jóvenes que empiezan el primer año de universidad. “Lo que hacemos en enseñarles los factores de riesgo de la hipertensión desde las cuatro patas de la salud: la medicina, la psicología, la nutrición y el ejercicio. Por ejemplo, la charla que yo doy se llama ‘por qué me tengo que cuidar si no me duele nada’. La hipertensión no te da ningún tipo de sintomatología hasta que ya tienes un problema importante de la salud”.
“Es muy importante conocer los rangos de hipertensión para saber si tu edad biológica coincide con tu edad cronológica. Este tema de promoción de salud en niños y adolescentes no se está haciendo en nuestro país”, sigue explicando. Ante esto, el profesional recuerda: “No tener una vida sedentaria, seguir una buena nutrición, tener un buen control de las emociones y hacer ejercicio, para mí es tan importante como tomar un fármaco”.