La enfermedad de Alzheimer es la forma más frecuente de demencia, ya que supone al menos el 60% de los casos, así como la principal causa de deterioro cognitivo en el mundo. Hoy, 21 de septiembre, se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, que, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), afecta a unas 800.000 personas en España.
En concreto, cada año se diagnostican en España unos 40.000 nuevos casos de esta enfermedad, de los que más del 90% corresponden a personas de más de 65 años. Asimismo, las probabilidades de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa aumentan de forma exponencial con la edad, duplicándose la proporción de personas que padecen esta enfermedad cada 5 años. Así, mientras que el número de nuevos casos diagnosticados de enfermedad de Alzheimer en personas de entre 65 y 70 años es de entre 1 a 3 personas al año por cada 1.000 habitantes, asciende hasta los 14-30 casos por cada 1.000 en personas de entre 80 y 85 años.
La enfermedad de Alzheimer se convierte así en la primera causa de discapacidad entre las personas de edad avanzada en España. Es más, el progresivo envejecimiento de la población hará que en el año 2050 el número de pacientes ascienda hasta los casi dos millones de personas.
"Los únicos tratamientos específicos se aprobaron hace más de 20 años y son muy poco eficaces"
La investigación para acabar con el alzhéimer cuenta con varias décadas de historia, pero todavía se sabe poco de esta enfermedad. Concretamente, en los últimos 10 años lo que más ha avanzado es la capacidad que existe para poder diagnosticar y predecir con bastante certeza la enfermedad de una persona en vida.
El Dr. David A. Pérez Martínez, presidente de la Asociación Madrileña de Neurología y jefe del Servicio de Neurología del Hospital 12 de Octubre, explica a Consalud.es en qué momento se encuentra la investigación del alzhéimer. “Actualmente estamos viviendo una profunda crisis en la investigación de nuevas terapias. Los únicos tratamientos específicos se aprobaron hace más de 20 años y son muy poco eficaces. Desde entonces se ha planteado la hipótesis de el beta-amiloide como el paradigma para encontrar una terapia curativa sin éxito”.
El beta-amiloide se acumula en los cerebros de los pacientes con enfermedad de Alzheimer y se ha supuesto durante mucho tiempo que podría ser la causa de la enfermedad. “Desgraciadamente el fracaso de las terapias que eliminan dicha sustancia han obligado a plantear de nuevo el problema. En este momento todo sugiere que el beta-amiloide no sea causa y sí una consecuencia de otros fenómenos neurobiológicos que desconocemos”, asegura el experto.
“Sabemos mucho más de la fisiopatología de la enfermedad de Alzheimer, aunque desconocemos los mecanismos iniciales que desencadenan el proceso neurodegenerativo”
Pese a esto, el neurólogo reconoce que hasta ahora se ha avanzado mucho desde que partieron de cero. “Sabemos mucho más de la fisiopatología de la enfermedad, aunque desconocemos los mecanismos iniciales que desencadenan el proceso neurodegenerativo”.
A esto hay que sumarle que actualmente se está investigando en terapias sobre otras moléculas involucradas en la patogenia como la proteína Tau o los mecanismos vasculares asociados. También existe una gran esperanza en la investigación de los fenómenos neuroinflamatorios e infecciosos que parecen asociarse a la neurodegeneración.
Desde el punto de vista tecnológico, existe un creciente interés por la neuromodulación cerebral mediante técnicas de estimulación cerebral invasivas y, sobre todo, no invasivas como la estimulación magnética transcraneal y la estimulación eléctrica transcraneal. No obstante, aún faltan resultados concluyentes sobre su eficacia.
El Dr. Pérez señala que a corto plazo "es posible que obtengamos resultados de cierta eficacia en las terapias frente a la proteína Tau, o incluso frente a beta-amiloide, pero desde luego con resultados discretos. También hay en desarrollo diversas moléculas con efecto sintomático para la cognición y los síntomas neuropsiquiátricos, así como el desarrollo de las terapias de Neuromodulación cerebral mediante el uso de nuevas tecnologías”, añade.
¿CUÁNDO SE LLEGARÁ A LA CURA?
Ante esta pregunta, el experto lo tiene claro: “Sinceramente no creo que nadie lo sepa en este momento. Es la verdadera pregunta del millón”.
“Desde luego, intentar una y otra vez obtener una respuesta sobre la misma pregunta, el beta-amiloide, no es la mejor estrategia. Debemos hacernos nuevas preguntas sobre el origen de la enfermedad y plantearnos nuevos mecanismos fisiopatológicos. En todo caso, creo que estamos más cerca de encontrarla en este momento”, explica.
"Intentar una y otra vez obtener una respuesta sobre la misma pregunta, el beta-amiloide, no es la mejor estrategia"
Aunque la investigación se encuentre estancada, el profesional no pierde la esperanza y sigue siendo optimista. “Creo que el esfuerzo durante todos estos años en el el beta-amiloidenos ha hecho olvidar otros posibles objetivos terapéuticos. Actualmente existe una mayor amplitud de miras sobre qué está pasando en esta enfermedad e investigando múltiples hipótesis alternativos. Yo tengo confianza en las investigaciones asociadas a la neuroinflamación y en los mecanismos vasculares”.
Por el momento, es imposible predecir cuándo se conseguirá la cura de la enfermedad, pero el Dr. Pérez, como muchos otros neurólogos, espera “tener buenas noticias en los próximos años”.