Vivimos en sociedades cada vez más dinámicas y cambiantes donde las nuevas tecnologías presentan un uso prácticamente generalizado. En este contexto, existe una preocupación creciente por el potencial uso problemático de Internet, los medios digitales y las redes sociales, así como por el papel de las nuevas tecnologías como facilitadoras del acceso o potenciadoras de otras conductas adictivas.
La adicción está relacionada con las emociones que despierta su utilización y se habla de uso adictivo cuando este o la ausencia del mismo genera ciertos niveles de aislamiento, ansiedad, falta de control y dependencia.
Así puede darse una necesidad irrefrenable de mantener el enganche a la pantalla, convirtiéndose en una manera de eludir la realidad que termina interfiriendo en el normal desempeño de otras áreas de la vida. Es entonces, cuando se detectan posibles síntomas patológicos importantes que reflejan el inicio del comportamiento adictivo sin sustancia.
Uno de cada tres jóvenes hace un uso indebido de Internet y las redes sociales
Esto resulta preocupante para la población general, pero sobre todo para los más jóvenes o los llamados "milenials", que son aquellos que han crecido junto a un móvil u ordenador. Según un estudio de UNICEF publicado a principios de este año, uno de cada tres jóvenes hace un uso indebido de Internet y de las redes sociales.
A nivel nacional, un 33% de los jóvenes (entre los 12 y los 16 años) podrían presentar un "uso problemático" de las redes sociales, caracterizado no solo por una elevada frecuencia e intensidad de conexión, sino por un alto grado de interferencia en el día a día de los propios adolescentes y de sus familias, y es que más del 90% se conecta a Internet todos o casi todos los días.
El Ministerio de Sanidad considera un abuso de las redes sociales, concretamente cuando éste excede de las seis horas diarias, mostrando una dependencia de las mismas. Por eso, recomiendan que el uso en la adolescencia frente a estas aplicaciones sea inferior a las dos horas.
El 99% de los jóvenes afirman utilizar al menos una aplicación de mensajería instantánea. El 98,5% se han registrado al menos en una red social y el 83,5% confirma su registro en tres o mas redes sociales
Asimismo, el 99% de los jóvenes afirman utilizar al menos una aplicación de mensajería instantánea. El 98,5% se han registrado al menos en una red social y el 83,5% confirma su registro en tres o mas redes sociales. Un 61,5% de jóvenes, confirman tener más de un perfil en la misma red social.
En este contexto, las aplicaciones más usadas son WhatsApp (95%), Youtube (90,8%), Instagram (79,9%) y Tik Tok (75,3%). A través de estas redes sociales, uno de cada 10 usuarios jóvenes afirman estar conectados para no sentirse solos, el 58,1% para hacer amigos, el 27,8% para ser aceptado y el 27,2% para ser popular.
A su vez, reconocen que estas aplicaciones les puede hacer sentir alegría (96,9%), relajación (81,6%) o diversión (78,9%), pero también identifican el ciberacoso, la sextorsión o el acceso a contenidos inadecuados como los principales peligros que presenta la tecnología. El 27,9% confirman sentirse inseguros, el 23,5% sienten soledad y el 19,7% angustia.
UNA PROBLEMÁTICA PARA LA SALUD MENTAL
Desde hace tiempo, se ha detectado un claro incremento de las horas que pasan los adolescentes frente a la pantalla y redes sociales
Sin embargo, a raíz del confinamiento y las restricciones asociadas a frenar el avance del COVID-19, han visto como han aumentado notablemente el malestar de los adolescentes y que parece guardar relación con el uso de las redes sociales y el contenido ahí expuesto.
Trastornos del sueño, ansiedad, síndrome de abstinencia, depresión y baja autuestima son algunas de las causas que ponen en peligro la salud mental
Dado que las redes sociales constituyen el espacio virtual en donde las personas interactúan y desarrollan o fortalecen aún más sus relaciones, muchos se ven afectados en su forma de percibirse a sí mismos y a los demás, fuera de la virtualidad.
Estos son algunos de los principales problemas de salud mental que se han incrementado con el uso excesivo de los medios sociales:
- Trastornos del sueño: seis de cada 10 adolescentes duermen con el móvil y uno de cada 5 se conecta por la noche. Este uso desmedido de las redes sociales ha sido asociado con un incremento en la aparición de trastornos de sueño, sobre todo en los más jóvenes, personas con edades comprendidas entre 16 y 26 años
- Ansiedad y síndrome de abstinencia: aquellos que tienen dificultades para controlar el uso de las redes sociales, constantemente han experimentado síntomas de ansiedad, por la necesidad de estar conectado constantemente y así mantenerse actualizados de lo que sucede a su alrededor. Esto ha llegado incluso a afectar hábitos de alimentación, generando una suerte de dependencia en algunas personas.
- Depresión: tristeza, inseguridad o miedo son sentimientos que se asocian a que haya un incremento de posibilidades de sufrir depresión.
- Baja autoestima: Entre otros de los efectos del uso desmedido de las redes sociales, está el efecto negativo entre aquellas personas que las utilizan para compararse con otras personas. Por ejemplo, estar pendientes de las publicaciones de amistades que se encuentran disfrutando de salidas o viajes, puede generar en algunas personas sentimientos de baja autoestima, por sentir que no tienen los mismos logros.
MEDIDAS DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
Hasta hoy, la OMS reconoce la adicción al juego y a los videojuegos como las dos únicas adicciones sin sustancia. Sugiere utilizar el término “uso problemático de Internet” para referirse al posible “enganche” a Internet y las redes sociales, sin llegar a incluirlo todavía en los manuales diagnósticos.
En 2018 se aprobó la Estrategia Nacional sobre Adicciones, la primera vez que se incorporan las nuevas tecnologías y las redes sociales a esta estrategia
El Ministerio de Sanidad aprobó en 2018 la Estrategia Nacional sobre Adicciones, la cual pone el foco sobre Internet y la aparición de adicciones que han traído consigo las nuevas tecnologías, además de introducir estudios sobre drogas y sustancias adictivas.
Es la primera vez que se incorporan las nuevas tecnologías y las redes sociales a esta estrategia y el Gobierno pretende combatir las nuevas adicciones a las redes sociales o a los móviles. Este plan fue actualizado en 2022 y estará vigente hasta 2024.