En España, se estima que alrededor de 4.000 pacientes con insuficiencia renal realizan diálisis en casa, de los más de 25.000 que necesitan este tratamiento. Se trata de una técnica domiciliaria que supone “un soporte vital que no se puede elegir y necesita red eléctrica”, asegura para ConSalud.es el presidente de la Alcer (Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón) y paciente de hemodiálisis en casa, Daniel Gallego.
Desde que el pasado uno de junio entrara en vigor la nueva normativa de regularización del precio de la luz, algunos pacientes con insuficiencia renal que necesitan someterse a diálisis casi a diario, han tenido que alterar sus rutinas para evitar que aumente su factura eléctrica. Tras esta nueva regulación, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó el pasado jueves 24 de junio, una rebaja en el IVA del precio de la luz de las personas vulnerables.
Con todo, desde la Alcer subrayan que "no es suficiente" y reclaman "medidas permanentes e integrales que permitan a las personas con discapacidad más vulnerables y a sus familias llevar una vida digna". La asociación recuerda al Gobierno socialista que "está a su disposición para que el diseño, aplicación y seguimiento de las políticas públicas tenga en cuenta a las personas a las que van dirigidas".
“Hay pacientes que se están levantando a las seis de la mañana para dializarse en la hora valle y que les salga más económico”, añade el presidente de la Alcer, insistiendo en que están realizándose previsiones, pero hay que esperar a que llegue el recibo para tener datos oficiales y conocer el impacto real. La nueva regulación eléctrica establece un precio diferente según la hora del día, siendo la franja de 00:00 a 08:00 la más barata.
“Son máquinas que funcionan, un poco, como riñones artificiales y ayudan al paciente a continuar viviendo”
La diálisis es una técnica que sirve para depurar y filtrar la sangre de toxinas en pacientes con insuficiencia renal cuyos riñones no funcionan correctamente. “Son máquinas que funcionan, un poco, como riñones artificiales y ayudan al paciente a continuar viviendo”. Dependiendo del tipo de diálisis, sea hemodiálisis o diálisis peritoneal, el proceso puede durar entre dos y tres horas o incluso todo la noche.
Esta técnica domiciliaria supone un consumo extra de luz y agua, motivo por el cual la subida de la luz puede suponer un aumento “importante en la factura eléctrica”. Incluso antes de que se estableciese esta nueva normativa, "un alto porcentaje de las personas con enfermedad renal tenía dificultades para afrontar el recibo de la luz, al ser la mayoría de ellas, pensionistas". En algunas Comunidades Autónomas se ofrecen ayudas económicas a estos pacientes, aunque “son muy dispares y no se dan en todas las regiones”.
Estas ayudas se destinan a cubrir los gastos extra que produce el procedimiento médico y pueden ser de entre “20 y 80 euros” al mes. Gallego hace hincapié en la necesidad de que estas ayudas se garanticen en todas las CCAA y también “que esta subida de la luz se refleje porcentualmente en la retribución económica de las ayudas eléctricas”.
Se trata de una técnica que “favorece el empoderamiento y la independencia del paciente
Además, esta "marcada inequidad" entre comunidades también queda patente en el acceso a las técnicas domiciliarias de diálisis. Desde la Alcer, reclaman que cualquier paciente pueda dializarse en casa independientemente de su lugar de residencia. Se trata de una técnica que “favorece el empoderamiento y la independencia del paciente”, pues, al ser un procedimiento que debe realizarse entre cinco y siete días a la semana, permite una mayor autonomía, evitando que tenga que desplazarse y amoldarse a los horarios del centro hospitalario.
Por otro lado, asegura que es un procedimiento más económico para el sistema de salud, por lo que resulta doblemente beneficioso. Al realizarse en casa, se evitan los costes de personal y, por tanto, es “hasta un 30% más barato para el sistema de salud”.
El paciente con insuficiencia renal recibe formación previa para ser él mismo quien realice el tratamiento sin necesidad de la intervención de profesionales sanitarios como ocurriría en el hospital. El presidente de la Alcer subraya que la diálisis domiciliaria es más segura para los pacientes durante la pandemia, ya que disminuye el riesgo de contagio por COVID-19.