Un nuevo estudio ha planteado si la diálisis es la mejor opción para los ancianos con insuficiencia renal. Para ello, un grupo de investigadores de Stanford Medicine (EEUU) descubrió que, en el caso de los ancianos que no estaban lo bastante sanos para someterse a un trasplante de riñón, iniciar la diálisis cuando su función renal caía por debajo de un determinado umbral en lugar de esperar, les proporcionaba aproximadamente una semana más de vida.
Sin embargo, pasaban una media de dos semanas más en hospitales o centros de atención, además del tiempo dedicado a la diálisis. "¿Es eso realmente lo que un paciente de 75 u 80 años quiere estar haciendo?", se pregunta la Dra. María Montez Rath, ingeniera superior de investigación.
Montez Rath es la autora principal de un estudio sobre diálisis, esperanza de vida y tiempo en casa que se publicará en 'Annals of Internal Medicine'. "Para todos los pacientes, pero sobre todo para los adultos mayores, es esencial comprender las ventajas y desventajas. Ellos y sus médicos deben considerar cuidadosamente cuándo proceder con la diálisis", ha explicado Manjula Tamura, catedrática de Nefrología y autora principal.
Los pacientes con insuficiencia renal lo bastante sanos para someterse a un trasplante pueden recibir un riñón donado, que eliminará de su sangre las toxinas y el exceso de líquido. Pero esa opción no está disponible para muchos adultos mayores que padecen afecciones adicionales, como cardiopatías, neumopatías o cáncer.
Un nuevo estudio ha planteado si la diálisis es la mejor opción para los ancianos con insuficiencia renal
Para estos pacientes, los médicos suelen recomendar la diálisis (tratamiento que limpia la sangre como lo harían unos riñones sanos) cuando los pacientes evolucionan hacia la insuficiencia renal. Se considera que un paciente padece insuficiencia renal cuando su tasa de filtración glomerular estimada (TFGe), una medida de la función renal, es inferior a 15.
"Los pacientes y sus familiares a veces dan por sentado que la diálisis es su única opción, o que prolongará la vida de forma significativa", afirma Montez Rath. "A menudo dicen sí a la diálisis, sin entender realmente lo que eso significa", ha agregado la especialista.
"Pero los pacientes pueden tomar medicamentos en lugar de la diálisis para controlar los síntomas de la insuficiencia renal, como la retención de líquidos, el picor y las náuseas", ha señalado Tamura. Así, ha añadido que "la diálisis tiene efectos secundarios, como calambres y fatiga, y suele requerir una visita de tres a cuatro horas a una clínica tres veces por semana". "Es una terapia bastante intensiva que conlleva un cambio importante en el estilo de vida", ha indicado.
Los investigadores realizaron el estudio para cuantificar lo que supone la diálisis para los adultos mayores que no pueden optar a un trasplante: si prolonga la vida y en qué medida, junto con el número relativo de días pasados en un centro de hospitalización, como un hospital, una residencia de ancianos o un centro de rehabilitación.
Los investigadores realizaron el estudio para cuantificar lo que supone la diálisis para los adultos mayores que no pueden optar a un trasplante
El equipo evaluó los registros de salud, de 2010 a 2018, de 20.440 pacientes (98% de ellos hombres) del Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos. Los pacientes tenían 65 años o más, padecían insuficiencia renal crónica, no estaban siendo evaluados para un trasplante y tenían una TFGe inferior a 12.
Simulando un ensayo clínico aleatorizado con historiales médicos electrónicos, dividieron a los pacientes en grupos: los que iniciaron la diálisis inmediatamente y los que esperaron al menos un mes. A lo largo de tres años, aproximadamente la mitad de los pacientes del grupo que esperó nunca inició la diálisis.
Los pacientes que iniciaron la diálisis inmediatamente vivieron una media de 9 días más que los que esperaron, pero pasaron 13 días más en un centro hospitalario. La edad marcó la diferencia: los pacientes de 65 a 79 años que iniciaron la diálisis inmediatamente vivieron de media 17 días menos y pasaron 14 días más en un centro hospitalario; los pacientes de 80 años o más que iniciaron la diálisis inmediatamente vivieron de media 60 días más, pero pasaron 13 días más en un centro hospitalario.
Los pacientes que nunca se sometieron a diálisis murieron de media 77 días antes que los que iniciaron la diálisis inmediatamente, pero pasaron 14 días más en casa. "El estudio nos muestra que si se inicia la diálisis de inmediato, es posible que se sobreviva más tiempo, pero se va a pasar mucho tiempo en diálisis y es más probable que se necesite hospitalización", ha apuntado Montez Rath.
"En la actualidad, la diálisis suele presentarse a los pacientes como una elección entre la vida y la muerte"
Tamura ha señalado que "los médicos a veces recomiendan la diálisis porque quieren ofrecer esperanza a los pacientes o porque los inconvenientes del tratamiento no siempre han estado claros". "Cada paciente tiene objetivos distintos. Para algunos es una bendición tener la opción de la diálisis, y para otros puede ser una carga", ha expresado Tamura.
Además, ha añadido que puede ser útil que los médicos presenten la diálisis en adultos mayores frágiles como un tratamiento paliativo, destinado principalmente a aliviar los síntomas.
"En la actualidad, la diálisis suele presentarse a los pacientes como una elección entre la vida y la muerte. Cuando se presenta de este modo, los pacientes no tienen margen para considerar si el tratamiento se ajusta a sus objetivos, y tienden a sobrestimar los beneficios y el bienestar que pueden experimentar. Pero cuando el tratamiento se presenta como un alivio de los síntomas, los pacientes comprenden más fácilmente que hay compensaciones", ha finalizado Tamura.