Un estudio, realizado por nefrólogos e investigadores del Servicio de Nefrología del Hospital Lucus Augusti de Lugo y una psicóloga general sanitaria de la Universidad de Santiago, ha demostrado que los pacientes con Enfermedad Renal Crónica que realizan Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) a través de técnicas en el propio domicilio del paciente presentan una menor afectación emocional y menos niveles de ansiedad y depresión que los pacientes que realizan hemodiálisis en los hospitales o que han sido trasplantados de riñón.
En los resultados del estudio encontraron diferencias significativas en la frecuencia y en los niveles de depresión y ansiedad de los pacientes renales según las diferentes modalidades de TRS. Actualmente, el Tratamiento Renal Sustitutivo de un paciente se lleva a cabo a través de trasplante, hemodiálisis en centro hospitalario, o de diálisis domiciliaria, este última a través de las técnicas de diálisis peritoneal o de hemodiálisis domiciliaria.
Esta investigación fue presentada durante el 54º Congreso de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) y el IX Congreso Iberoamericano de Nefrología e Hipertensión, que reunió en el mes de noviembre en Valencia a unos 1.000 médicos nefrólogos, investigadores y expertos de todo el país y diferentes países de Latinoamérica y Portugal.
La frecuencia de depresión fue más baja en los pacientes en diálisis domiciliaria, un 16% y presentaba valores mayores en los pacientes en hemodiálisis en centro hospitalario y en trasplante 18% y 19%
Para registrar la ansiedad y depresión en los pacientes llevaron a cabo diferentes análisis, en concreto una entrevista con la psicóloga y dos escalas. En la entrevista con la psicóloga la frecuencia de depresión fue más baja en los pacientes en diálisis domiciliaria, un 16% y presentaba valores mayores en los pacientes en hemodiálisis en centro hospitalario y en trasplante 18% y 19%. Con respecto a la escala de evaluación de depresión, los pacientes en hemodiálisis hospitalaria tenían una mayor puntuación que los de diálisis domiciliaria y trasplante renal, mientras que en la escala de evaluación de ansiedad los pacientes en hemodiálisis y trasplante tenían mayor puntuación que los de diálisis domiciliaria.
Asimismo, la diálisis en domicilio se asoció a menor sintomatología depresiva frente a la hemodiálisis hospitalaria y a menor sintomatología ansiosa comparada con la hemodiálisis hospitalaria o con el trasplante renal. Además, no se encontraron diferencias significativas en ansiedad y depresión entre las dos técnicas domiciliarias analizadas.
Los autores de la investigación concluyeron que los pacientes en técnicas domiciliarias presentan menor afectación emocional al compararlos con aquellos en hemodiálisis hospitalaria, además de menores niveles de ansiedad que la población trasplantada, aun cuando esta última tiene menor comorbilidad. La investigación también señala que son necesarios más estudios centrados en determinar el impacto de la diálisis domiciliaria tanto en los aspectos emocionales de los pacientes renales como en la calidad de vida, así como su influencia en los criterios de toma de decisiones compartidas a la hora de elegir la modalidad de TRS.
Analizaron un total de 181 pacientes que estuvieron al menos tres meses en Tratamiento Renal Sustitutivo, a los que se midieron y controlaron diversas variables clínicas
Se analizaron un total de 181 pacientes que estuvieron al menos tres meses en Tratamiento Renal Sustitutivo, a los que se midieron y controlaron diversas variables clínicas como diabetes, hemoglobina, albúmina o tiempo en el TRS, además de otras variables sociodemográficas como la edad, sexo, estado civil, nivel de estudios y nivel socioeconómico.
Por lo que la S.E.N. pide que se lleve a cabo un mayor impulso de las técnicas de diálisis domiciliaria en España. Estas técnicas domiciliarias son más flexibles y personalizadas que otras terapias tradicionales como la hemodiálisis en hospital, y mejoran la autonomía y la calidad de vida de las personas que requieren diálisis. A ello hay que sumar otras cuestiones como la reducción de los desplazamientos al hospital o centros de diálisis, reduciendo el estrés y fatiga, y la carga física y emocional de los pacientes.
Para el presidente de la S.E.N., el Dr. Emilio Sánchez, “las autoridades sanitarias deberían apostar más firmemente por estas técnicas que facilitan el Tratamiento Renal Sustitutivo en un entorno cercano y familiar, con beneficios muy notables para los pacientes, y también para el sistema sanitario, ya que también es más sostenible e incluso tiene un menor impacto ambiental en comparación con la hemodiálisis en hospital”.