Es de todos conocido que el síndrome de la apnea del sueño es más habitual de lo que se cree. El porcentaje de pacientes diagnosticados con esta patología es muy inferior a la población que sufre los síntomas y las consecuencias de tener apnea del sueño. Un diagnóstico precoz de la apnea del sueño es fundamental en pacientes con sospechas de que la padecen; comenzar con los tratamientos oportunos cuanto antes es clave para evitar cualquier enfermedad relacionada o cualquier incidente derivado de la falta de sueño. Los especialistas, tal y como recogen en webs informativas sobre apnea como la de Air Liquide Healthcare, recomiendan acudir al médico ante cualquier síntoma o sospecha de que se padece el síndrome.
Sólo así, añaden los expertos, se someterá a la persona afectada a un estudio del sueño en una clínica especializada o en la casa del propio paciente con los equipos especiales y el personal apto para realizarlo. Esta es la única forma de diagnosticar la enfermedad.
También se recomienda al familiar que grabe al posible afectado mientras duerme
Para conocer si existen indicios de apnea del sueño suele ser útil preguntar a las personas del entorno para conocer si el posible paciente ronca fuerte o incluso deja de respirar por momentos durante la noche. También existen formas de autodetección como, por ejemplo, el cuestionario “Stop-Bang”, útil para identificar de manera rápida y sencilla algunos factores de riesgo clave. También se recomienda al familiar que grabe al posible afectado mientras duerme.
Tras esta primera consciencia de los síntomas de la apnea del sueño es indispensable acudir al médico. El facultativo será el encargado de evaluar los síntomas, realizar un examen físico y decidir si remite al paciente a un neumólogo especialista ensueño.
El especialista preguntará sobre los síntomas y el historial médico de la persona que posiblemente esté afectada de apnea del sueño. Esta, a su vez, probablemente tenga que rellenar un formulario sobre cuánto sueño tiene durante el día. Además, suele ser habitual pesar al paciente y medirle la circunferencia de su cuello, así como hacerle algunos test respiratorios.