La arteritis de células gigantes, comoarteritis temporal o enfermedad de Horton es una enfermedad inflamatoria que daña a las arterias de la cabeza y el cuello. Esta patología afecta a personas mayores de 50 y, en su mayoría, a los grupos comprendidos entre los 70 y 80 años. Es decir, el riesgo de padecer esta condición aumenta con la edad.
La sintomatología es variada, aunque normalmente esta enfermedad produce dolor de cabeza, de mandíbula, sensibilidad del cuero cabelludo, fiebre, fatiga, pérdida de peso y pérdida de visión o visión doble. Estas dolencias se producen por la inflamación que conduce a la hinchazón y estrechez de los vasos sanguíneos.
“Además, la posibilidad de desarrollar esta patología puede estar relacionada con factores genéticos y ambientales”
El jefe de la Unidad de Patología Vascular del Hospital Ruber Internacional, Pablo Gallo, explica que, aunque se desconoce el motivo exacto de la inflamación, se cree que se debe al ataque del sistema inmunológico a las paredes de las arterias. “Además, la posibilidad de desarrollar esta patología puede estar relacionada con factores genéticos y ambientales”, subraya el doctor.
La enfermedad está asociada a diversos factores de riesgo que condicionan su aparición. Asimismo, el sexo también puede determinar la presencia de la arteritis, junto con los antecedentes familiares y la situación geográfica. La prevalencia de esta patología aumenta en el norte de Europa. “De igual manera, las personas que tienen polimialgia reumática tienen un mayor riesgo de desarrollar arteritis temporal”, afirma el doctor Pablo Gallo.
Esta enfermedad puede presentar complicaciones más graves y afectar a diferentes sistemas del cuerpo. Algunos ejemplos son la ceguera y los accidentes cerebrovasculares, dos de las complicaciones más temidas de la arteritis de células gigantes.
Además, se pueden producir problemas en la aorta, como una dilatación anormal de dicha arteria, conocido como aneurisma
El diagnóstico temprano y preciso es fundamental en la prevención de estas complicaciones. El doctor señala que, un diagnóstico tardío puede derivar en parálisis, dificultades del habla y otros problemas neurológicos. Además, se pueden producir problemas en la aorta, como una dilatación anormal de dicha arteria, conocido como aneurisma.
En el diagnóstico precoz es fundamental el abordaje multidisciplinar. El abordaje de la arteritis de células gigantes o arteritis de la temporal implica el trabajo de los servicios de neurología, medicina interna, reumatología, anatomía patológica y cirugía vascular, entre otras.
“En primer lugar, en la consulta se hace un estudio mediante un Eco-Doppler arterial, prueba no invasiva que utiliza ultrasonidos para visualizar el flujo sanguíneo"
La unidad de Angiología y Cirugía Vascular del hospital dispone de un equipo de médicos especializados para un diagnóstico preciso de la arteritis de la temporal. “En primer lugar, en la consulta se hace un estudio mediante un Eco-Doppler arterial, prueba no invasiva que utiliza ultrasonidos para visualizar el flujo sanguíneo, la estructura de las arterias temporales e identificando el patrón inflamatorio característico obteniendo información muy valiosa para la sospecha diagnóstica”, explica el doctor Gallo.
“Sin embargo, el diagnóstico definitivo se realiza mediante una biopsia de la arteria temporal, técnica mínimamente invasiva que consiste en realizar una pequeña incisión y extraer un segmento arterial obteniendo muestras para estudio anatomopatológico confirmando la presencia de células gigantes. El diagnóstico oportuno permite iniciar el tratamiento adecuado y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo”, asegura el jefe de la unidad.
El facultativo señala el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado para el abordaje de la enfermedad minimizando los riesgos. “Si se presentan síntomas relacionados, como dolor de cabeza persistente, es importante buscar atención médica para una evaluación y tratamiento adecuados. El seguimiento y la vigilancia médica regular son esenciales para controlar cualquier complicación potencial a largo plazo”, concluye Gallo.