La neumonía afecta cada año entre el 5% y el 11% de la población. Esta infección respiratoria no solo es la primera causa de muerte infecciosa, sino que representa la sexta causa de mortalidad general en los países desarrollados. La gravedad de su impacto es particularmente notable en menores de cinco años, donde la neumonía es responsable del 15% de las muertes a nivel mundial. Es cierto que España no es la excepción en cuanto a la alta incidencia y las consecuencias de esta enfermedad, que también afecta de forma notable a los pacientes con enfermedades pulmonares crónicas, pero sí tiene unos niveles de prevalencia mejorables.
En España, la prevalencia de neumonía es de entre 3 y 5 casos por cada mil habitantes al año, aunque en pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), esta tasa asciende a 20 casos por cada mil habitantes. Según estimaciones, la neumonía provoca entre 9.000 y 10.000 muertes anuales en el país, y su mortalidad global se sitúa en torno al 10%. Si bien la mayoría de los casos pueden tratarse de manera ambulatoria, entre un 20% y un 30% de los pacientes requieren hospitalización, lo que supone una carga considerable para el sistema sanitario.
"Debemos integrar las vacunas en nuestras vidas como un hábito de vida saludable más"
Como recuerda Glòria Mirada Masip, vicepresidenta primera de la Asociación Española de Vacunología (AEV), con motivo del Día Mundial de la Neumonía, que se celebra este martes 12 de noviembre, “debemos integrar las vacunas en nuestras vidas como un hábito de vida saludable más. Igual que hacemos ejercicio o cuidamos nuestra alimentación, tenemos que protegernos y poner en forma nuestro sistema inmunitario”.
Este es uno de los llamamientos de los expertos de la AEV con motivo de la campaña ‘El mejor plan para este invierno. Vacúnate’. Desde la entidad piden a la población mayor de 60-65 años que revisen su estado de vacunación frente al neumococo, uno de los agentes implicados en la neumonía.
COBERTURA VACUNAL EN EUROPA
Es cierto que la cobertura contra la neumonía neumocócica en España ha mejorado en los últimos años, especialmente en mayores de 65 años y personas en grupos de riesgo. Sin embargo, esta cifra, que alcanzó entre el 65% y el 70% de los adultos mayores en la campaña de inmunización de 2023, aún está por debajo de la cobertura de otros países europeos, como explicábamos anteriormente en ConSalud.es.
En Alemania y el Reino Unido, por ejemplo, la cobertura supera el 75% y el 80% en este mismo grupo de edad, tal y como reflejan los datos publicados por Vaccines Europa. Incrementar la vacunación en estos colectivos resulta clave para reducir la incidencia de casos graves y el riesgo de complicaciones.
La lelatidad de los casos graves en mayores de 65 años o enfermos crónicos puede alcanzar el 10%
Los mayores de 65 años y las personas con enfermedades crónicas son especialmente vulnerables a la neumonía neumocócica. En estos grupos, la letalidad de los casos graves puede alcanzar el 10%, y se ha demostrado que la vacunación disminuye de manera significativa la necesidad de hospitalización. La vacuna no solo reduce las complicaciones, sino que también protege a personas con factores de riesgo adicionales, como pacientes con diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Comparado con otros países europeos, España se encuentra en una posición intermedia en cuanto a la cobertura de vacunación neumocócica. Mientras que el Reino Unido y los Países Bajos tienen mayores tasas de vacunación, otros países como Italia y Francia enfrentan desafíos similares a los de España para garantizar una cobertura más amplia y universal.
LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA
La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto significativo en el acceso a la vacunación contra la neumonía. Si bien el interés por la prevención de enfermedades respiratorias aumentó, la sobrecarga de los sistemas de salud en los momentos más críticos de la pandemia limitó el acceso a estas vacunas.
En 2023, la situación mejoró, y ahora los servicios de salud han retomado las campañas de vacunación masiva. No obstante, aún queda camino por recorrer para alcanzar coberturas más elevadas y reducir la carga de esta enfermedad, que sigue siendo una de las infecciones respiratorias más comunes y letales en todo el mundo.