El pistacho es uno de los frutos secos más populares y saludables del mundo. Se trata de un alimento procedente de Siria, aunque crece de forma espontánea en otros lugares y se cultiva en muchos otros, como es el caso de España. En este sentido, se ha pasado de 12.000 hectáreas dedicadas a su producción en 2018, a 30.000 en 2021. Esto refleja que el consumo de pistachos ha aumentado en los últimos años.
El fruto es un manjar que destaca por su sabor dulce, pero también por su valor nutricional, pues es una gran fuente de vitaminas y minerales. Para rendirle honor a un snack que cuenta con beneficios tanto físicos como psicológicos, cada 26 de febrero se celebra el Día Mundial del Pistacho.
De acuerdo con la Fundación Española de Nutrición (FEN), los pistachos son una fuente de minerales, pues contienen calcio, magnesio, zinc, potasio, fósforo y hierro. En lo que respecta a las vitaminas, los pistachos presentan tiamina, vitaminaE y folatos. La tiamina y los folatos contribuyen a la función psicológica normal, mientras que la vitaminaE contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
El pistacho ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión
Por otro lado, según apuntan numerosos expertos, los pistachos son, después de las almendras, los frutos secos con más fibra dietética en su composición. Gracias a esto, ayudan a combatir problemas de estreñimiento, además de regular el tránsito intestinal. A su vez, también tienen funciones antinflamatorias y previenen la acumulación de gases.
Otra de sus numerosas cualidades es la de ser un alimento cardiosaludable. De este modo, ayuda a neutralizar la acción de los radicales libres y regula los niveles de colesterol en sangre. Esto implica que, a su vez, ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión. Además, facilita la protección de la salud ocular.
También fomenta la salud ósea, gracias a la gran cantidad de calcio que tienen. Así, ayuda al fortalecimiento de huesos y dientes, por lo que puede ser un aliciente para prevenir la osteoporosis y otros problemas óseos. A su vez, gracias a su cáscara, se puede controlar la cantidad de pistachos que se ingiere, al tardar un tiempo en quitársela. Así, unidos a una dieta equilibrada, estos frutos ayudan también a controlar el peso.
Dado que contienen magnesio y potasio, los pistachos consiguen reducir la presión arterial y regular las funciones nerviosas
Además, de acuerdo con la Organización de Consumidores (OCU), los nutrientes que aportan también son una buena fuente de antioxidantes que ayudan a combatir determinados tipos de cáncer y el envejecimiento celular. También previenen la anemia gracias a la gran cantidad de hierro y cobre que tienen, que ayuda a la formación de glóbulos rojos. Estos son necesarios para que el hierro se absorba y se prevengan los estados de anemia.
Finalmente, también presentan beneficios para la salud mental. Dado que contienen magnesio y potasio, los pistachos consiguen reducir la presión arterial y regular las funciones nerviosas. Así, acaban con el estrés y la ansiedad.
En lo relativo a su método de consumo, se trata de un fruto seco sumamente versátil, que puede ser empleado de diferentes maneras en el mundo de la gastronomía. En este sentido, se puede consumir en su forma natural, tostado o incluyéndolo en diferentes platos, como puede ser en las ensaladas, pastas, salsas, cremas o incluso postres como pasteles, tartas, bizcochos o batidos.