Cada año se producen, en Europa, unas 270.000 muertes por parada cardiaca, cifra que aumenta hasta las 380.000 en Estados Unidos y hasta las tres millones –solo en el caso de la parada cardiaca extrahospitalaria- en todo el mundo. Por eso, desde el año 2012 se celebra el Día Mundial de la Parada Cardiaca, que trata de concienciar y mejorar la respuesta de la población ante esta problemática.
Así las cosas, se trata de un problema de salud de primer orden, puesto que el paro cardíaco súbito es la tercera causa de muerte en los países industrializados. Y es que, según la Fundación Española del Corazón, solo un tercio de los españoles saben realizar la reanimación cardio-pulmonar (RCP), y cada minuto de retraso hace disminuir un 10% las posibilidades de sobrevivir: En concreto, en nuestro país se estiman 50.000 paradas cardíacas anuales -30.000 en medio extrahospitalario y 20.000 en los hospitales-, y apenas 5.000 (un 10%) logran sobrevivir.
"El paro cardíaco súbito es la tercera causa de muerte en los países industrializados"
De hecho, la intervención con maniobras de RCP dentro de los 3-4 primeros minutos tras una parada cardiorrespiratoria puede aumentar las posibilidades de supervivencia en más del 50%. A nivel general, comenzar la RCP de inmediato puede multiplicar hasta por tres las posibilidades de supervivencia, llegando al 90% si se realiza en el primer minuto.
En cambio, si hasta los diez minutos no se realiza ningún tipo de maniobra con alguien que ha sufrido una parada cardiorrespiratoria, las posibilidades de que este sobreviva son prácticamente nulas. Por eso, varias asociaciones han organizado talleres de RCP básica dirigidos a la población general para este 16 de octubre.
Es el caso del Colegio Oficial de Médicos de Madrid, que ha programado talleres de 20 minutos en su sede en horario de mañana y tarde. Bajo el lema ‘Salva corazones, salva vidas’, serán impartidos por profesionales del Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid (Suma 112) y del Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate (Samur).
PASOS BÁSICOS PARA ATENDER A UNA PERSONA EN PARADA CARDIORRESPIRATORIA
El Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERP), en colaboración con el International Liaison Committee on Resuscitation (ILCOR) y con el European Resucitation Council (ERC), recuerda los pasos que se deben seguir para tratar de garantizar la supervivencia de las personas que han sufrido una parada cardiorrespiratoria. El primero de ellos es acercarse la víctima -confirmando que es seguro hacerlo- para comprobar si responde.
Para hacerlo, hay que inclinar su cabeza hacia atrás, elevarle el mentón y comprobar su respiración. Si no respira -o no lo hace con normalidad-hay que llamar al 112 mientras se comienza a realizar la RCP. Además, si hay alguien cerca, hay que pedirle un desfibrilador.
“No te preocupes, no puedes hacerle daño"
La RCP se basa en compresiones torácicas, colocando ambas manos sobre el centro del pecho de la persona afectada y comprimiéndolo entre 5 y 6 centímetros "al ritmo del Stayin’ Alive de los Bee Gees". En caso de saber hacerlo, también resulta importante administrar dos ventilaciones de rescate cada 30 compresiones. “No te preocupes, no puedes hacerle daño”, señala el CERP.
El hecho de que lleguen los servicios de emergencia no quiere decir que se deba parar: Hay que seguir haciendo la reanimación cardio-pulmonar hasta que estos digan que se ocupan ellos. De igual manera, en cuanto llegue el desfibrilador hay que encenderlo inmediatamente y seguir las instrucciones de uso, como señala en otra infografía la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
CIUDADES CARDIOPROTEGIDAS, EN EL PUNTO DE MIRA
Precisamente, el del desfibrilador es una de las claves del nuevo acuerdo firmado entre el Colegio Oficial de Médicos (CGCOM) y el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), que tiene por objetivo “trabajar y a desarrollar acciones conjuntas y formativas que impulsen la creación de espacios y ciudades saludables”.
Como explicó a ConSalud.es la vicepresidenta primera del CGCOM, María Isabel Moya, una de las líneas de actuación del mencionado acuerdo es “contribuir a estandarizar los espacios cardioprotegidos”. Así, además de establecer desfibriladores en los espacios públicos, otros elementos también son importantes para que una ciudad se pueda definir a sí misma como “cardioprotegida”: Viviendas correctamente diseñadas, con su proporción de espacio verde, carreteras, iluminación… son algunos de los citados por la experta.