La Red EnviroPlaNet ha detectado la presencia de microplásticos en el agua potable de varias ciudades españolas. La investigación, liderada desde la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad de Alcalá (UAH), ha revelado que estos plásticos se encuentran en las ocho ciudades españolas analizadas.
En la actualidad, se han encontrado plásticos en todos los ecosistemas del planeta, y la gran mayoría de ellos han acabado en el medio natural debido a la mala gestión de los residuos. Estos plásticos, que terminan en las playas y los ríos, se degradan lentamente, dando lugar a pequeñas partículas de plástico llamadas microplásticos. Los microplásticos miden menos de cinco milímetros, lo que facilita que se muevan por la naturaleza. En este sentido, se trata de contaminantes ubicuos que están en todos los compartimentos ambientales.
Para llevar a cabo la investigación, publicada en Water Research, se emplearon filtros de acero acoplados a grifos en domicilios y lugares públicos de ocho ciudades españolas. Así, recogieron muestras de agua tomadas en 24 lugares durante los meses de mayo y julio de 2022.
La conclusión del análisis fue que los microplásticos estaban presentes en todas las muestras recogidas, además de otros materiales artificiales como fibras de algodón teñidas, procedentes de la ropa. En concreto, la concentración media de plásticos fue de 12.5 ± 4.9 microplásticos por metro cúbico de agua, mientras que la de materiales artificiales fue de 32.2 ± 12.5 partículas por metro cúbico de agua.
En lo relativo al tipo de plásticos detectados, los principales fueron poliamidas, poliésteres y poliolefinas. Se trata de materiales de uso general en numerosos objetos de uso común o en prendas textiles. Gracias a caracterizar de forma cuidadosa todas las partículas del estudio, se pudo estimar la masa de microplásticos contenida en las muestras procesadas. Esta media fue de 45.5 nanogramos por litro.
“Este es un valor pequeño y comparable con otros contaminantes que aparecen en aguas superficiales y que de ahí llegan al agua de red, tales como antibióticos. Consumiendo 1.5 L de agua todos los días se necesitarían 40 años para llegar a ingerir 1 miligramo, lo que muy probablemente indica que el riesgo para la salud humana es insignificante. Esta es una buena noticia”, detallan los autores de la investigación.
Investigadores del estudio: "Consumiendo 1.5 L de agua todos los días se necesitarían 40 años para llegar a ingerir 1 miligramo, lo que muy probablemente indica que el riesgo para la salud humana es insignificante"
Sin embargo, el estudio demuestra que, a pesar de que el agua de la zona de la red más poblada (Madrid), era la que más microplásticos tenía, los residuos plásticos aparecieron con concentraciones similares en todas las muestras, según explican los autores.
El origen de esto podría ser la contaminación difusa que llega a los cauces de los que las estaciones de tratamientode agua potable toman agua. Estas estaciones, en general, reciben aguas residuales de depuradoras situadas aguas arriba. Pese a estar depuradas correctamente, las aguas residuales son una fuente importante de vertido de microplásticos al medio ambiente.
Para finalizar, los autores destacan que “los residuos que acabamos desechando en nuestras casas terminan volviendo a ellas, de aquí la importancia de que gestionemos de forma correcta los residuos que generamos”.