Las bacterias que se encuentran en los sistemas respiratorios superiores de los niños podrían ayudar a combatir las infecciones crónicas del oído medio en los niños.
En este sentido, el doctor Seweryn Bialasiewicz de la Universidad de Queensland ha explicado que querían investigar por qué algunos niños nunca desarrollan una enfermedad crónica del oído, pese a estar en una categoría de alto riesgo de contraerla.
“Al centrarnos en los microbiomas de las vías respiratorias superiores de los niños resistentes a las enfermedades, pudimos investigar las redes ecológicas de interacciones bacterianas que parecían estar trabajando juntas para proteger contra la enfermedad”, ha añadido, al tiempo que ha señalado que “estos dos grupos de bacterias debían no solo estar presentes, sino también interactuar entre sí para brindar protección contra las infecciones del oído medio”.
El investigador ha subrayado que esperan usar esta información para averiguar cuál es el mecanismo exacto de protección y luego imitarlo en los niños muy pequeños, como terapia o medida preventiva
El doctor ha subrayado que esperan usar esta información para averiguar cuál es el mecanismo exacto de protección y luego imitarlo en los niños muy pequeños, como terapia o medida preventiva. “Esto podría tomar la forma de una molécula que se puede usar como medicamento para el tratamiento o como un probiótico protector para que estas bacterias 'buenas' se puedan sembrar en la nariz lo suficientemente temprano para ofrecer protección contra las bacterias 'malas' entrantes”, ha destacado.
Por su lado, la doctora Andrea Coleman ha apuntado que “la investigación proporcionó una nueva perspectiva sobre cómo se desarrollan las infecciones del oído medio y podría allanar el camino para nuevos tratamientos”.
"Esta enfermedad puede causar pérdida de audición y puede tener impactos de por vida en el desarrollo del habla y el lenguaje, la educación y las perspectivas laborales futuras", ha reiterado. El estudio investigó los microbiomas de 103 niños de dos a siete años de dos comunidades del norte de Queensland.
Bialasiewicz también ha señalado que las infecciones crónicas del oído medio que resultan en pérdida auditiva son un problema importante para las poblaciones indígenas y otras poblaciones desfavorecidas a nivel mundial. “Nuestro descubrimiento podría aplicarse en todo el mundo, ayudando a mejorar la salud y reduciendo la brecha de desventaja para una amplia gama de personas”, ha asegurado el doctor.