Un equipo de investigación liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e investigadores del IdISSC, junto con la colaboración del Center For Applied Genomic del Hospital infantil de Filadelfia, han identificado, de entre 20.000 genes, 27 que son comunes esenciales para el cáncer de próstrata metastásico. Empleando nuevas herramientas CRISPR de edición genética, los investigadores han utilizado una “librería genómica”, es decir, una plataforma de búsqueda de puntos débiles en las células tumorales de cáncer de próstata.
“Hemos analizado todos y cada uno de los 20.000 genes conocidos para identificar aquellos genes que son esenciales para las células tumorales y que si los eliminamos podríamos dejarlas debilitadas. Esta técnica nos ha permitido encontrar numerosos genes que servirán como posibles dianas para tratamientos del cáncer metastásico”, explica Álvaro Gutiérrez Uzquiza, investigador de la sección departamental de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia de la UCM.
Uzquiza: “Actualmente, seguimos haciendo estudios preclínicos y tratando de incorporar datos de pacientes para confirmar que puede ser una diana terapéutica efectiva y segura"
Además de la plataforma de cribado genómico, los investigadores han demostrado que el gen PRMT7 es esencial para el cáncer de próstata porque reprograma a las células tumorales para que se adhieran a tejidos donde van a metastatizar. Por tanto, su inhibición con fármacos es capaz de reducir la invasión de las células metastásicas.
Para llevar a cabo este trabajo que ha sido publicado en Cancer Letters, los investigadores han utilizado herramientas de edición genética, combinando la biología molecular y bioinformática, para identificar genes responsables de hacer que las células cancerosas adquieran la capacidad de “viajar” a otras regiones del cuerpo metastatizando.
“Actualmente, seguimos haciendo estudios preclínicos y tratando de incorporar datos de pacientes para confirmar que puede ser una diana terapéutica efectiva y segura. Además, en nuestro laboratorio seguimos generando nuevas herramientas que nos permitan desarrollar nuevas plataformas para encontrar nuevas vulnerabilidades del cáncer de próstata”, concluye Gutiérrez.